El Salvador Declara a Mara Salvatrucha y Barrio 18 como Grupos Terroristas
Por: Guillermo Alberto Hidalgo Montes
El pasado 25
de agosto, según una nota publicada por el diario “El Comercio”, con
información proporcionada por las agencias de información de AFP y AP se hice
público que las pandillas Mara Salvatrucha y Barrio 18 han sido declaradas por
la Sala Constitucional de la Corte Suprema de Justicia del Salvador como grupos
terroristas, es decir, que hacen ejercicio organizado y sistemático de la
violencia.
Según
la decisión, el mismo calificativo recibirá cualquier otra pandilla que
"busque arrogarse el ejercicio de las potestades
pertenecientes al ámbito de la soberanía del Estado,
atemorizando, poniendo en grave riesgo o afectando sistemática e
indiscriminadamente los derechos fundamentales de la población o de
parte de ella". Estos criminales podrían ser sentenciados hasta con 60
años de cárcel
Los jefes,
miembros, colaboradores, apologistas y financistas de las pandillas quedan
comprendidos dentro del concepto de “terroristas” en sus diferentes grupos y
formas de participación e independientemente de que tales grupos armados u
organizaciones delictivas tengan fines políticos, criminales, económicos
(extorsiones, lavado de dinero, narcotráfico, etc.), de acuerdo con la
sentencia.
El
Salvador vive un momento de conflictividad social sin precedentes debido a
la escalada de violencia homicida generada por las pandillas, que buscan medir
fuerzas con el Gobierno, según los analistas.
Las cifras
oficiales son lapidarias: de enero a julio se registraron 3.332 asesinatos
en El Salvador contra 2.191 en el mismo período del 2014.
En realidad
esto no es una medida innovadora pero si de observar muy de cerca, ya en la
década pasada un Ex miembro de la Mafia Mexicana (la EME), Rene “Boxer”
Enriquez lo había sugerido dentro de una serie de puntos para reducir los
efectos de las pandillas en Estados Unidos de América tal y como lo relata el
periodista norteamericano Chris Blatchford en su libro Mafia Chicana y no cabe
duda de que tienen razón, hoy en día, y sin temor a equivocarme las pandillas
son terrorismo urbano y a su vez, crimen organizado no convencional.
El problema es
que no existe una capacitación real que permee a todos los miembros encargados
de hacer cumplir la ley ya sean militares, policías, o miembros del aparato
judicial, no existen en muchos países latinoamericanos cifras reales del
problema y en muchas regiones solamente se limitan a decir: “aquí no tenemos
ese problema” y es aquí que aunque la capacitación especializada a los cuerpos
policiales es necesaria, son precisamente ellos los que más experiencia tienen
en este tema ya que tienen el contacto primario con estas organizaciones. El
gran problema es ¿Qué tratamiento le darán autoridades le darán a esta
situación que puede dar pie a una nueva guerra irregular, es decir una guerra
de guerrillas por así nombrarla? Y esto no solo en El Salvador, sino en toda
Latinoamérica ¿Cómo creen que nos irá en México? Y pues como reza el dicho “Cuando las barbas de tu vecino veas cortar,
pon las tuyas a remojar”