Urapicho se Arma.
Por: Guillermo Alberto Hidalgo Montes.
Por el miedo a las múltiples amenazas
recibidas por el grupo de la delincuencia organizada de “Los Caballeros Templarios”
de entrar a la población, esta comunidad michoacana ha formado su propia
guardia de seguridad armada equipada con vestimenta militar, pasamontañas y
armas cortas y largas y que a través de barricadas instaladas en los dos accesos
al pueblo hechas de sacos de arena, madera y láminas de metal pretenden dar
alarma temprana para prevenir a la población en caso de peligro.
Esto es resultado del hartazgo de
la población y el olvido de las autoridades estatales y federales los han
llevado a tomar las armas, incluso los propios pobladores afirman que han
pasado más de 10 años (si, leyó usted bien, años!!) sin que una sola patrulla
se presente en la comunidad, la cual busca ser la tercera dentro de la entidad
federativa con policía comunitaria (después de Nurio en 2008 y Cherán en el
2011)
Precisamente estos vacíos de
poder son los que los gobiernos deben evitar ya que los aprovecha la
delincuencia organizada para colarse dentro del tejido social, usted estimado lector
puede decir: ¿No estás escribiendo que lo hicieron para la autodefensa de la
comunidad? Es cierto, para eso lo hicieron pero, ¿Acaso no están violando la
ley federal de armas de fuego y explosivos? ¿Quien se las consiguió?, ¿Quien
les consigue las municiones? ¿Quién garantiza que otra organización delictiva
este tras esta acción? Y es que como todos sabemos, “a río revuelto ganancia de
pescadores” y si el gobierno no provee de los servicios elementales de toda
comunidad como lo es la seguridad y la salud….alguien lo va a hacer, eso no hay
que dudarlo, recordemos que muchos capos de la droga como Pablo Escobar Gaviria
en Colombia, creaba literalmente colonias para la población, escuelas,
clínicas; otro ejemplo es el de Ignacio “Nacho” Coronel en Durango, por sólo
mencionar dos ejemplos y todo esto aprovechando los ya antes comentados vacíos
de poder.
El Gobernador de Michoacán Fausto
Vallejo Figueroa tiene un gran reto que puede volverse un estallido social,
pero no es el único estado, Chiapas, Oaxaca y Guerrero tienen escenarios
similares, ¿hasta cuando se hará un frente común sociedad-gobierno? O ¿será ya
demasiado tarde? Es un hecho que la seguridad pública es tarea de todos tanto
de los gobernantes así como de los gobernados y el problema no se resuelve con
más policías, armas o patrullas, sino con educación y corresponsabilidad, sin
estos dos factores será imposible alcanzar un Estado de paz y con educación no
me refiero a lo académico, que es sin dudarlo también fundamental para cerrar
el abismo de la desigualdad social. Sino de la educación en principios y
valores que es sin duda la medicina que hará que el tejido social sane.
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