¿Universitarios o Delincuentes?
Por: Guillermo Alberto Hidalgo Montes
Hoy en día en
México y Latinoamérica contamos con una sobre oferta de centros universitarios
que ofrecen carreras como Criminología, Criminalística y Seguridad Pública,
entre otras afines esta sobre oferta más que beneficiosa se ha vuelto una arma
de doble filo, debido a que no se supervisa de forma real, sólo metodológica,
lo que las universidades intentan enseñar y a quienes se les enseña, es decir,
a los alumnos. En el tema de los alumnos, las mencionadas instituciones
educativas no saben a quién imparten los conocimientos que, mal aplicado pueden
y son aplicados para cometer ilícitos. En el contexto internacional tenemos el
ejemplo de Stephen Griffiths, estudiante de criminología en la universidad de
Bradford (West Yorkshire, norte de Inglaterra), que se hizo conocido por ser
llamado el Jack el Destripador del siglo XXI y quien fue detenido en el año
2010, de este lado del Atlántico tenemos ejemplos como el de José Emmanuel
Araujo Peláez, de 23 años de edad, estudiante de Criminalística y Criminología
que fue detenido el 1 de febrero de este año luego de que amenazara con matar a
su suegra y a otra persona en Puerto Escondido, Oaxaca, México. O el de Alejandro
Buenrostro Rubalcaba, de 21 años de edad El estudiante de criminología de la
teoría se fue a la práctica, que fue detenido por policías de Puerto Vallarta, Jalisco, México por colaborar en el robo un cajero automático el 8 de enero de 2015.
Claro que no
se puede prohibir la educación a nadie en ninguna latitud y también es
necesario puntualizar que el universo de estudiantes que se desvían del buen
camino es muy pequeño, pero es absolutamente imperativo señalar que es necesario
aplicar una serie de exámenes rigurosos para algunas carreras cuyos contenidos “sensibles”
pueden ser utilizados para cometer ilícitos, de otra manera estaríamos
profesionalizando a la delincuencia.
Claro que es una
prioridad que los elementos de los cuerpos de seguridad sean evaluados de forma
constante, aunque no de la manera que hoy en día se hace, porque ya ha quedado
demostrado que no ha dado los resultados deseados y se ha utilizado como
garrote político para deshacerse de elementos “incómodos” a los mandos
(situación que en otra colaboración explicaré) pero también es motivo de
preocuparse el generar mecanismos para saber qué le ensañamos a quien, en
cuanto a estos temas sensibles se trata ya que, este tema llevado a la ligera
(como hasta ahora se ha hecho) se convertirá en el dolor de cabeza de toda
Latinoamérica en su conjunto, ya que la sociedad estará profesionalizando a la
próxima generación de la delincuencia organizada.
hidalgomontes@gmail.com
No hay comentarios:
Publicar un comentario