Se arman los delincuentes, desarman a los ciudadanos, y México culpa a los fabricantes de armas (no es chiste, es anécdota).
Por: Guillermo Alberto Hidalgo
Montes
Esta historia se
remonta a un no muy lejano año 2021, cuando el entonces canciller de México y
ahora Secretario de Economía, Marcelo Ebrard Casaubon era el portavoz de una
demanda penal contra 13 fabricantes de armas en Estados Unidos, entre las que
se encontraban marcas como: Smith & Wesson, Barrett, Beretta, Glock,
Colt's, Ruger, entre otras, donde se buscaba una compensación por los daños
económicos y sociales derivados de la violencia armada en el país. Esta
maniobra en su tiempo fue vista por muchos como un sinsentido y por otros como
un audaz movimiento de la administración del entonces presidente López Obrador.
Inicialmente, aunque
la demanda había sido admitida, un juez rechazó la demanda del gobierno
mexicano, argumentando que la legislación vigente exime a los fabricantes de
armas de cualquier responsabilidad por el uso ilegal de sus productos. Sin
embargo, un tribunal de apelaciones reabrió el caso, apoyado en la afirmación
de México de que entre el 70% y el 90% de las armas recuperadas en crímenes
fueron traficadas desde Estados Unidos, según documentos judiciales.
Los fabricantes han
solicitado que la Corte Suprema norteamericana revoque esta decisión,
advirtiendo que podría desencadenar una oleada de demandas tanto de gobiernos
extranjeros como de Estados Unidos, intentando responsabilizar a la industria
armamentística por la violencia causada por los usuarios de sus productos y si
lo vemos de forma objetiva y seria, tienen razón, y ahora pondremos un ejemplo
de esto:
Lo que se está
demandando es tan absurdo como intentar denunciar penalmente a las empresas
automotrices por las muertes causadas por conductores en estado de ebriedad o denunciar a las empresas embotelladoras de cerveza por la violencia ejercida hacia las mujeres llevada a cabo por hombres bajo el efecto de sus productos. Las fábricas de
armas no venden directamente al público civil. Es decir, lo hacen a través de
armerías legalmente establecidas. El verdadero problema radica en la falta de
supervisión adecuada sobre estas armerías en Estados Unidos. En todo caso, la
solución al problema sobre el tráfico de armas desde la Unión Americana, también
llamado “Río de metal” (por la cantidad de armamento que pasan de Estados
Unidos a territorio mexicano) es generar una estrategia de mayor vigilancia y
estricto control de las ventas de que se hacen, así como el establecimiento de
reglas claras para los compradores de armamento así como un trabajo coordinado dentro
de las aduanas por parte de ambas naciones. Quien quiere importar legalmente,
enfrenta toda serie de trabas burocráticas y administrativas, incluyendo ahora
señalamientos sobre cuotas "no arancelarias" del crimen organizado,
mientras que quien quiere saltarse la ley lo hace sin tantas trabas....
incluyendo, ingresando armas de fuego y sus componentes que terminan en manos
del crimen organizado y no organizado (y esto también es la cruda verdad).
Lo anterior, sin
llegar a los extremos de México, donde un derecho constitucional (artículo 10º)
que es poseer un arma de fuego para protección domiciliaria, actividades
cinegéticas y de tiro deportivo está siendo sobre regulado, complicando aún más
el acceso legal a las armas para los ciudadanos, lo que genera que muchas armas
dentro del mercado negro no vayan a grupos delincuenciales como se supone, sino
a ciudadanos que tratan de defender a su familia y sus pertenencias (esto es un
hecho nos guste o no).
En México, adquirir
un arma de fuego legalmente implica cumplir con una serie de requisitos
estrictos, los cuales quienes poseemos armas debidamente registradas para las
actividades antes mencionadas (protección domiciliaria, caza o tiro deportivo)
cumplimos a cabalidad. Sin embargo, las leyes actuales parecen estar diseñadas
para desarmar a los ciudadanos, no a los delincuentes. ¿Por qué? Porque los
delincuentes, por definición, no siguen las leyes. Así que ellos seguirán la
tendencia de hacerse de armamento de forma ilegal. Hoy en día se tiene una
propuesta para restringir más el acceso a las armas a los ciudadanos y reitero:
a los ciudadanos; personas que hemos comprobado un modo honesto de vivir,
pasado exámenes psicológicos, y requisitos documentales...
En lugar de culpar a
otros países o entidades privadas por la crisis de violencia en México,
deberíamos concentrarnos en problemas verdaderamente relevantes como la salud,
la seguridad, la impunidad y la economía. Estos son factores que alimentan la
percepción de que la violencia es una solución viable a los problemas sociales
del país.
Un miembro de la
delincuencia organizada no va a entregar su arma, ya que es su herramienta de
trabajo. La propuesta de modificar la Ley Federal de Armas de Fuego y
Explosivos busca desarmar a los ciudadanos, algo completamente diferente y
contraproducente y desgraciadamente las propias cifras del estado mexicano han
dejado claro en la crisis que en materia de seguridad estamos. Aunque en
conferencias matutinas se diga desde hace años lo contrario, solo basta ver
cifras de entidades estatales, organizaciones internacionales, así como ONG´s
para comprobarlo.
Es momento de dejar
de culpar a terceros o a gobiernos pasados por lo que ocurre en México.
Necesitamos unirnos, pero en torno a nuestro país, no en torno a ningún
gobierno en particular. Al final del día, no podemos vivir con miedo al Estado;
es el Estado el que debe temer al verdadero soberano: el ciudadano.
La demanda contra los
fabricantes de armas y la intención de modificar una ley que ya es anacrónica y
obsoleta (es de principios de la década de los 70´s), refleja la falta de
disposición de los servidores públicos encargados de legislar para buscar asesoría
de verdaderos especialistas. Solo a través de propuestas concretas, correctas y
viables podremos avanzar hacia el control de la violencia y la delincuencia en
nuestro país. Lo único que nos van a gritar desde las Cortes en Estados Unidos
con esta demanda será un: ¡ya siéntese señora! y eso no necesita la jefa del
Estado mexicano, necesita propuestas que abonen, que unan y que resuelvan.
hidalgomontes@gmail.com
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