Criminal; ¿Nace o se Hace?
Por: Crim. Roberto Carlos Jurado Palomares
“Cuando odiamos a alguien, odiamos en su imagen
algo que está dentro de nosotros”.
Hermann Hesse
Es increíble que actualmente aun encontremos seudo expertos en “conducta
criminal” que sigan asegurando que el delincuente, infractor o criminal surge de
un eslabón perdido entre el hombre racional o normal y una rareza de la
naturaleza es decir algo así como una desviación o una contaminación del mismo
hombre racional. Algo así como si existiera la gente normal y discutiendo en el
concepto de normalidad podríamos tardarnos varios artículos discutiéndolo; el
punto de reflexión al que me gustaría llegar es que considero una postura
egoísta el poder clasificar o clasificarnos como seres.
Hemos construido sociedades, civilizaciones, gobiernos como seres
humanos y las circunstancias nos han llevado aunque cruel resulte aceptar a
nuestra delincuencia; será tal vez la incapacidad para poder ser más justos
entre nosotros, nuestra vanidad, los vicios, nuestros pecados, o será la
clasificación que nosotros hacemos de lo correcto, lo prohibido, lo bueno; etc.
Se ha tratado de explicar de tantas formas el porqué de la conducta o
del comportamiento del ser humano y las ciencias han expuesto de diferentes
postulados pero han llegado a la conclusión que es multifactorial y que la
forma más adecuada es tratar caso por caso.
Pero la soberbia académica y el sentimiento de superioridad nos sigue
llevando a seguir encerrando a las personas sin ni siquiera entender el porqué
de sus actos; ojo no estoy justificando el delito sino por el contrario
evidenciado esta que no hay tratamiento; entiendo que existe un sistema
idealista progresivo técnico que asegura tener todo para reinsertar a la
sociedad. Pero como ya lo mencione solo es un idealismo más.
Estamos en una
etapa en la que todo lo queremos resolver con el “Derecho Penal”; pero lo que
se nos olvida o al menos a los cuadrados es que el derecho es una creación de
nosotros; y por lo tanto sujeto a errores, exageraciones y claro perfectible;
pero no está escrito en piedra; se puede modificar.
Concluyo; las
formas y los medios por los cuales nos tratamos de autogobernar han retornado a
la barbarie con tintes de positivismo ya que estamos en una constante idea de
tratar de encontrar el hilo negro en nuestra humanidad, y lo real es que nos da
miedo aceptar que un delincuente es exactamente igual que tu; o que yo la
diferencia está en sus circunstancias y sus actos.
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