El terrorismo esta aun vivo en la Unión Americana, pero... ¿Y en México?
Por: Guillermo
Alberto Hidalgo Montes
Este año 2025
ha iniciado de una forma violenta para la Unión Americana. Al menos 15 personas
murieron y 35 más resultaron heridas en
la madrugada del 1 de enero después de que un vehículo atropellara a una
multitud en Nueva Orleans, en Luisiana, durante las celebraciones de Año Nuevo,
el atacante, identificado como Shamsud Din Jabbar, un veterano del
ejército de EE.UU. de 42 años y En la camioneta se encontró una bandera
del grupo radical Estado Islámico, así como dos dispositivos explosivos
improvisados en neveras portátiles; la explosión sucedida fuera del Hotel Trump
de la ciudad de Las Vegas donde el perpetrador fue Matthew Livelsberger, un ex
Boina Verde altamente condecorado de 37 años de edad; o la sorpresa que se dio
después del arresto de Brad Spafford, puesto bajo custodia después de su
arresto el 17 de diciembre por la posesión de un rifle Barrett calibre .50 BMG
no registrado que dio un giro inesperado ya que, mientras ejecutaban una orden
de registro en su granja de 8 hectáreas en el condado de la Isla de Wight, los
investigadores encontraron "un arsenal de más de 150 artefactos explosivos
improvisados caseros"
que fueron evaluados como bombas caseras.
Estos hechos
dejan un claro mensaje: El extremismo violento que puede ser conducente al
terrorismo no se ha borrado en Estados Unidos. Este tipo de violencia, aunque
se ha sentido como algo relativamente nuevo gracias a la masificación de medios
de comunicación como las redes sociales, la verdad es que tiene cientos de
años, desde los Zelotes, un grupo extremista judío que en el siglo I cometía
asesinatos en contra de militares romanos a través un arma punzo córtate de nombre
“sica” (de ahí el termino sicario) pasando en el tema de hoy en América del
Norte por grupos de terrorismo doméstico (en este caso de extrema derecha) como
el Ku Klux Klan (KKK) un grupo
de odio terrorista supremacista blanco, conocido por promover por
medio de actos violentos y propagandísticos el racismo,
la xenofobia y
el antisemitismo, la homofobia,
el anticatolicismo y el anticomunismo.
Ya en la segunda mitad del siglo pasado, como el caso de Theodore John
Kaczynski, mejor conocido como “Unabomber”, activo de 1978 a 1995; el
lamentable atentado de Oklahoma perpetrado el miércoles 19 de abril de
1995 por Timothy McVeigh y Terry
Nichols, que tuvo como blanco el Edificio Federal Alfred P. Murrah;
el multicitado 11 de septiembre donde 4 aviones fueron secuestrados
simultáneamente y dejaron un saldo 2,996 muertos y alrededor de 25,000 heridos;
El atentado de la maratón de Boston que ocurrió el lunes 15 de
abril de 2013 en el cual los perpetradores fueron los hermanos Tamerlán y Dzhojar Tsárnayev. El cómo pueden radicalizarse es
multifactorial pero ya sean reclutados o auto alienados como en el caso de los
llamados “lobos solitarios” pone en alerta a las autoridades norteamericanas.
La polarización política y social, así como la masificación de la información a
través del internet son herramientas que abonan a que estos hechos sigan
sucediendo.
Sin embargo,
el escenario mexicano es muy diferente debido a las características de los
hechos que frecuentemente se presentan en México que, aunque SI (con
negritas y mayúsculas) legalmente cumplen con los requisitos asentados en el
artículo 139 del Código Penal Federal para llamarles terroristas, la verdad es
que la diferencia es el móvil, es decir el motivo del hecho en sí. Mientras que,
en Estados Unidos, estos hechos tienen un fuerte móvil ideológico (ya sea de
izquierda o derecha) en México los móviles son dos: económico y ganar o
mantener el poder de una organización delincuencial a través de un acto de
terror.
El complicado
panorama social que en ambas regiones se viven, por un lado por ideas y en otro
por dinero y/o poder pone en jaque a dos sociedades hartas de violencia e
inseguridad que pueden radicalizar las medidas que los gobiernos soberanos (en
este caso México y Estados Unidos) pueden tomar generando el caldo de cultivo
para violaciones de derechos humanos.
¿Qué
estrategias conjuntas se tomarán para poder disminuir estos hechos en ambos
lados de la frontera? ¿Estados Unidos
presionará al Estado mexicano para cambiar sus políticas en materia de
seguridad? ¿Seguirán los abrazos? Esta y otras muchas incógnitas están a días
de poder contestarse con el arranque del capítulo 2 de la administración Trump,
que se visualiza más radicalizada y con un deseo revanchista que puede generar
un aumento de este tipo de incidentes en nuestro vecino del norte mientras en
México la pregunta es ¿Se seguirá distrayendo la atención de la sociedad
mexicana para no llamar las cosas como son? Evocando al escritor irlandés del
siglo XVII Jonathan Swift la pregunta para la administración federal sería ¿Es
conveniente engañar al pueblo? La verdad, es que, como reza el proverbio árabe
“los ojos no ven lo que el cerebro no sabe” y el problema yace en que los
únicos perjudicados somos los propios ciudadanos.
hidalgomontes@gmail.com
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