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domingo, 6 de enero de 2013

Nueva Agenda de Seguridad Nacional

  

Por: Mtro. Eduardo García Anguiano.


 Contiguo al inicio de 2013 el gobierno federal tendría que empezar a diseñar una nueva agenda de seguridad nacional para México.


En el antecedente inmediato el Programa para la Seguridad Nacional 2009 - 2012, en su capítulo de Objetivos tuvo como interés principal la línea de defensa del territorio nacional ante lo que amenazaba para sobrevivir, por lo que situó en su Diagnóstico de “Amenazas a la Seguridad Nacional” a: la delincuencia organizada, narcotráfico, grupos armados, terrorismo y vulnerabilidades en fronteras.


Asimismo, precisó como “Riesgos a la Seguridad Nacional” a: los conflictos políticos y sociales, pérdida de cohesión social, dinámicas migratorias, pandemias y epidemias, medio ambiente y calentamiento global y desequilibrios en el desarrollo nacional.


Ahora con el inicio de sexenio se abre la coyuntura para perfilar una política de seguridad nacional que supere la postura geográfica territorial que derivó en la protección ante los problemas mencionados, para dar paso a una nueva perspectiva. Me refiero a una visión alternativa que adoptara un diseño de la seguridad nacional como oportunidad, para potenciar un proyecto de futuro en función de nuestros intereses nacionales.


En tanto la Secretaría de Gobernación informa al Poder Legislativo Federal sobre los asuntos de su competencia en esta materia, apunto sólo algunos ejemplos sobre un nuevo diseño de política de seguridad nacional, que aprovechara las oportunidades de la posición geopolítica nacional en función de intereses vitales, de tal forma que estratégicamente considerara:






Esclarezco con casos: en el campo político esta nueva visión priorizaría, dentro del marco de la ley, el apoyo de las unidades de fuerza del Estado al poder constituido federal, estatal y municipal ante situaciones de debilitamiento en su estructura, dinámica y funciones derivadas de las amenazas sobre todo del crimen organizado, que se complementaría con la agenda del ámbito militar y que no sólo se circunscribe a patrullar y detener como se ha hecho en los últimos años.


En el ámbito económico se atendería a la reforma energética tomando en cuenta el interés vital geopolítico además de los criterios técnico financieros y; en el campo social se incluiría a la seguridad como tema innovador que apoyaría la convivencia social en función de la unidad como nación.


Por supuesto que las fronteras con la seguridad pública o la interior son tenues: ¿dónde situar al secuestro, la extorsión, las ejecuciones o el tema de los desaparecidos?, ¿cómo recuperar el prestigio internacional si se heredó una situación de fragilidad Estatal? y ¿en qué tiempo revertir todo lo que imperó?  


No es tema menor superar el legado que olvidó la prevención de las adicciones, las alternativas a los cultivos ilícitos y el control de delitos conexos al tráfico de drogas; que hizo énfasis en lo macroeconómico y dejó proliferar la informalidad basada en la necesidad del diario vivir; que generó miedo en la sociedad y brotes de autodefensa; y colocó a muchas autoridades estatales y municipales en situación de vulnerabilidad lo que derivó en que generales tuvieran funciones de presidentes municipales y soldados de policías.


Es tiempo de superar la idea de que sólo haya que atender los problemas que surgen en esta materia, para dar entrada a la visión de Estado como cobertura de una política de seguridad nacional comprensiva que entienda los problemas heredados, nuestra situación en el mundo y la aspiración nacional de un futuro promisorio; una seguridad nacional que sirva para dar rumbo al país.


@EGAnguiano








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