El Robo de Aeronaves…Riesgo de Altura
Por: Guillermo Alberto Hidalgo Montes
El pasado 10
de agosto, se dio un suceso que, aunque digno de una película hollywoodesca de
acción, debe ponernos a pensar sobre el olvido que, como sociedad, estamos
teniendo con nuestros semejantes, factor que puede vulnerar la seguridad de
todos sus integrantes de forma inimaginable.
Un suceso que
en pleno siglo XXI, en la nación número uno en el mundo podría escucharse como
algo casi imposible ha ocurrido, un empleado de pista de la aerolínea Horizon
Air logró acceder a un aparato avión turbohélice Bombardier Q400 de tamaño
mediano de uso comercial y que se encontraba vacío, despegarlo y pilotarlo
durante una hora y media. Las autoridades de Seattle investigan cómo fue
posible que un empleado de pista de la aerolínea un avión -sin pasajeros- en
uno de los principales aeropuertos comerciales de Estados Unidos, lograra
despegarlo y pilotearlo de forma completamente imprudente hasta “estrellarse”
(todo indica que fue derribado) una hora y media después en una pequeña isla
cercana. Quedan muchas incógnitas por resolver. Lo que se sabe por ahora es que
el protagonista del escalofriante suceso es un hombre de 29 años residente en
esa región al noroeste de EE UU y la policía ha dicho que todo apunta a que
murió en el accidente. Las autoridades han asegurado, sin entrar en detalles,
que tenía pensamientos suicidas, que actuó solo y han descartado cualquier
motivo terrorista.
Pudo haber
sido una tragedia mucho mayor. En vez de haber dirigido la aeronave, que tenía
capacidad para 76 asientos, hacia el sur del aeropuerto Seattle-Tacoma, el
improvisado piloto podría haberse desplazado hacia Seattle, una ciudad de
704.000 habitantes. El avión se estrelló en la pequeña isla Ketron, a
54 kilómetros del aeropuerto y donde residen menos de 20 personas, en una
estrecha bahía cercana a la costa. No dañó de forma significativa ninguna
estructura terrestre ni hirió a nadie en la isla.
También ha
trascendido parte del contenido de las conversaciones que mantuvo el hombre con
la torre de control. Se describe como un “hombre roto” que teme por las
consecuencias de lo que está haciendo pero confiesa que no tiene intención de
aterrizar y asegura que no necesita ayuda para controlar el avión porque ha
“jugado a algunos videojuegos antes”.
A pesar de lo
que un ciudadano común y corriente podría imaginarse, existe el robo de
aeronaves, así es, a pesar de la tecnología que hoy en día existe. Estas
aeronaves son cuidadosamente seleccionadas según su capacidad de carga,
distancia de despegue y fiabilidad de motor y el fin de las últimas es la
delincuencia.
Pero en el
Caso de Horizon Air, este factor está de sobra, es cierto que se rompieron
protocolos de seguridad, pero más preocupante aún es que nadie supervisa el
activo más importante de las empresas, el factor humano, este acontecimiento se
asemeja mucho a la tragedia del vuelo 9525 de la empresa German Wings que
despegaba de Barcelona en 2015. Donde Andreas Lubitz, el copiloto de la
aeronave, la estrelló provocando que 150 personas perdieran la vida
Antes de
estrellar el avión, Lubitz buscó en Internet métodos para suicidarse. Solo dos
semanas antes de la catástrofe, “un médico diagnosticó una posible psicosis y
recomendó tratamiento psiquiátrico hospitalario". Pese a la gravedad de su
estado, el psiquiatra no alertó a la compañía. Las leyes alemanas sobre
confidencialidad son muy estrictas, pero el médico sí estaba autorizado a
informar si consideraba que había vidas en peligro.
Sin embargo, sus supervisores no pusieron atención del comportamiento errático que le joven
copiloto presentaba.
En ambos casos
el resultado es trágico, más allá del número de víctimas, se está dejando ver
el grado de deshumanización que como sociedad estamos teniendo, y no sólo en el
ámbito de transportes, en cualquiera, es importante, comenzar a ver a nuestro
alrededor y ser observadores con nuestra gente en el entorno si no comenzamos a
rehumanizarnos este tipo de casos seguirán aumentando pese a que se gasten
fortunas en sistemas de seguridad ya que el factor humano sigue siendo decisivo
en el quehacer diario.
hidalgomontes@gmail.com
No hay comentarios:
Publicar un comentario