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lunes, 29 de febrero de 2016

¿Universitarios o Delincuentes?


Por: Guillermo Alberto Hidalgo Montes


Hoy en día en México y Latinoamérica contamos con una sobre oferta de centros universitarios que ofrecen carreras como Criminología, Criminalística y Seguridad Pública, entre otras afines esta sobre oferta más que beneficiosa se ha vuelto una arma de doble filo, debido a que no se supervisa de forma real, sólo metodológica, lo que las universidades intentan enseñar y a quienes se les enseña, es decir, a los alumnos. En el tema de los alumnos, las mencionadas instituciones educativas no saben a quién imparten los conocimientos que, mal aplicado pueden y son aplicados para cometer ilícitos. En el contexto internacional tenemos el ejemplo de Stephen Griffiths, estudiante de criminología en la universidad de Bradford (West Yorkshire, norte de Inglaterra), que se hizo conocido por ser llamado el Jack el Destripador del siglo XXI y quien fue detenido en el año 2010, de este lado del Atlántico tenemos ejemplos como el de José Emmanuel Araujo Peláez, de 23 años de edad, estudiante de Criminalística y Criminología que fue detenido el 1 de febrero de este año luego de que amenazara con matar a su suegra y a otra persona en Puerto Escondido, Oaxaca, México. O el de Alejandro Buenrostro Rubalcaba, de 21 años de edad El estudiante de criminología de la teoría se fue a la práctica, que fue detenido por policías de Puerto Vallarta, Jalisco, México por colaborar en el robo un cajero automático el 8 de enero de 2015.  

Claro que no se puede prohibir la educación a nadie en ninguna latitud y también es necesario puntualizar que el universo de estudiantes que se desvían del buen camino es muy pequeño, pero es absolutamente imperativo señalar que es necesario aplicar una serie de exámenes rigurosos para algunas carreras cuyos contenidos “sensibles” pueden ser utilizados para cometer ilícitos, de otra manera estaríamos profesionalizando a la delincuencia.


Claro que es una prioridad que los elementos de los cuerpos de seguridad sean evaluados de forma constante, aunque no de la manera que hoy en día se hace, porque ya ha quedado demostrado que no ha dado los resultados deseados y se ha utilizado como garrote político para deshacerse de elementos “incómodos” a los mandos (situación que en otra colaboración explicaré) pero también es motivo de preocuparse el generar mecanismos para saber qué le ensañamos a quien, en cuanto a estos temas sensibles se trata ya que, este tema llevado a la ligera (como hasta ahora se ha hecho) se convertirá en el dolor de cabeza de toda Latinoamérica en su conjunto, ya que la sociedad estará profesionalizando a la próxima generación de la delincuencia organizada.



hidalgomontes@gmail.com



domingo, 7 de febrero de 2016

El Verdadero Poder de la Delincuencia Organizada


Por: Guillermo Alberto Hidalgo Montes


     Al calor de la vorágine de noticias sobre narcotráfico y delincuencia organizada que ha habido desde principios de este año en México, resulta necesario realizar un análisis de qué si y qué no debe hacerse en combate a la delincuencia organizada, se trate del delito que se trate: Ordeña de ductos de combustible, trata de personas, piratería, tráfico de armas, narcotráfico, etc. Una de las preguntas más recurrentes por parte de elementos policiales cuando se imparte la materia de investigación policial o de análisis criminal es: ¿Cómo hacerle frente a la delincuencia organizada de una manera eficiente y concreta? Y la respuesta la dio la propia detención del Chapo Guzmán en enero pasado en el estado Mexicano de Sinaloa ¿Usted se preguntará: Ah caray! Cual respuesta, y esta es que no paso absolutamente nada, no se vio trastocada las operaciones de la organización de la cual es líder y esto debido a que las organizaciones de delincuencia organizada tienen un corte empresarial, es decir, una estructura bien definida y muy funcional que permite, en caso de que el líder sea capturado y/o muerto en cuestión de horas se tenga su remplazo a través de una organización piramidal donde ya se tienen sucesores bien definidos o a través de una junta directiva o como en el caso de la Cosa Nostra, Mafia Italoamericana con sede en Nueva York, donde las decisiones se toman por consenso de una entidad a la cual se le llama “La Comisión” donde los jefes de las cinco familias integrantes de esta organización delincuencial (Los Bonano, Colombo, Gambino, Genovese y Lucchese) toman decisiones de corte operacional. Situación que, cualquiera que sea la estructura de la organización, no importa cuántas veces detengan a la “Cabeza” de la organización siempre tendrán su remplazo volviéndose cuento de nunca acabar.

     Una política correcta de combate a la delincuencia organizada tiene que privilegiar el uso de la Inteligencia (Información elevada al grado de certeza), así como a las ganancias y no tanto a los síntomas (violencia), si no a la causa, es decir a la actividad financiera, es irónico que se haya detenido al capo más grande del mundo como lo es el Señor Guzmán y no se hayan congelado cuentas o incautado bienes. Esto hace que la súper Operación “Cisne Negro” no me convenza del todo ya que el dinero sigue fluyendo en esa organización criminal y por ende, sus operaciones.

     Especialistas del ITAM, encabezados por el especialista internacionalmente reconocido Dr. Edgardo Buscaglia, consideran que “es inaudito que las instituciones responsables al crimen organizado en México carezcan de instrumentos para desmantelar las redes patrimoniales y financieras de las organizaciones de la delincuencia organizada.” De hecho Buscaglia afirma que el gobierno mexicano no cumple con las recomendaciones del Grupo Financiero Internacional (GAFI) para prevenir el lavado, ni utiliza el instrumento técnico y legal que dispone para impedir que el dinero sucio circule por las arterias del sistema financiero mexicano.

     Retomando el ejemplo de Joaquín Guzmán Loera, recordemos lo declarado por la Procuradora de Justicia de Estados Unidos, Loretta E. Lynch sobre que el caso de Guzmán Loera es más un líder moral que uno de facto se hace necesario el comprender que, de poco o nada sirve que detengan a los líderes visibles de las organizaciones delincuenciales si no se para el flujo de bienes que las nutren, eso sería como dar realmente una puñalada certera al corazón para parar al monstro de mil cabezas que a veces pareciera la delincuencia organizada, sin embargo, no se vislumbra, por lo menos a simple vista quién esté dispuesto a llevar a cabo ese trabajo a sabiendas de todos los intereses y nexos que dentro de delincuencia y política mexicana (en sus tres niveles) existen. A estas alturas del partido estoy lleno de una curiosidad mal sana de saber lo que Guzmán Loera tiene que decirle a las autoridades americanas, ya que hay muchos secretos bajo la alfombra mexicana y cuando salgan a la luz, como dijese aquel canta autor de origen puertoriqueño, Maelo Ruiz….les va a doleeeer!


hidalgomontes@gmial.com