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lunes, 26 de diciembre de 2022

 Los retos en Materia de Seguridad para este 2023 en México

 

Por: Guillermo Alberto Hidalgo Montes

 


El año 2023 está a la vuelta de la esquina y en materia de seguridad se presentan 5 retos que el estado mexicano afrontará en materia de seguridad: 1) rendición de cuentas, 2) los datos que no son “los ostros datos”, 3) la coordinación, 4) el apoyo ciudadano y, 5) el fortalecimiento de quienes realmente enfrentan a la delincuencia en el 90% de las ocasiones, las policías locales

 

1)   Rendición de cuentas

 

El pasado21 de diciembre el Senador Ricardo Monreal hizo un llamado para revisar la estrategia que en materia de seguridad “desarrolla” el gobierno federal. Este llamado para una estrategia “desarrollada” desde hace ya cuatro años es simplemente decepcionante. Si pudo notar estimado lector, entrecomillé la palabra “desarrolla”, y fue de esa forma debido a que si algo se ha caracterizado la estrategia en materia de seguridad del gobierno federal es la de no tener estrategia. Este llamado para el actual programa de seguridad, así como el de cualquiera, debería ser año con año, la fase mecánica del proceso administrativo es la de control y dirección y es así para poder corregir y mejorar la tarea que se hace y en este caso, en materia de seguridad no es la excepción. Lo anterior debido a que no existen los indicadores que permitan saber cómo vamos, es decir, solo vamos guiados por estadísticas que, según quien las realice, será el significado de las mismas. Este año que está por iniciar es el momento preciso para poder realizar eso y poder corregir lo que se lleva haciendo de una forma incorrecta al cuarto año de una gestión que dura seis, suena complicado y hasta cierto punto decepcionante. Si algo nos ha quedado claro a los mexicanos es que la política de abrazos y no balazos ha sido inútil y peligrosa

 

2)   La magia de las estadísticas

¿A qué nos referimos con esto? Es cierto a que el número de homicidios ha bajado, pero esto no es señal de que las cosas se están haciendo bien, ya que el número de desaparecido se ha disparado alarmantemente, ahora bien, muchos de esos desaparecidos ya han sido, desgraciadamente, privados de la vida, sin embargo, aunque se tengan los datos para corroborar esto, sin cuerpo, no hay homicidio; lo que hace que pareciera que, efectivamente, estamos un poco mejor. Lo mismo pasa a la inversa, en lo local un jefe de policía puede estar dando resultados excelentes en materia de seguridad y se ha ganado a pulso a la ciudadanía, lo que genera confianza y la gente comienza a denunciar delitos que antes no hacía. Lo anterior generará un alza en las estadísticas, pero no quiere decir que necesariamente exista una crisis en materia de seguridad, si no que, los delitos que antes no se denunciaban, ahora, por confianza a sus autoridades lo están haciendo. Pero si no existe una correcta comunicación con las autoridades locales (alcaldes, gobernadores) para explicarlo y no se le explica a la ciudadanía, los datos podrían alarmar a la comunidad.

3)   La coordinación

No se tienen planes regionales en materia de seguridad a nivel nacional, ni a nivel estatal y pocas veces a nivel municipal, lo que, en un mundo interconectado de forma física y virtual estrategias poco contundentes los delitos y la fenomenología delincuencia no son las mismas en el norte que en el sur o en el centro del país en incluso dentro de un estado o un municipio (donde los delitos cambian o mutan de colonia a colonia) por lo que se deben generar estrategias individualizadas para cada región y orden de gobierno que a su vez estén coordinadas y articuladas hasta llegar a un plano federal. Si centralizamos los programas o las acciones a ideas que se generan desde un escritorio en el centro del país, la crisis en materia de seguridad seguirá o se agudizará.

4)   El apoyo ciudadano


Hoy más que nunca la ciudadanía se ve reacia a colaborar con las instituciones de seguridad y esto se deba que no se puede contar con el apoyo ciudadano si existe desconfianza en los mismos derivados de malos resultados. En un modelo contemporáneo de seguridad ciudadana, una de las herramientas vitales con las que se cuenta es la llamada “Inteligencia Social” donde, gracias a la confianza y legitimación con las que cuentan las instituciones policiales la ciudadanía no opone resistencia para proporcionar información que la institución convierte en Inteligencia para poder dar frente a la delincuencia. Hoy en día, la Encuesta Nacional de Victimización y Percepción sobre Seguridad Pública (ENVIPE) señala que en este 2022 la ciudadanía no confía en sus instituciones policiales.

5)   Fortalecimiento de las policías estatales y municipales


El 90% de los delitos se cometen en el fuero común por lo que, en teoría nos indica que las instituciones que día a día enfrentan a la delincuencia deberían ser las más profesionalizadas, desgraciadamente, en este reino del revés que se volvió nuestro México, lo anterior no ocurre, teniendo elementos policiales mal pagados, mal capacitados y mal equipados; no me refiero solamente a los compañeros que día a día están en la calle, sino también a sus mandos que en muchas ocasiones son personas sin experiencia o sin calidad moral para cumplir con los cargos. Sin embargo, con todo lo anterior en contra, son quienes hacen la mayor carga laboral y no se les reconoce, tal pareciera que el proyecto insignia de la administración federal, la Guardia Nacional, es quien realiza el trabajo y no hay nada más lejos de la realidad, por lo que el reconocimiento a la labor para los hombres y las mujeres que día a día salen a salvaguardar la seguridad de la ciudadanía (pese a las carencias) se vuelve necesario.

 

En 2014, bajo el mandato del presidente estadounidense Barak Obama, se generó un equipo interdisciplinario integrado por policías, jueces, magistrados, catedráticos, abogados, psicólogos y líderes sociales con el fin de realizar un estudio que diera las directrices de qué características deberían tener los cuerpos policiales del siglo XXI, los  resultados que este ejercicio derivó se conocen como los 6 pilares para la vigilancia policial del siglo XXI y aunque este ejercicio fue desarrollado en Estados Unidos muchas policías los han adoptado para poder mejorar sus instituciones policiales. En nuestro país varios estados y municipios los han adoptado con el fin de poder generar un cambio social positivo, estos pilares son:

a)      Construir confianza y legitimización

b)     Política de supervisión y rendición de cuentas

c)      Tecnología y redes sociales

d)     Proximidad social y reducción de la criminalidad

e)     Entrenamiento y Educación Policial

f)       Seguridad y Bienestar de los elementos policiales


Todo año que inicia es una gran oportunidad de iniciar de nuevo, de renovarse, de mejorar. La presente crisis en materia de seguridad ha llegado a niveles intolerables, debemos despertar todos y hacer un frente común para que, cada quien desde su trinchera, hacer lo que nos corresponde, la ciudadanía desde respetar reglamentos de tránsito o leyes locales, servidores públicos realizando diligentemente al tarea que les ha asignado la sociedad, políticos dejando de tratar de inventar el hilo negro y poniéndose a trabajar respetando la ley porque si no es hoy, quien sabe si ya tengamos un mañana.



hidalgomontes@gmail.com





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