Michoacán, nuevamente
Por: Mtro. Eduardo García Anguiano.
“Cuando
los nazis vinieron por los comunistas me quedé callado; yo no era comunista.
Cuando encerraron a los socialdemócratas permanecí en silencio; yo no era
socialdemócrata. Cuando llegaron por los sindicalistas no dije nada; yo no era
sindicalista. Cuando vinieron por los judíos no pronuncié palabra; yo no era
judío. Cuando vinieron por mí no quedaba nadie para decir algo”, Bertolt
Brecht.
Según fuentes
periodísticas, durante el fin de semana pasado en Michoacán hubo ataques de hombres
armados contra instalaciones de la Comisión Federal de Electricidad (CFE) y
seis gasolineras, que ocasionaron apagones y caos en 12 municipios de ese
estado; no fueron reportados heridos ni personas detenidas en su momento
Estos ataques
¿son parte de la situación de violencia que aqueja al país, o tienen otra
naturaleza?
Si los
consideramos como hechos en sí, tendremos daños en propiedad privada y en
propiedad federal, violaciones a las disposiciones en el manejo de armas y
asociación delictuosa, pero al parecer hoy esto se queda corto.
En el medio de
la seguridad se asume que la mayoría de las definiciones sobre terrorismo
coinciden en cinco características:
- Los objetivos
directos (las víctimas) no representan a los objetivos finales. Los
objetivos y motivaciones son fundamentalmente políticos.
- Los sujetos
activos son actores individuales o grupales, públicos o privados.
- Se genera
violencia o amenaza de violencia sistemática e imprevisible, cuyo impacto
sicológico producido en la población supera al impacto material y su
destino es una audiencia determinada.
- Las víctimas
generalmente son indiscriminadas y no combatientes, sirven al terrorista
para generar el mensaje.
- Los actos
terroristas se realizan en la ilegalidad, en la clandestinidad y
normalmente hay destrucción de la propiedad.
Además de las
formas de operación, por la naturaleza de quién lo realiza tendríamos el terrorismo
de orden político, religioso, criminal, de Estado o patológico; ¿hay terrorismo
en México? Cualquier respuesta tendría implicaciones prácticas, derivaciones políticas
y de seguridad.
¿Cuáles serían
las consecuencias de una respuesta positiva a la pregunta? Además del diseño
internacional, en el frente interno deberíamos fortalecer las capacidades de
seguridad nacional contra el fenómeno, donde algo hay ya, también deberíamos
vigorizar el esquema social para aprender a coexistir y prevenirlo.
¿Autodefensas y
grupos criminales en Michoacán han escalado de nivel su estrategia?
Posiblemente tendremos más datos con el transcurso de los días, por lo pronto
en el corto plazo se vislumbran al menos tres escenarios: el primero, dejar
pasar el tema desde la perspectiva del terrorismo y mantenerlo en el esquema de
la delincuencia organizada; el segundo, iniciar la discusión en foros adecuados
para ello; y el tercero, el gobierno envió ya iniciativas legales al Poder
Legislativo para reformar diversas disposiciones sobre el tema, ¿podrían
pensarse en otras?
Creer que el terrorismo
sólo acontece en Boston, New York o en el Medio Oriente; puede resultarnos un
espejo en el que no quisiéramos vernos.
@EGAnguiano
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