Derechos
Humanos: Una Protección Personal.
Por: Abog. Nayeli Salgado Becerra.
Los Derechos Humanos son absolutos porque son
inherentes a la propia naturaleza humana y nadie puede ser privado de ellos,
sin embargo, son relativos porque pueden ser limitados con la exclusiva
finalidad que se respeten los Derechos de otras personas.
Hablar acerca de la historia de esos Derechos
resultaría un poco complejo, y en suma a todos aquellos antecedentes, podemos
retomar lo que Raymundo Brenes dice respecto de ellos en su libro de
“Introducción a los Derechos Humanos”, empatándolos como un invento de la
civilización y que es a través de este como se magnifican y comienzan a incluirse en una modernización
científica y política, que va desde la
medicina hasta la comunicación. El principal objetivo que los Derechos Humanos
como herramienta prescindible es prevenir una catástrofe que amenace la vida
humana.
El privilegio de la dignidad humana no está en
discusión, se le acepta desde las más diversas teorías y filosofías; es un
valor supremo por encima de los demás, por ello, como lo ha afirmado Héctor
Gross (1988) “Los Derechos Humanos jamás se extinguirán, son consustanciales
con la idea del hombre, subsistirán siempre ontológicamente y renacerán en la
realidad de la existencia política, ya
que la libertad jamás podrá ser eliminada, por que el hombre es, en esencia, su
libertad”.
Las violaciones a los Derecho Humanos,
probablemente existan mientras el hombre exista en el planeta, porque es un ser
complejo. Lo importante es que si un funcionario público viola o transgrede
alguno de esos Derechos de un gobernado, al funcionario público se le aplique
la ley; ya que de acuerdo con el Derecho, esa violación no debe de quedar
impune.
Una buena parte del futuro de los Derechos Humanos
se encuentra en el conocimiento, en la educación y la cultura sobre ellos.
Como lo vimos en el artículo pasado acerca de
la legalidad, un factor esencial es el conocer en este caso, lo más primordial
para un desarrollo integral, una convivencia social; se habla mucho acerca de
valores y cabe recordar que la principal fuente de estos es en el núcleo de
toda sociedad como lo es la familia, es cierto que la enseñanza de estos
podrían variar respecto a la cultura, o a la educación como bien se menciono
líneas anteriores. Lo que si es una realidad es que para poder exigir que se respeten
esos Derechos tenemos que conocerlos y sobre todo que exista una Cultura de la Legalidad.
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