La Rifa del Tigre por la Seguridad Ciudadana en México
Por: Guillermo Alberto Hidalgo Montes
Los altos
mandos de las fuerzas armadas en México no quieren que Omar García Harfuch sea
el secretario de Seguridad Pública Federal de la próxima administración
encabezada por Claudia Sheinbaum saben que existe una muy alta probabilidad que
les dispute el control de la Guardia Nacional (GN), una disputa que por estos
días se encuentra en la esfera de la Suprema Corte de Justicia de la Nación
(SCJN).
Lo anterior se
debe a que, con la Guardia Nacional dentro de la estructura de la Secretaría de
la Defensa Nacional (SEDENA), la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana
Federal solo está a cargo de Protección Civil y de los reclusorios. García
Harfuch nunca aceptaría ese cargo sin el control de la GN. Y con ello, la
operatividad y la inteligencia de la seguridad interior (sin dejar de largo,
los vastos recursos humanos, tecnológicos y económicos que conllevan)
Sin embargo,
es una disputa que, de darse, no sirve en lo absoluto, ya que más allá del
control hegemónico de la seguridad en México, existen policías locales y
estatales abandonadas. Quien resulte ganador de esta “lucha de poderes” tendrá
en sus manos una bomba de tiempo si no se da un golpe de timón al cómo (hasta
ahora) se han llevado las políticas en el orden criminológico y policiológico.
Sobra decir que hoy más que nunca, la seguridad es uno de los desafíos más
significativos que enfrenta México en la actualidad. Los problemas de seguridad
en el país son complejos y multifacéticos, afectando no solo la tranquilidad de
sus ciudadanos, sino también la estabilidad económica y política por lo que el
tema de la seguridad (en todas sus esferas) debería ser el eje central de la
política de la próxima administración federal.
1. Crimen Organizado.- El crimen organizado es uno de los
problemas más acuciantes en México. Cárteles de la droga, como el Cártel de
Sinaloa y el Cártel Jalisco Nueva Generación, han establecido redes de tráfico
de drogas, armas y personas que operan a nivel nacional e internacional. Estos
grupos no solo se dedican al narcotráfico, sino también a la extorsión,
secuestro y otros delitos violentos. Los cinco retos más importantes serán:
2. Fortalecimiento institucional.– Las
policías municipales y estatales están en franco abandono y son el primer
contacto del ciudadano con el estado. Según el INEGI, los delitos del fuero
común son un 96.3% contra el 3.7% del fuero federal Por otra parte, la Guardia
Nacional en papel se veía una idea que podría dar resultado, pero una precaria
selección del personal, una formación inicial reducida y de calidad
cuestionable y una profesionalización no estandarizada ha dejado a la vista de
todos miles de patrullas siniestradas, elementos operativos grabados en video
cometiendo ilícitos o haciendo procedimientos contrarios a toda regla en la
materia.
3. Corrupción.- La corrupción dentro de las
fuerzas de seguridad y las instituciones gubernamentales socava los esfuerzos
por combatir la violencia, la delincuencia y por ende, la impunidad. La
infiltración y colaboración del crimen organizado en estas instituciones
facilita sus operaciones y dificulta la implementación efectiva de políticas de
seguridad.
4. Impunidad .- La impunidad es otro reto
crucial. La corrupción y la falta de
confianza en las instituciones de seguridad hacen que muchos delitos que se
comenten no se denuncian, y de los que se denuncian, pocos llegan a ser
investigados y de estos, menos del 5% son resueltos adecuadamente (según el
INEGI). Esto desalienta a las víctimas a buscar justicia y perpetúa un ciclo de
violencia, delincuencia y desconfianza en las autoridades.
5. Violencia Generalizada.- La violencia en
México ha alcanzado niveles alarmantes, la tristemente célebre política de la
actual administración encabezada por el aún presidente López Obrador de
“abrazos, no balazos” ha afectado tanto a zonas rurales como urbanas. Los
homicidios, feminicidios, la violencia política, así como las desapariciones
forzadas son parte de la realidad cotidiana en muchas regiones del país y
desgraciadamente ya la hemos normalizado. Si a todo esto le sumamos el engañoso
sistema que se tiene para generar estadísticas no hace mas que acrecentar la
desconfianza de la ciudadanía. Por ejemplo: disminuyen los homicidios, pero
aumentan proporcionalmente las desapariciones y sin cuerpo…no hay homicidio)
6. Desigualdad y Pobreza.- Aunque una de las banderas de esta llamada Cuarta Transformación es el ataque a la desigualdad y la pobreza, la verdad es que organismos internacionales como la OCDE, y la OEA indican que las cosas en México no han mejorado mucho, incluso se han agravado por temas macroeconómicos, malas decisiones internas o por factores adyacentes como la antes mencionada violencia generalizada. Las comunidades más afectadas por la violencia y el crimen son a menudo aquellas con menos recursos y oportunidades (en la actualidad no podemos pensar en una zona o región de nuestro país que no esté sufriendo por temas de violencia).
A estas alturas del partido el quien se haga cargo
de la seguridad está en segundo plano. Poder abordar los desafíos de seguridad
en México requiere un enfoque integral que atienda tanto las causas directas
como los factores subyacentes de la violencia y la delincuencia. Es fundamental
fortalecer las instituciones, promover la cooperación internacional (que en
seis años poco se ha hecho) y trabajar en la prevención (de a deveras) y el
desarrollo social. Solo a través de un esfuerzo concertado y sostenido se podrá
lograr un entorno más seguro y justo para todos los mexicanos. Y la verdad es
que México ya se lo merece.
Por: Guillermo Alberto Hidalgo Montes
Muchas gracias por compartir este tipo de artículos.
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Trabajo en mktnoticias.com