Los retos en Materia de Seguridad para este 2023 en México
Por: Guillermo Alberto Hidalgo
Montes
El año 2023 está a la
vuelta de la esquina y en materia de seguridad se presentan 5 retos que el
estado mexicano afrontará en materia de seguridad: 1) rendición de cuentas, 2)
los datos que no son “los ostros datos”, 3) la coordinación, 4) el apoyo
ciudadano y, 5) el fortalecimiento de quienes realmente enfrentan a la
delincuencia en el 90% de las ocasiones, las policías locales
1)
Rendición de cuentas
El pasado21 de diciembre el Senador Ricardo Monreal
hizo un llamado para revisar la estrategia que en materia de seguridad
“desarrolla” el gobierno federal. Este llamado para una estrategia
“desarrollada” desde hace ya cuatro años es simplemente decepcionante. Si pudo
notar estimado lector, entrecomillé la palabra “desarrolla”, y fue de esa forma
debido a que si algo se ha caracterizado la estrategia en materia de seguridad
del gobierno federal es la de no tener estrategia. Este llamado para el actual
programa de seguridad, así como el de cualquiera, debería ser año con año, la
fase mecánica del proceso administrativo es la de control y dirección y es así
para poder corregir y mejorar la tarea que se hace y en este caso, en materia
de seguridad no es la excepción. Lo anterior debido a que no existen los
indicadores que permitan saber cómo vamos, es decir, solo vamos guiados por
estadísticas que, según quien las realice, será el significado de las mismas.
Este año que está por iniciar es el momento preciso para poder realizar eso y
poder corregir lo que se lleva haciendo de una forma incorrecta al cuarto año
de una gestión que dura seis, suena complicado y hasta cierto punto
decepcionante. Si algo nos ha quedado claro a los mexicanos es que la política
de abrazos y no balazos ha sido inútil y peligrosa
2)
La magia de las estadísticas
¿A qué nos referimos con esto? Es cierto a que el número de
homicidios ha bajado, pero esto no es señal de que las cosas se están haciendo
bien, ya que el número de desaparecido se ha disparado alarmantemente, ahora
bien, muchos de esos desaparecidos ya han sido, desgraciadamente, privados de
la vida, sin embargo, aunque se tengan los datos para corroborar esto, sin
cuerpo, no hay homicidio; lo que hace que pareciera que, efectivamente, estamos
un poco mejor. Lo mismo pasa a la inversa, en lo local un jefe de policía puede
estar dando resultados excelentes en materia de seguridad y se ha ganado a
pulso a la ciudadanía, lo que genera confianza y la gente comienza a denunciar
delitos que antes no hacía. Lo anterior generará un alza en las estadísticas,
pero no quiere decir que necesariamente exista una crisis en materia de
seguridad, si no que, los delitos que antes no se denunciaban, ahora, por
confianza a sus autoridades lo están haciendo. Pero si no existe una correcta
comunicación con las autoridades locales (alcaldes, gobernadores) para explicarlo
y no se le explica a la ciudadanía, los datos podrían alarmar a la comunidad.
3)
La coordinación
No se tienen planes regionales en materia de seguridad a
nivel nacional, ni a nivel estatal y pocas veces a nivel municipal, lo que, en
un mundo interconectado de forma física y virtual estrategias poco contundentes
los delitos y la fenomenología delincuencia no son las mismas en el norte que
en el sur o en el centro del país en incluso dentro de un estado o un municipio
(donde los delitos cambian o mutan de colonia a colonia) por lo que se deben
generar estrategias individualizadas para cada región y orden de gobierno que a
su vez estén coordinadas y articuladas hasta llegar a un plano federal. Si
centralizamos los programas o las acciones a ideas que se generan desde un
escritorio en el centro del país, la crisis en materia de seguridad seguirá o
se agudizará.
4)
El apoyo ciudadano
Hoy más que nunca la ciudadanía se ve reacia a
colaborar con las instituciones de seguridad y esto se deba que no se puede
contar con el apoyo ciudadano si existe desconfianza en los mismos derivados de
malos resultados. En un modelo contemporáneo de seguridad ciudadana, una de las
herramientas vitales con las que se cuenta es la llamada “Inteligencia Social”
donde, gracias a la confianza y legitimación con las que cuentan las
instituciones policiales la ciudadanía no opone resistencia para proporcionar información
que la institución convierte en Inteligencia para poder dar frente a la
delincuencia. Hoy en día, la Encuesta Nacional de Victimización y Percepción
sobre Seguridad Pública (ENVIPE) señala que en este 2022 la ciudadanía no
confía en sus instituciones policiales.
5)
Fortalecimiento de las policías estatales
y municipales
El 90% de los delitos se cometen en el fuero común
por lo que, en teoría nos indica que las instituciones que día a día enfrentan
a la delincuencia deberían ser las más profesionalizadas, desgraciadamente, en
este reino del revés que se volvió nuestro México, lo anterior no ocurre,
teniendo elementos policiales mal pagados, mal capacitados y mal equipados; no me refiero solamente a los compañeros que día a día están en la calle, sino
también a sus mandos que en muchas ocasiones son personas sin experiencia o sin
calidad moral para cumplir con los cargos. Sin embargo, con todo lo anterior en
contra, son quienes hacen la mayor carga laboral y no se les reconoce, tal
pareciera que el proyecto insignia de la administración federal, la Guardia
Nacional, es quien realiza el trabajo y no hay nada más lejos de la realidad,
por lo que el reconocimiento a la labor para los hombres y las mujeres que día
a día salen a salvaguardar la seguridad de la ciudadanía (pese a las carencias)
se vuelve necesario.
En 2014, bajo el mandato del presidente estadounidense
Barak Obama, se generó un equipo interdisciplinario integrado por policías,
jueces, magistrados, catedráticos, abogados, psicólogos y líderes sociales con
el fin de realizar un estudio que diera las directrices de qué características
deberían tener los cuerpos policiales del siglo XXI, los resultados que este ejercicio derivó se
conocen como los 6 pilares para la vigilancia policial del siglo XXI y aunque
este ejercicio fue desarrollado en Estados Unidos muchas policías los han
adoptado para poder mejorar sus instituciones policiales. En nuestro país
varios estados y municipios los han adoptado con el fin de poder generar un
cambio social positivo, estos pilares son:
a)
Construir confianza y legitimización
b)
Política de supervisión y rendición de cuentas
c)
Tecnología y redes sociales
d)
Proximidad social y reducción de la criminalidad
e)
Entrenamiento y Educación Policial
f)
Seguridad y Bienestar de los elementos
policiales
Todo año que inicia es una gran oportunidad de
iniciar de nuevo, de renovarse, de mejorar. La presente crisis en materia de
seguridad ha llegado a niveles intolerables, debemos despertar todos y hacer un
frente común para que, cada quien desde su trinchera, hacer lo que nos
corresponde, la ciudadanía desde respetar reglamentos de tránsito o leyes
locales, servidores públicos realizando diligentemente al tarea que les ha
asignado la sociedad, políticos dejando de tratar de inventar el hilo negro y
poniéndose a trabajar respetando la ley porque si no es hoy, quien sabe si ya
tengamos un mañana.
hidalgomontes@gmail.com
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