El Símbolo.
Por: Criminólogo Roberto
Jurado Palomares
Dentro de las referencias que actualmente se ocupan en el ámbito de la Criminología
es la del análisis simbólico de las lesiones en las cuales el investigador se
da a la tarea de poder relacionar el “símbolo, la simbolización y lo
simbolizado”; así también descartar cualquier tipo de emblema; pero si saber de
distinguir de nuevos símbolos delictivos.
En algunos casos el símbolo se va modificando de acuerdo al delincuente
hasta crear una firma o patrón de conducta que lo identifica y distingue;
símbolo que en apariencia es inconsciente y es ahí donde debe el criminólogo
poder interpretar y escudriñar la mente del criminal para poder descifrar
discursos que parecieran provenientes de la ciencia ficción aunque en la
realidad supera ya en mucho a la ciencia ficción.
A continuación mencionaremos una serie de aproximaciones en cuanto a la
interpretación simbólica.
El Punto
Interpretación: Ubicación de un encuentro, fenómeno de
significación concreta, punto de cruce, el centro de.
Analogía: Cuando en el cadáver existe una sola lesión
contundente en forma de punto, una amputación o una simbolización en el cuerpo
de la víctima o en su defecto una simbolización en el escenario criminógeno.
Hipótesis de
simbolización: Implica una
forma de personalidad que desea el cambio de manera inmediata o la necesidad de
desplazamiento, egocentrismo, narcisismo, puede concebir a la víctima como si
fuese un objeto. Representa el inicio de toda acción criminógena e indica que
completará el ejercicio dañoso con otros elementos destructivos contundentes a
posteriori.
La Línea
Interpretación: Como la alineación sucesiva de acciones, completa la sensación de continuidad
del ejercicio antisocial.
Analogía: Se analiza en el cuerpo de la víctima la
lesión que puede ser en línea horizontal, vertical, oblicua y curva. En el
escenario criminógeno por tanto, se observará si las simbolizaciones mantienen
dicha morfología.
Hipótesis de
simbolización:
Línea Horizontal: Representa simbólicamente el peligro que se
encuentra a los lados (el sujeto “sabe” inconscientemente que algún testigo lo
observó cometer la acción destructiva) o la descripción de estos, algo que
puede controlar y dominar. De manera compulsiva puede cerrar puertas y ventanas
en el escenario con cierta torpeza, se asocia además con cuestiones auditivas o
en su defecto la investigación versa sobre la interrogación hacia los vecinos
que se encuentran a ambos lados donde se realizó la situación-problema.
Línea Vertical: Es el elemento activo dentro del ejercicio ilícito.
Se dice entonces que el sujeto como un reflejo innato de ataque concibe a los
brazos no solo como palancas sino también, representa el ejercicio de poder
para manipular determinada situación, y a través de los brazos y manos,
compensar un sentimiento de inferioridad, minusvalía social, inseguridad o
necesidad de reconocimiento, de aprehender al mundo por medio de la agresión o
la violencia.
Línea Oblicua: Indica sospecha, confabulación, suspicacia,
desconfianza. Sospecha patológica de persecución o de realizar un “buen
trabajo”, astucia. Pero cuando la línea es descendente se analiza en relación a
sentimientos pasionales o genitalidad.
Línea Curva: El ser humano lo relaciona con la bóveda y
por ende, la sensación que ello genera, indica también; “el llevar consigo
siempre su misma persona” (por ejemplo en el caso de actores que involucran
rituales de despedida en los techos o partes superiores de los escenarios
problema), sensación de omnipresencia. Pueden en determinados casos considerar
el acto ilícito como una forma particular de trascendencia es decir, que
colaboró para que la víctima llegará a la felicidad permanente a su vez,
el sujeto eterniza equiparándose a la divinidad ya que en sus manos tiene el
don de manipular la vida y la muerte. Por otro lado, acumular preseas
criminógenas y en última instancia concebir la acción transgresora como un acto
competitivo en el quehacer criminógeno.
El Triángulo
Interpretación: Dirección de frecuencia, estabilidad,
firmeza, señal, conflicto, espera o paciencia, soportar o tolerar, instrumento
de acción, balanza, limitación, alarma, fuego o agua.
Analogía: Si en el cuerpo de la víctima se advierte
una o más lesiones en forma triangular o
en el escenario criminógeno se localizan simbolizaciones que correspondan a la
geometría indicada.
Hipótesis de
Simbolización: Dos
elementos significativos se contraponen en la investigación de este tipo de
simbolizaciones, la fuerza de atracción hacia las pasiones (fuego) y el choque
irrestricto ante el embate de la realidad cuando el triángulo es equilátero. Si
por el contrario se aprecian dos triángulos escindidos (me refiero a dos triángulos contrapuestos
por la base, de frente y los vértices horizontales) se presume una personalidad
conflictiva orientada quizás al pasado o al futuro con relación al ejercicio
ilícito entonces, la evaluación se sustenta en el análisis de la figura
mayormente enfatizada –y en todo caso al espacio entre las dos- para
posteriormente, vincular dicha actividad con el modus operandi. Los sujetos que
simbolizan o lesionan en forma triangular casi siempre son de constitución
atlética, esto se aprecia en el trabajo de campo en delitos donde inconsciente
o conscientemente el actor maneja determinados códigos a interpretar por los
investigadores.
Hemos
encontrado también simbolizaciones características donde se aprecian señales de
arriba-abajo, más-menos, espera-vigila, cuando la base de los triángulos se
encuentran de frente y los vértices en los extremos en posición vertical. En suma, se trata de sujetos
activos, carácter fuerte (pero limitados para expandir sus objetivos),
aparentemente apacibles aunque altamente destructivos si el caso lo requiere,
gustan de la intimidad y en ciertos casos tienen un domicilio o escondrijo que
solo ellos conocen.
El vértice
hacia abajo es propio de lesiones producidas por mujeres. Personalidad mesurada
en el hablar, pensar y actuar, conocimiento de los estadios del ser humano;
nacimiento, vida y muerte, el ilícito como prueba de inteligencia y sagacidad,
principio de la progresión dialéctica (tesis, antítesis, síntesis), el delito
como trabajo “perfecto”.
El Cuadrado
Interpretación: Sensación de estar dentro de una habitación,
suelo, techo y paredes, resguardo, idea simbólica de la tierra, los cuatro
puntos cardinales, los cuatro puntos extremos de la comunidad-ciudad.
Analogía: Si en el cuerpo de la víctima se advierte
una lesión en forma de cuadrado o en su defecto si en el escenario criminógeno
se localizan simbolizaciones que formen esa figura.
Hipótesis de
Simbolización: Individuo
de poca movilidad, más bien estático, de pensamientos limitados, se orienta a
la religiosidad y en los excesos se torna fanático (los ayunos y la penitencia
son relevantes para “purificarse”), gusta de escribir pensamientos en forma de
poesía romántica en cuartetos, de expresiones medianamente vulgares, lenguaje
corto, dado a los discernimientos relacionados con la arquitectura
(conocimientos técnicos o carrera trunca o aficionado), personalidad oscilante
entre lo adverso y la protección, se percata obsesivamente de los horarios para
dañar, gusta de la música en compases armoniosos y suaves, supersticioso,
convivir con la naturaleza es una de sus máximas, “ecologista”.
El Círculo
Interpretación: Idea del curso del tiempo, unidad de vida o
imagen dadora de vida, eterno presente –existencialista-, sin principio sin
fin, girar en torno al centro como parte integrante o totalidad, el actor se
sitúa de acuerdo al círculo fuera o dentro, vida activa, simbolización de la
pulsación de vida como el corazón (sístole y diástole), abandono de un lugar
protegido, impulso sexual, imagen del sol.
Analogía: Si en el cuerpo de la víctima se advierte
una lesión circular, cercana al cuerpo o como en el caso de ritos satánicos e
inclusive si, las simbolizaciones en el escenario mantienen dicha construcción.
Hipótesis de
Simbolización:
Interior del
Círculo: Impulso
hacia adentro. El sujeto se encuentra en
un estado de constricción, temor a lugares cerrados, el ejercicio
criminógeno representa una liberación de ideas o pulsiones para no encerrarse
en sí mismo, el actor considera su ejercicio como una forma de sobrevivencia
libertaria.
Del Centro Hacia
Fuera: el activo
manifiesta características extrovertidas, locuacidad, pulsional y/o comportamental,
facilidad para entablar relaciones interpersonales, manipulador, probablemente
verborreíco, dificultad para el control de los impulsos.
La Cruz
Interpretación: Como signo magistral, el punto de
intersección entre las líneas representa localización o topografía, signo de
“más”, sentimiento religioso, figura humana, crucifixión o expiación, eliminar,
barrera, abierto hacia arriba, vasija, copa, abierto hacia abajo, techo o
techado, tienda de campaña, simetría, los espacios interiores sugieren actividad
dinámica.
Analogía: Si en el cuerpo de la víctima se advierten
una o más lesiones en forma de cruz o en
el escenario criminógeno se localizan simbolizaciones que correspondan a la
geometría indicada.
Hipótesis de
Simbolización: Se
autoconcibe con ciertos dones de “invisibilidad”, piensa que la autoridad nunca
va a poder capturarlo, se deja crecer las uñas –del dedo meñique- o se las
cuida con esmero, prefieren el frío (clima, bebidas, relaciones, etc), se
asocia con los brazos para “agarrar” al entorno, autoculpa constante y puede
llegar a infringirse dolor con objetos (escarcificaciones, heridas, etc.),
necesidad de una pareja que le apoye para no cargar él solo el “peso del
mundo”, hablan del suplico como una especie de destino, sujeto que se encuentra
en una encrucijada, diurno preferentemente, se persigan con asiduidad, poco
hábiles para la observación, colateral al delito cometido lo acompañan con
robo, pueden tener dolencias o
enfermedades en los pies.
La Flecha
Interpretación: Representa dirección, resistencia a una
fuerza opositora, progresión a través de la materia, movimiento,
descubrimiento o descubrir, observar,
reacción de alarma, supervivencia, arma primitiva, vulnerabilidad, agresividad,
miedo, señal de giro, vida o muerte, noción de impacto, destino.
Analogía: En el escenario problema, post-problema o en
el cuerpo de la víctima se advierte una lesión en forma de flecha horizontal,
vertical, semicircular.
Hipótesis de
simbolización: El
pensamiento y la reflexión son característicos en este tipo de personalidades
(acorde a sus expectativas y entorno sociocultural), gustan de fecundar “porque
sí” (en algunos delitos sexuales se han encontrado simbolizaciones a manera de
graffiti combinados con círculo y flechas), generalmente no atacan a niños,
aborrecen las reglas y las normas, las órdenes o cualquier tipo de imposición,
conciben el delito como una forma de emancipación, creen frecuentemente que
anticiparse a las autoridades en el modus operandi les permite poner distancia
de por medio y, por tanto, idealizan la probabilidad de la captura, conflictos
para identificarse con personajes reales o ficticios, o identificaciones
estereotipadas, intuitivos, rápidos para la toma de decisiones, en determinadas
situaciones muerden a la víctima (connotación más inconsciente que racional
para idealmente, apropiarse de una parte del poder de ella), indicativo de
culminación de un trabajo –como en el homicidio-. Si la flecha se acompaña con
arco la investigación se orientará seguramente hacia conflictos
afectivo-pasionales, aprecian los viajes o cambiar de medio ambiente, sujetos
ágiles (más bien delgados), poco formales en fin, asertivamente eficaces en la
tarea delictiva.
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