Los
10 Mandamientos de un Sistema Arrogante.
Por: Psic. Carlos Alfredo Sánchez Cortés
En
esta participación tocaré un tema de mucha importancia aunque no muchas veces
tocado y es de la manipulación social y su relación con la seguridad pública y
la prevención de los delitos, motivo por lo cual comenzaré por hacer la
siguiente definición:
Mandamiento: (De mandar).
1. m. Precepto u orden de un superior
a un inferior.
2. m. Cada uno de los preceptos del
Decálogo y de la Iglesia.
3. m. Der. Despacho del juez, por
escrito, mandando ejecutar algo.
El
control que se puede ejercer sobre el colectivo puede tener diversas
manifestaciones y componentes; sus alcances normalmente son variados y sus
mecanismos tan diversos y sutiles que llegan a formar parte de una
cotidianeidad tan delimitada y estructurada sobre las subjetividades sociales,
que no concebimos siquiera, su existencia.
Realidades
que parecieran alternas a la nuestra, nutren continuamente tanto nuestros
anhelos de desarrollo como nuestros miedos, y se proyectan ante nosotros de
manera arbitraria y desmedida, que quedan desapercibidos sus ejecutores y los
intereses que persiguen.
Activista
social, lingüista y filósofo estadounidense, pero ante todo crítico de la
dinámica económica-social capitalista, Noam Chomsky distingue 10 estrategias de
manipulación mediática, que conducen y delimitan la opinión pública, con la
finalidad de coaccionar a la sociedad. Estas 10 estrategias que, parecieran
suministrarse al pie de la letra, han permitido que algunos ostenten una
posición “superior”, sobre aquellos considerados inferiores, sin importar las
cualidades de unos y otros; es en concreto, ejercicio y manifestación de poder
y control.
Estrategias de manipulación mediática:
- La estrategia de la distracción
El
elemento básico del control social, consiste en desviar la atención del público
de los problemas importantes y de las decisiones tomadas por las élites
políticas y económicas, bombardeando a las masas de continuas distracciones y
de informaciones insignificantes. En los países occidentales, los eventos
deportivos, telenovelas, así como los programas de concurso, son los
predilectos.
- Crear problemas y después ofrecer soluciones
Se
crea arbitrariamente un problema, que a su vez causará una reacción determinada
en el público, a fin de que éste acepte
(incluso exija) la “solución” que previamente hemos decidido imponer. Esta
medida permite elevar la precepción de protección y sensibilidad social de
aquellos que ejercen el control. Caso claro lo vemos evidenciado en la
violencia socioeconómica, que genera pobreza y marginación, y a su vez se
ofrecen alternativas de solución asistencialistas
para su “solución” inmediata.
- La estrategia de la gradualidad
Facilita
la aceptación de medidas que de otra forma serían rechazadas. Para hacer que se
acepte una medida inaceptable, basta aplicarla gradualmente por un tiempo ya
determinado. Como ejemplo de esto tenemos el llamado “gasolinazo”, práctica que
consiste en el incremento gradual y periódico del costo de la gasolina, bajo la
justificación de aminorar el impacto negativo que, sobre las finanzas públicas,
generan las variaciones en el costo del petróleo en el mercado internacional.
- La estrategia de diferir
Una
manera efectiva de hacer aceptar una decisión impopular es la de presentarla
como “dolorosa y necesaria”, obteniendo la aceptación pública, en el momento,
para una aplicación futura. El mejor ejemplo que tenemos en México, es la
controvertida “guerra contra el narcotráfico”, que emprendiera el gobierno
Mexicano en el 2006, y que al momento ha dejado aproximadamente 50 mil personas
muertas, y que a la fecha sigue vigente como estrategia de seguridad pública
nacional.
- Dirigirse al público como criaturas de poca edad
La
mayoría de la publicidad dirigida al público utiliza discurso, argumentos,
personajes y entonación particularmente infantiles, como si el espectador fuese
una criatura de poca edad o un deficiente mental. No es casual que hoy día
proliferen los spots en donde niños emiten recomendaciones y opiniones
dirigidas a los adultos que “educan”; al evocar al “ser infantil” (regresión), se debilitan el pensamiento abstracto y
crítico, se alude a la empatía y al afecto.
- Utilizar el aspecto emocional mucho más que la reflexión
Lo
emotivo permite sentir piedad, lástima, rabia, alegría, compasión, etc. ante
diferentes eventualidades, permite cobijar ideas fundamentadas en sus miedos,
temores, deseos y sueños; los sucesos sociales sirven como instrumento para
evocar nuestras más amplia gama de emociones que hacen a un lado el pensamiento
racional. “Lo que me hace sentir es más relevante que lo que me hace pensar”.
- Mantener al público en la ignorancia y la mediocridad
Hacer
que el público sea incapaz de comprender las tecnologías y los métodos utilizados
para su control y su esclavitud. El
deterioro de la capacidad intelectual que se logra a través de la deficiente
calidad educativa no sólo facilitará la manipulación de los ignorantes,
limitará su capacidad de análisis y limitará su panorama de alternativas de
solución a sus problemas, que tiene como resultado la dependencia a quienes le
dominan.
- Estimular al público a ser complaciente con la mediocridad
Algo
muy importante es lograr que el público justifique y promueva como una moda el
ser estúpido, vulgar e inculto, pregonando a la mediocridad como algo deseado.
La vaciedad del ser humano se divulga por medios electrónicos e impresos,
difundiendo el estereotipo del adolescente de escasos recursos intelectuales y
poca conciencia social, pero con alto poder adquisitivo, que se sobrepone a los
demás como un ser de éxito y porvenir
- Reforzar la auto culpabilidad
Cuando
como colectivo no se alcanzan las metas sociales, el achacarle la culpa a los
individuos por su falta de capacidades y aptitudes, se convierte en un
mecanismo que deslinda de responsabilidades al sistema disfuncional, se abre
paso al etiquetamiento social y por lo tanto a la discriminación y se facilita
la inclusión de un sistema de competencias rapaz. Cuando los individuos por fin
aceptan su culpabilidad dejan de revelarse contra el sistema; es el fundamento
del pecado original.
- Conocer a los individuos mejor de lo que ellos mismos se conocen
Cuando
se desprovista a la gente de espacios (temporales y espaciales) e instrumentos
para la reflexión y el autoconocimiento, más aún cuando se desvirtúa la
importancia de éste conocimiento, se genera la mayor ignorancia posible, el
desconocimiento de sí mismo. Cuando los individuos en sociedad desconocen sus
habilidades y debilidades, talentos, aptitudes, intelectos…, desconoce al mayor
instrumento de que dispone para aprehender el entorno: él mismo. Empobrecer la
calidad y cualidad del ser humano permite anticiparse a sus reacciones y
aumentar el control sobre ellos; tristemente esto constituye una de las bases
del capital humano: el ser humano como instrumento para la consecución de metas
y objetivos.
En el
marco de una gran de variedad manifestaciones sociales que exponen su
inconformidad ante la opresión y represión de un sistema que protege intereses
particulares; movimientos masivos que han traspasado fronteras y espacios,
tienen lugar tanto en las calles, como en los diferentes medios de comunicación
electrónicos e impresos, los vemos desarrollarse tanto en las principales
avenidas, como la televisión, la radio y más recientemente en internet, tiene
como constante la exaltación incontenible e inevitable, de lo que resulta de la
manipulación prolongada de las multitudes, del producto tan deseado por los
manipuladores que permite y facilita el control de los demás : la
irracionalidad.
Brotes
iracundos y emotivos resultan de aquellos quienes en un breve ejercicio de
racionalidad, se han hecho concientes de que han sido constantemente sometidos
y subyugados de la manera más vulgar, ridiculizándolos al exponer su
vulnerabilidad. Retomando un poco al psicólogo social francés Gustave Le Bon:
“La muchedumbre… es arrastrada casi exclusivamente por lo
inconsciente, sus actos se ejecutan bajo la influencia de la médula espinal
mejor que bajo la del cerebro. En esto se aproxima a la de los seres
primitivos. Los actos ejecutados pueden ser perfectos en cuanto a su ejecución
pero el cerebro no toma parte en ellos; el individuo obra siguiendo el azar de
las excitaciones exteriores y refleja las incesantes variaciones de aquellas.
Es pues, esclava de los impulsos que recibe. El individuo aislado puede estar
sometido a las mismas excitaciones que el hombre en muchedumbre; pero como su
cerebro le muestra los inconvenientes de ceder a ellas, no cede. Esto puede expresarse
psicológicamente diciendo, que el individuo aislado posee la aptitud de dominar
sus actos reflejos de nerviosidad, y la muchedumbre no.”
Resulta
entonces limitado y aventurado el juicio de lo opresión y represión de los
manifestantes, porque en el encuadre de la prevención, y por lo tanto de la
seguridad pública, ¿no sería más efectivo y económico un sistema socioeconómico
y educativo que fomente y promueva el desarrollo personal y colectivo? De lo
contrario el papel de las instituciones de seguridad pública pasaría a ocupar
el rol de peones del sistema manipulador, como agentes reactivos, para el
cumplimiento cabal del segundo mandamiento: crear problemas y después ofrecer
soluciones. En concreto, suministra las condiciones de subordinación necesarias
para el mantenimiento del sistema, que inevitablemente a la larga originarán un
malestar generalizado, por lo tanto crea un aparato regulador, (reactivo y de
control social, la mayoría de las veces) para mantener la estabilidad, y no el
equilibrio, en el sistema dominante.
Puntualiza
Harold D. Lasswell: Como las dificultades psicosomáticas con frecuencia ocupan
el foco de atención, generalmente conviene comenzar con el valor del bienestar;
revisar el pasado estado de salud, enfermedad, defectos y cuidado. Si para
cuando el bienestar va a ser considerado en detalle se ha construido ya un
marco sociopersonal, puede ser factible ayudar al sujeto a reconocer el grado
en que se ha explotado la enfermedad para obtener comodidad física, afecto,
respeto y otros valores.
Esto
me invita a pensar algo muy similar a lo que planteaba el sociólogo francés
Émile Durkheim con relación al suicidio como síntoma social, los brotes de ira
colectivos, las manifestaciones violentas, cualquier manifestación de violencia
no es más que un síntoma de un innegable malestar social. Y como síntoma social
es más sensato encontrar (y/o reconocer) y tratar el problema, que aplicar
soluciones a corto plazo que sólo neutralizan temporalmente dicho malestar.
Esto nos deja entre ver que las diferentes manifestaciones sociales tendrán las
características propias de su malestar, serán proporcionales a las
particularidades de su sometimiento.
Solamente
para concluir me anclaré a la siguiente idea de Serge Moscovici al analizar las
características de las masas:
“Siempre que unos hombres están reunidos, se sienten invadidos por
relaciones análogas. Comulgan en una fe superior. Se identifican con una
persona que los saca de su soledad, y a la que consagran una admiración total.
Tal es, en pocas palabras, la síntesis que transforma la colectividad de
individuos en un individuo colectivo. Sus intereses no son sino los guantes de
la pasión. Quitad los guantes, y quedan las manos; cortad las manos y los
guantes se vuelven inútiles. Su razón no es sino la espuma de la convicciones
fuertes y permanentes”
carl_san84@hotmail.com
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