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martes, 21 de agosto de 2018

El Robo de Aeronaves…Riesgo de Altura


Por: Guillermo Alberto Hidalgo Montes


El pasado 10 de agosto, se dio un suceso que, aunque digno de una película hollywoodesca de acción, debe ponernos a pensar sobre el olvido que, como sociedad, estamos teniendo con nuestros semejantes, factor que puede vulnerar la seguridad de todos sus integrantes de forma inimaginable.


Un suceso que en pleno siglo XXI, en la nación número uno en el mundo podría escucharse como algo casi imposible ha ocurrido, un empleado de pista de la aerolínea Horizon Air logró acceder a un aparato avión turbohélice Bombardier Q400 de tamaño mediano de uso comercial y que se encontraba vacío, despegarlo y pilotarlo durante una hora y media. Las autoridades de Seattle investigan cómo fue posible que un empleado de pista de la aerolínea un avión -sin pasajeros- en uno de los principales aeropuertos comerciales de Estados Unidos, lograra despegarlo y pilotearlo de forma completamente imprudente hasta “estrellarse” (todo indica que fue derribado) una hora y media después en una pequeña isla cercana. Quedan muchas incógnitas por resolver. Lo que se sabe por ahora es que el protagonista del escalofriante suceso es un hombre de 29 años residente en esa región al noroeste de EE UU y la policía ha dicho que todo apunta a que murió en el accidente. Las autoridades han asegurado, sin entrar en detalles, que tenía pensamientos suicidas, que actuó solo y han descartado cualquier motivo terrorista.


Pudo haber sido una tragedia mucho mayor. En vez de haber dirigido la aeronave, que tenía capacidad para 76 asientos, hacia el sur del aeropuerto Seattle-Tacoma, el improvisado piloto podría haberse desplazado hacia Seattle, una ciudad de 704.000 habitantes. El avión se estrelló en la pequeña isla Ketron, a 54 kilómetros del aeropuerto y donde residen menos de 20 personas, en una estrecha bahía cercana a la costa. No dañó de forma significativa ninguna estructura terrestre ni hirió a nadie en la isla.


También ha trascendido parte del contenido de las conversaciones que mantuvo el hombre con la torre de control. Se describe como un “hombre roto” que teme por las consecuencias de lo que está haciendo pero confiesa que no tiene intención de aterrizar y asegura que no necesita ayuda para controlar el avión porque ha “jugado a algunos videojuegos antes”.


A pesar de lo que un ciudadano común y corriente podría imaginarse, existe el robo de aeronaves, así es, a pesar de la tecnología que hoy en día existe. Estas aeronaves son cuidadosamente seleccionadas según su capacidad de carga, distancia de despegue y fiabilidad de motor y el fin de las últimas es la delincuencia.


Pero en el Caso de Horizon Air, este factor está de sobra, es cierto que se rompieron protocolos de seguridad, pero más preocupante aún es que nadie supervisa el activo más importante de las empresas, el factor humano, este acontecimiento se asemeja mucho a la tragedia del vuelo 9525 de la empresa German Wings que despegaba de Barcelona en 2015. Donde Andreas Lubitz, el copiloto de la aeronave, la estrelló provocando que 150 personas perdieran la vida 


Antes de estrellar el avión, Lubitz buscó en Internet métodos para suicidarse. Solo dos semanas antes de la catástrofe, “un médico diagnosticó una posible psicosis y recomendó tratamiento psiquiátrico hospitalario". Pese a la gravedad de su estado, el psiquiatra no alertó a la compañía. Las leyes alemanas sobre confidencialidad son muy estrictas, pero el médico sí estaba autorizado a informar si consideraba que había vidas en peligro.


Sin embargo, sus supervisores no pusieron atención del comportamiento errático que le joven copiloto presentaba.


En ambos casos el resultado es trágico, más allá del número de víctimas, se está dejando ver el grado de deshumanización que como sociedad estamos teniendo, y no sólo en el ámbito de transportes, en cualquiera, es importante, comenzar a ver a nuestro alrededor y ser observadores con nuestra gente en el entorno si no comenzamos a rehumanizarnos este tipo de casos seguirán aumentando pese a que se gasten fortunas en sistemas de seguridad ya que el factor humano sigue siendo decisivo en el quehacer diario.
               

hidalgomontes@gmail.com




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