Más soldados, menos policías y peores resultados.
El abandono de las policías municipales
en México
Por: Guillermo
Alberto Hidalgo Montes
La ahora
presidenta de México, Claudia Sheinbaum Pardo tiene un gran reto en materia de
seguridad por delante. Durante la administración del ahora expresidente, Andrés
Manuel López Obrador, el abandono y el desdén a las policías municipales se
recrudeció. Ya que las instituciones policiales locales que deberían ser el
primer eslabón de seguridad en todo el país sobreviven casi de milagro con el
mínimo de recursos y cada vez más vulnerables a los embates de la delincuencia
organizada.
Tan sólo de
2021 a 2022, los ataques de grupos armados a las policías municipales
aumentaron la friolera de 141%. Además, para colmo de los males, dichos
enfrentamientos no se dan en igualdad de circunstancias. Lo anterior debido a
que los criminales tienen mejor equipo y armamento en contraste con los
elementos policiales, que en su gran mayoría carecen de todo: vehículos en buen
estado, armas adecuadas, municiones suficientes, uniformes y hasta chalecos balísticos
para su protección.
Este
desmantelamiento sistemático de las policías municipales comenzó en 2021 con la
eliminación del Programa de Fortalecimiento para la Seguridad (FORTASEG). Quitarles
recursos a las corporaciones municipales empeoró las ya deterioradas
condiciones de los policías debido a que, en la mayoría de las localidades, sus
autoridades invertían muy poco en ese
tema se mal acostumbraron a solo invertir lo que la federación les daba. Por lo
que, al tener que hacer uso de recursos propios que muchas veces se ven
insuficientes por una mala gestión presupuestal local, se dejaron de comprar
patrullas, no se les da mantenimiento a las que se tienen, el armamento se ve
rápidamente insuficiente y vas dejando de tener elementos policiales debido a
que no tienes recursos para soportar el gasto corriente que se genera. Lo que
desemboca en un sensible aumento del miedo, la violencia y la delincuencia.
La administración federal saliente acabó con el dinero que se entregaba a las corporaciones municipales. Aunque el entonces presidente López Obrador lo negó en sus famosas mañaneras, la última vez que se etiquetaron recursos en el presupuesto de egresos de la federación para la Seguridad Pública local fue en 2020. Desde entonces la prioridad del gobierno federal es la Guardia Nacional (que resultados positivos que ustedes digan, uy que bárbaros, pues no han dado). La organización Causa en Común ha documentado que de 2020 a 2023 el presupuesto para esta institución pasó de 4,000 millones a 67 mil 800 millones de pesos. Un crecimiento de 17 veces en 3 años. El cual se trata de dinero mal invertido, los casi 200,000 asesinatos en el sexenio de López Obrador y el incremento de la inseguridad han roto todos los récords de violencia de las últimas décadas en México instituciones como el INEGI, Causa en Común, entre otras, así lo indican
Las
instituciones policiales de orden municipal son el eslabón más frágil y sin
embargo, el más importante de todo el Sistema de Seguridad Pública, lo anterior
se debe a que la mayoría de incivilidades (faltas administrativas) así como
delitos, son de fuero común por lo que una policía local fortalecida y sana se
vuelve el cimiento de una estrategia de seguridad exitosa.
Otro punto a
resaltar es que, hoy en día, ser policía municipal es una actividad de alto
riesgo. Tan solo en 2022, 136 elementos policiales fallecieron durante su
jornada laboral según el censo del Instituto Nacional de Estadística y
Geografía (INEGI), la mitad de los cuales sucedieron durante disputas con
grupos armados de la delincuencia organizada. Por otra parte, en lo que va de
2024, al menos 113 policías municipales han sido asesinados en el país según
datos de la organización Causa en Común. En los homicidios de este año, destaca
la cantidad de ataques en entidades como Guanajuato, Estado de México y Nuevo
León. Las pugnas por el territorio entre grupos delincuenciales, cada vez más
empoderados, pone a los elementos locales en franca vulnerabilidad. Si
colaboran con los delincuentes corren el riesgo de ser asesinados y si deciden
no participar… también.
Ante estas adversas condiciones ¿quién quiere
ser policía municipal en México? La verdad es que cada vez menos personas
buscan esta profesión. En el sexenio de López Obrador, el número de policías
locales pasó en 2 años de casi 189,500 a 173,400 (la cifra más baja desde 2010).
Al olvido institucional se suma el empoderamiento exponencial, violento y sin
precedente de los grupos delincuenciales, todo esto aderezado cual ensalada,
por la apuesta, rayando en necedad del amigo que mala copea en el antro, del
gobierno federal por el despliegue de soldados de la Guardia Nacional (GN) sin
labores de inteligencia previos ni una estrategia local específica (no todas
las comunidades ni los fenómenos delincuenciales son iguales). De esta forma,
las instituciones municipales están expuestas ante la delincuencia; no son
apoyadas por la Guardia Nacional (GN) y reciben tareas para las cuales no
fueron preparadas. Tal y como está ocurriendo con las fuerzas armadas que ahora
tienen que hacer de todo menos para lo que se instituyeron. El descontento de
muchos mandos medias y altos dentro de las fuerzas armadas es cada vez más
visible (como lo hacen patente muchos audios y videos en redes sociales donde
expresan su sentir).
La nueva
estrategia nacional de seguridad acaba de ser presentada, la cual se cimentará
en cuatro ejes: 1) Atención a las causas; 2) consolidación de la Guardia
Nacional; 3) fortalecimiento de la inteligencia e investigación; y 4) coordinación
con las entidades federativas. Es precisamente en el eje número cuatro donde se
ve una luz al final del túnel, solo el tiempo lo dirá si esa luz era para
recuperar a las instituciones policiales locales o era la luz que indica la
transición a una mejor vida. Queda claro que la militarización de las
instituciones policiales no ha funcionado y que mas dinero no es proporcional al
discurso de “más calidad”.
hidalgomontes@gmail.com
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