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jueves, 17 de octubre de 2013

Piratería;
Esto no es un trabajo; es un delito
 

 

"Lo más aburrido del mal es que a uno lo acostumbra."
 Sartre, Jean Paul
 
 
Por: Crim. Roberto Carlos Jurado Palomares
 

 

La práctica por el consumo de productos apócrifos se ha vuelto  tan común que ya ni parece mala, la gente adquiere productos ya sin el reproche social que esto amerite; hemos trabajado tanto en la asimilación que se ha vuelto una práctica incluso familiar.

 

La presencia de puestos o locales que nos ofrezcan productos de imitación son cada vez más frecuentes; podemos encontrar desde el estreno de la cartelera del cine, el concierto de nuestro artista favorito, tenis de reciente modelo, jeans de “marca”, gorras, chamarras, calzado, bolsos, lociones, fragancias, perfumes, electrónica, accesorios de computo, artículos para el hogar, etc. En fin una gama completa de posibilidades, gustos y versiones que satisfacen nuestras actividades consumistas ante productos.

 

El mal no lo hacemos nosotros, ya que estamos una dinámica que la sociedad va tornando hacia a una aceptación de estos producto y  su ordinario consumo; incluso familias enteras prefieren apostarle en “invertir” en un negocio de productos de imitación.

 

Pero que debemos demostrar o porque la gente prefiere comprar productos de imitación; justifica la carencia de los productos en lugares establecidos; lugares que ofrecen garantía por los productos; respaldados en empresas que invierten y generan empleos; pero…que importa.

 

El hombre vive en una constante lucha por la aceptación hacia el círculo social en el cual interactúa y desafortunadamente medimos nuestras metas o éxitos de acuerdo al poder adquisitivo; creamos estereotipos del hombre exitoso y todas aquellas cosas que lo deben rodear; y pues; quien mejor que la propia piratería para pintarnos un panorama que satisfaga  situaciones de moda pero finalmente a menor costo; costo que a la larga nos sale caro al reflejarse en la posibilidad de querer adquirir productos de línea u originales; encareciéndolos más y limitando aún más las personas que los pueden lograr.

 

La problemática colateral que se observa; aunque más bien es la original es la reproducción de material apócrifo; pero las personas lo hacen tan seguido que han llegado a pensar que lo que hacen es algo licito y que se refiere a la práctica de un empleo sano; sin embargo es un crimen un crimen que genera ganancias millonarias[i] ; y que por mucho que su práctica sea presente, vigente y constante; no lo hará permisible.

 

 

Concluyo; el provecho que la ciudadanía le ha visto a la compra de productos de imitación nos limita en cuanto a metas y medios para lograrlos y nos brinda solo placebos para pertenecer a ese grupo social que no te quiere; buscando la aceptación de quien no debes y tratando de representar lo que no eres; sorprendiendo a alguien que no le importas.



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