¿Dónde jugarán los niños?
Por: Guillermo Alberto Hidalgo Montes
El pasado 10
de enero de 2020 quedará en la memoria de la ciudadanía de la Ciudad Mexicana
de Torreón, en el estado de Coahuila donde un niño, de apenas 11 años, mató a
su maestra y luego se quitó la vida, no sin antes lesionar a seis personas (cinco
niños y un maestro de educación física).
Las
declaraciones de las autoridad no tardaron en transmitirse: “Un niño de 11 años
“al parecer con un problema disfuncional”, ingresó al plantel educativo dos
armas de fuego y fue quien asesinó a su maestra para posteriormente
suicidarse”, confirmaba Jorge Zermeño Infante, alcalde de Torreón,
Coahuila.
“Hay cuatro personas heridas,
creo que son tres niños y un maestro que andaba en el patio”, informó.
Tanto el
Gobernador del estado. Miguel Ángel Riquelme, así como el Fiscal estatal, el
Dr. Gerardo Marquez Guevara sostuvieron minutos después, en una rueda de prensa
de lo sucedido y que, debido a que el menor vestía ropa similar a la que usa el
protagonista de un videojuego llamado Natural Selection, los videojuegos
apuntaban a ser los responsables.
En este
panorama no hay nada más irresponsable que lo que las autoridades locales hicieron,
el señalar culpables antes de que se lleve a cabo una investigación juiciosa
raya en un sinsentido.
El problema no
son las armas, ni los video juegos, el hecho solo fue el resultado de un cúmulo
de factores no identificados a tiempo ni en el entorno familiar, el personal (es decir, las amistades), ni en el escolar. ¿Cuáles son dichos factores? ¡Ah! pues
eso es precisamente lo que hay que investigar.
El culpar a
las armas de fuego es lo más fácil de hacer, sin embargo, en una situación
límite el perpetrador pudo haber escogido otro instrumento para lograr su
cometido. El culpar a los videojuego también, ya que, en muchos de ellos se ven
escenas de violencia. Desde 1994 que se fundó el sistema estadounidense para
clasificar el contenido de los videojuegos, y asignarle una categoría
dependiendo de su contenido, el Entertainment Software Rating Board (ESRB por sus siglas en inglés) se han hecho
docenas de investigaciones por parte de universidades y ONG´s en todo el mundo
que han concluido de forma tajante que los videojuegos, no generan violencia y
para ejemplificar lo mencionado, daremos un dato. Japón ocupó el puesto número 9 en
el Índice Global de la Paz, liderado por Islandia. Este ranking enumera a los
países más seguros del mundo y también a los más inseguros. Según los reportes
de la oficina de la ONU sobre drogas y
crímenes (UNDOC), en ese mismo en suelo nipón se cometieron 0.28 homicidios por
cada 100 mil habitantes. Estas cifras indican que, aunque estos casos existen,
son muy bajos con relación a otros países, como por ejemplo México. Usted dirá
¿Eso que tiene que ver? Pues imagínese que Japón y Corea del Sur, son los
países que más consumen videojuegos, los índices de asesinatos con armas de
fuego son más bajos que el resto. Estos países asiáticos son unos de los más
seguros del mundo gracias a una combinación entre leyes rigurosas, políticas de
prevención y un conjunto de actividades comunitarias y educativas.
Entonces ¿quiénes
son los culpables? La verdad, es que todos lo somos en cierta medida, si leyó
usted bien, toooooooooooooooooooooooooooodos. Lo más fácil del mundo es culpar
a los que tenga que ver con la violencia y satanizarlo. Es tan infantil como el
siguiente dato: al año mueren más personas en el mundo por accidentes donde
automóviles se ven involucrados que por armas de fuego, entonces ¿Por qué no los han prohibido si son
los instrumentos que causan las muertes?
La verdad es
que, nos duela reconocerlo, hubo señales
anteriores al hecho que, de ser identificadas y atendidas pudieron
evitar esta tragedia, es importante la inclusión de personal con conocimientos
en factores que generen violencia y delincuencia en puestos de prefectura
dentro de las instituciones educativas para poder prevenir a tiempo estas
desgracias, más importante aún, se necesitan padres responsables que asuman su
rol, que entiendan de principios, valores y disciplina y que educar a
los hijos no es ponerles una Tablet o un Smartphone para que se entretengan o no hagan un berrinche,
para todo hay edad, lugar y momento solo así nos dejaremos de pregunta ¿Dónde
jugarán los niños?.
Precisamente yo como madre de familia estoy al pendiente de las emociones, escuela y desarrollo de mis hijos, es una tremenda irresponsabilidad dejar lo que nos corresponde como padres a los maestros o gobierno.
ResponderEliminarGran comentario, es importante entender la paternidad como un trabajo de responsabilidad
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