El verdadero “segundo piso de la 4 T” inicia hoy con el regreso de Trump
Por:
Guillermo Alberto Hidalgo Montes
Hoy es un día
crucial para Estados Unidos y en particular, en todos los socios comerciales de
la superpotencia, entre ellos, México ya que, uno de los políticos más
polarizantes de lo que va del siglo, Donald Trump, regresa a la Casa blanca en
un hito político que ya es llamado “Trump 2.0”. En esta segunda ocasión, vimos
a un presidente electo mucho más empoderado, más estridente, con un equipo de
colaboradores mucho más compacto y radical, podemos decir… “más echado para
adelante” ya que no tiene nada que perder, en primer lugar, porque arrasó con
ambas cámaras en Washington y en segundo lugar (y más peligroso), porque ya no
podría reelegirse para un próximo periodo.
Este gran
“pequeño detalle” significa que podrá dar rienda suelta a sus más fuertes
impulsos, Trump aprendió que en su primer periodo en la Casablanca (de 2017 a
2021) estuvo limitado por la burocracia, por las leyes y por algunos
funcionarios públicos que veían que sus excesos tenían que ser contenidos, como
el caso de su primer Secretario de Defensa, el General Norman James Mattis. En esta
“revancha política” que la vida le otorga, se ha rodeado de personajes mucho
más leales, mucho más subordinados y sobre todo, mucho más comprometidos con su
movimiento, que es un movimiento altamente polarizante que quiere recuperar una
supuesta grandeza de Estados Unidos con base en un proteccionismo comercial,
base en un aislamiento internacional, transfiriendo la totalidad de la
responsabilidad a otros países de sus problemas de seguridad y en una xenofobia
contra los migrantes
Es inevitable
que todos tengan algún tipo de trueque o que reciban algún beneficio de la
relación con Estados Unidos, en cambio también Estados Unidos lo recibe y por
supuesto México es uno de los países que tiene una relación más profunda con
nuestro vecino. Lo tenemos en migración, en seguridad, en comercio, en medio
ambiente, en cooperación internacional y estamos a la expectativa de cómo va a
llegar Trump. Por ejemplo, en el tema de seguridad, ¿declarará a los cárteles
de drogas mexicanos como organizaciones terroristas? ¿tendremos una “invasión
suave”? En el tema migratorio, quizá haya acciones no serán inmediatas, por
ejemplo, en las deportaciones masivas, pues tardarán tiempo en materializarse, tal
como lo adelantó el virtual secretario de estado, Marc Rubio: “Se quiere
regresar el programa denominado “Permanecer en México”. Este programa, que, en
su primera vuelta por la Casa blanca, Trump le impuso al gobierno mexicano para
que en México se queden los migrantes de otros países que piden asilo en Estados
Unidos y que se esperen en ciudades fronterizas a que se resuelvan sus
solicitudes. Esta maniobra, impuso muchísima presión a ciudades fronterizas
mexicanas, que al aumentó súbito de su población vieron alteradas sus
capacidades para brindar servicios públicos básicos, así como un aumento de la
violencia y la delincuencia. Si Trump realmente pretende regresar esta
práctica, es posible que lo pueda hacer presionando al gobierno mexicano para
que lo acepte, también puede presionar al gobierno mexicano para que acepte a
migrantes deportados que no son mexicanos para que de aquí, ellos sean repatriados
a sus países de origen, lo cual también pues va a meter en apuros.
A pesar de que
la administración de la presidenta Claudia Sheinbaum acaba de cumplir 100 días,
la llegada de una nueva administración en nuestro vecino del norte, mayor socio
comercial y la mayor potencia mundial en estos días, generará un cambio de
velocidad para México sobre todo en materia comercial, aunque solo queda en
discurso, la política de “abrazos y no balazos”, en la práctica ya esta más que
enterrada, aún no está articulada una estrategia integrada en seguridad, las
cifras en materia de seguridad no cuadran, existen brotes de violencia en
México que ya no son focos rojos si no “fosforecentes” y el intercambio de
información entre autoridades mexicanas y norteamericanas es casi nulo lo que
causa que muchos temas relevantes como el “tren de Aragua”, la migración de
pandillas de El Salvador hacia México gracias a las políticas de Bukele pongan
en riesgo a los ciudadanos de ambos países.
Es hoy, con
este protocolo político con lo que realmente inicia la administración de la
presidenta mexicana, ¿habrá colaboración en todos los frentes con las
autoridades mexicanas? ¿Serán forzadas a colaborar? Sobre todo, en temas donde
ambas partes culpan al otro de sus crisis. Estados Unidos con su crisis de
opioides que, aunque es cierto que las organizaciones de crimen transnacional
mexicanas tienen un papel importante, la verdad es que, estados unidos se ha
visto incapaz de controlar el consumo. O en el caso mexicano, donde se cree que
estados unidos es el culpable de la crisis de seguridad que se viven en México
cuando, en realidad, es el resultado de una política retrograda, necia que
nunca funciono y generó más impunidad (que de por sí ya era un tema de
importancia en pasadas administraciones)
¿Qué pasará?
Sin duda estaremos viviendo capítulos dignos de una serie de streaming de
drama, manipulación y traiciones políticas.
hidalgomontes@gmail.com
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