Pacificando México

Por: Mtro. Eduardo García Anguiano

          La situación nacional nos sugiere el imperativo de realizar esfuerzos generales en favor de la paz.

México vive problemas que se conjugan y aceleran por el momento electoral:

• Violencia delictiva que deriva en delitos de orden común. 

• Delitos del orden federal. 

• Participación de personas que se benefician directa e indirectamente de la economía criminal. 

• Connivencia de autoridades de distinto nivel con los grupos delictivos. 

• Debilidad del Estado en el ejercicio legítimo de la fuerza legal. 

           Ante ello, los aspirantes a diversos cargos de elección popular han tocado algunos de estos temas cuestionando la estrategia actual de seguridad; sin embargo, a pesar de los muchos diagnósticos que aluden, las salidas terminan en un punto falso pues no se trata de la estrategia que tanto cuestionan, ya que es consecuencia de la política y más en concreto: de las diversas políticas aplicadas por las distintas autoridades locales y federales.

           Aunado a ello, la población por un lado se beneficia de la economía criminal y por otro, los grupos de la sociedad civil en poco ayudan a los esfuerzos estatales y terminan realizando acciones por su cuenta.

     La situación amerita no un cambio de estrategia, sino de paradigmas que aporten a una nueva visión que se decante en políticas concretas en las diversas áreas que deben trabajarse para pacificar a México.

A reserva de continuar con el tema, enlisto algunos puntos:

• La pacificación como punto toral de la visión y objetivos de México en el futuro inmediato. 

• Los acuerdos institucionales y sociales en pro de la pacificación. 

• Derivado de los consensos políticos y sociales que aporten legitimidad, definir dos políticas: la de seguridad nacional y la de seguridad pública, ambas sustentadas en la legalidad. 

El filósofo holandés Erasmo de Rotterdam expresó: “La paz más desventajosa es mejor que la guerra más justa”.

@EGAnguiano