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miércoles, 18 de junio de 2014

Claroscuros de “El Azul”


Por: Eduardo García Anguiano



“Para disipar una duda, cualquiera que sea, se necesita una acción”

Thomas Carlyle, historiador, pensador y ensayista inglés.


     Se ha escuchado que “El Azul” falleció, diversos medios de comunicación lo han informado y las instancias gubernamentales investigan el posible suceso. http://riodoce.mx/narcotrafico-2/se-fortalece-la-version-de-que-el-azul-murio-de-un-infarto/


     Tenemos trascendidos: que tuvo un accidente, falleció de un infarto, que fue cremado, sucedió en la capital del país, que fue en Sinaloa, en fin, diversas notas han circulado en la prensa nacional.


¿Qué escenarios se deprenden al respecto?:


     Escenario de “Certeza”.- En este caso es pertinente que las autoridades confirmen la muerte, independientemente de quien sea, en virtud de que el registro civil debe expedir un acta de defunción (¿?) y sus deudos hacer lo pertinente.


     Habría que realizar diversas periciales con las huellas en su expediente como exempleado de la Secretaría de Gobernación, o de cuando fue detenido, no sé si habrá manera de revisar el ADN, que algunos testigos dieran su versión, o en última instancia, esperar a que se dé la muerte legal. Este escenario se construye.


     Escenario de Incertidumbre.- No ha muerto. En este caso hay trabajo que realizar para las diversas autoridades, en virtud de las implicaciones legales que aún existieran y del impacto en la actividad económica formal e informal de “El Azul”.


  Escenario Virtual.- Afortunadamente hoy tenemos esta palabra y pues sólo ha desaparecido en los medios de comunicación impresos o electrónicos. Esto permitiría que ya no fuera buscado por las autoridades en virtud de que “percepción es realidad”, dicen los comunicólogos.


     Recordemos que en México han sucedido hechos que nutren el anecdotario de la cultura del narco: en un enfrentamiento en 2012, allá por Coahuila, falleció “El Lazca” y posteriormente se “fugó” de la funeraria donde era velado; en este caso el escenario “certeza” no se construyó.


     Otro ejemplo es el de “El Chayo” quien para el gobierno falleció en 2010 en Michoacán y posteriormente, también en Michoacán, murió de nuevo en marzo de este año, sólo que en la segunda ocasión las huellas dactilares comparadas con las de su Cartilla del Servicio Militar Nacional, fueron el medio que soportó dar a conocer su segunda muerte.


Cuánta verdad contienen las palabras del inglés Thomas Carlyle.


                                                                                                                                                                       @EGAnguiano



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