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jueves, 26 de junio de 2014

Sociedad – Policía
 (Confianza y legitimidad policial, dos elementos inseparables en la Seguridad Pública).


Por: Mtro. Eduardo García Anguiano



El Instituto para la Seguridad y la Democracia, AC, (INSYDE), publicó recientemente el documento de la “VII Semana de Visitas a Estaciones de Policía” en nuestro país, cuyos resultados completos pueden observarse en su página electrónica. http://insyde.org.mx/resultados-semana-mundial-de-visitas-estaciones-de-policia-mexico/


En esta VII Semana miles de ciudadanos de diversas partes del mundo, auspiciados por Altus, visitaron las estaciones de policía local y las evaluaron a través un rol activo de supervisión y mejora de la función policial.


Para muchos de los visitantes la experiencia les permitió su primer acceso real al gobierno local, así como una plataforma para expresar sus puntos de vista respecto a cómo la policía sirve a los miembros de su comunidad.


Los visitantes observaron y posteriormente evaluaron cinco áreas de la estación y sus funciones: orientación a la comunidad, condiciones físicas, tratamiento igualitario al público, transparencia y rendición de cuentas y condiciones de detención.


En México 15 organizaciones de la sociedad civil visitaron 23 estaciones de policía preventiva y 19 de policías ministeriales, algunas de ellas por segunda vez en un ejercicio similar al de años anteriores. ¿Qué podemos destacar de esta VII Semana?


Relación Sociedad – Policía.- Las visitas expresaron una relación positiva caracterizada en que la policía recibió las preocupaciones y sugerencias de las organizaciones no gubernamentales, mientras que éstas aprendieron sobre los retos y dificultades que enfrentan habitualmente los policías.


Confianza.- Las visitas son un medio para generar en los ciudadanos confianza hacia las autoridades de seguridad, aspecto importante ya que las personas conocieron su realidad cotidiana, adicional a sus resultados en la seguridad pública.


Legitimidad.- Para las policías de las áreas visitadas, el resultado les permitió detectar qué tienen que mejorar y para aquellas que salen evaluadas positivamente, les da mayor legitimidad en el ejercicio de su función.


Además de las encuestas o estudios de opinión, este ejercicio ciudadano – autoridad que dio a conocer el INSYDE, forma parte de las herramientas útiles que nos permiten tener mayores elementos del componente subjetivo de la seguridad en nuestro país.


En una ocasión afirmó el poeta estadounidense Wallace Stevens: “La confianza, como el arte, nunca proviene de tener todas las respuestas, sino de estar abierto a todas la preguntas”.


                                                                                                                                                                       @EGAnguiano




domingo, 22 de junio de 2014

(Des)Arma México



Por: Guillermo Alberto Hidalgo Montes.



En abril pasado, un grupo de congresistas estadunidenses manda una carta a Barack Obama instándolo a “prohibir la importación de armas de fuego tipo militar”. Le pide que intervenga política y legislativamente para frenar un fenómeno que produce y exacerba la violencia en México. Y es en este contexto que nace “(Des) Arma México” (http://www.desarmamexico.org) una asociación no gubernamental que trata de hacer conciencia sobre el tráfico de armas de fuego entre México y Estados Unidos, incluso cuenta con apoyo de algunos “intelectuales” de los medios de comunicación, todo esto bajo la premisa de que: “Más armas significa más homicidios”; y esto estimado lector, no es necesariamente cierto, el poseer armas de fuego es un derecho que todo mexicano tiene (aunque usted no lo sepa), y se encuentra consagrado en la constitución:


“Artículo 10.- Los habitantes de los estados unidos mexicanos tienen derecho a poseer armas en su domicilio, para su seguridad y legítima defensa, con excepción de las prohibidas por la ley federal y de las reservadas para el uso exclusivo del ejército, armada, fuerza aérea y guardia nacional. La ley federal determinara los casos, condiciones, requisitos y lugares en que se podrá autorizar a los habitantes la portación de armas.”



Existen países que per cápita tienen más armas por habitante que en nuestro país y sin embargo no tienen los problemas de inseguridad que en nuestro país se sienten, tal y como muestra esta tabla resultado de un estudio de la ONU el año pasado.




Es cierto que muchas de las armas que salen de Estados Unidos van a para a manos de delincuentes, no solo mexicanos si no en muchas partes del mundo (a veces creo que tenemos la mala costumbre de creernos el ombligo del mundo y pensar que sólo nos pasa a nosotros), pero también es cierto que parte de ellas van para civiles, personas comunes y corrientes que ya están hartos de la delincuencia e inseguridad  en el país.


Como en otras ocasiones hemos comentado, tenemos una Ley Federal de Armas de Fuego y Explosivos que data desde 1970 muy limitativa en cuanto tipo de armamento y calibres para los civiles, la cual evitaba que los grupos insurgentes se armaban debido a las circunstancias geopolíticas que se vivían en ese momento en nuestro país.


Se tiene que entender que las armas no matan personas, las personas matan personas y si no es con un arma de fuego, lo será con un arma blanca, una contundente o con cualquier otro objeto utilizado con el arma, es mejor educar a las personas sobre el uso adecuado de las armas de fuego, existen deportes alrededor de esta industria a parte de la cacería (que en lo personal no me agrada ni apoyo) y una industria que muy bien podría generar miles de empleos en el país, les invito a investigar un poco sobre la pistola Obregón que fue diseño de un gran ingeniero mexicano o de las industrias Trejo que fueron en su momento referente internacional en la industria de armas de fuego, al igual que Industrias Mendoza (éstas dos últimas han retomado la producción de armas de fuego en nuestro país).


            Hace unos días fuimos testigos de cómo el Día del Padre, un hombre salió a caminar con su esposa y sus dos hijas pequeñas por el parque Lincoln, en la colonia Polanco, en la Ciudad de México, donde un asaltante lo amenazó con una pistola para despojarlo de un reloj. Sin embargo, el ladrón fue sorprendido por la víctima, quien al proteger a su familia, lo ultimó con un arma que llevaba en la bolsa de su pantalón. ¿Cuál fue el resultado? La víctima, después de declarar ante la autoridad correspondiente, salió libre al demostrarse legítima defensa, esto gracias a que ésta contaba con el permiso legal necesario para portar el arma de fuego además de tener capacitación legal y técnica al respecto de las armas de fuego (indispensable para todo ciudadano que tenga un arma de fuego ya sea para portación o para defensa de su domicilio o negocio).


            Ya comienza hacerse necesario un debate serio y real sobre este tema, ya que los “intelectuales de los medios de comunicación” solo mal informan, como dato curioso los invito a investigar la lista del IFAI sobre los particulares con más armas de fuego en México y se sorprenderán que en los primeros lugares hay varios de éstos “intelectualoides”, y para que vean que soy cooperativo les daré una pista de uno. Su nombre empieza con “J” y termina con “oaquín López Dóriga”.


            Este asunto no es de prohibición y hay que ser muy objetivos en este asunto una persona con un arma puede tener de rodillas a cien desarmados, y eso es lo que se ve día a día en nuestro país, OJO no digo que tomemos la ley en nuestras manos como vaqueros, claro que no solo que debemos de ejercer nuestros derechos de una forma responsable e informada, quisiera concluir con una frase de Don Venustiano Carranza que es digna de pensarse: "hay que fabricar nuestras propias armas sino queremos que aquellos que nos la proveen resuelvan nuestros problemas”


hidalgomontes@gmail.com



miércoles, 18 de junio de 2014

Claroscuros de “El Azul”


Por: Eduardo García Anguiano



“Para disipar una duda, cualquiera que sea, se necesita una acción”

Thomas Carlyle, historiador, pensador y ensayista inglés.


     Se ha escuchado que “El Azul” falleció, diversos medios de comunicación lo han informado y las instancias gubernamentales investigan el posible suceso. http://riodoce.mx/narcotrafico-2/se-fortalece-la-version-de-que-el-azul-murio-de-un-infarto/


     Tenemos trascendidos: que tuvo un accidente, falleció de un infarto, que fue cremado, sucedió en la capital del país, que fue en Sinaloa, en fin, diversas notas han circulado en la prensa nacional.


¿Qué escenarios se deprenden al respecto?:


     Escenario de “Certeza”.- En este caso es pertinente que las autoridades confirmen la muerte, independientemente de quien sea, en virtud de que el registro civil debe expedir un acta de defunción (¿?) y sus deudos hacer lo pertinente.


     Habría que realizar diversas periciales con las huellas en su expediente como exempleado de la Secretaría de Gobernación, o de cuando fue detenido, no sé si habrá manera de revisar el ADN, que algunos testigos dieran su versión, o en última instancia, esperar a que se dé la muerte legal. Este escenario se construye.


     Escenario de Incertidumbre.- No ha muerto. En este caso hay trabajo que realizar para las diversas autoridades, en virtud de las implicaciones legales que aún existieran y del impacto en la actividad económica formal e informal de “El Azul”.


  Escenario Virtual.- Afortunadamente hoy tenemos esta palabra y pues sólo ha desaparecido en los medios de comunicación impresos o electrónicos. Esto permitiría que ya no fuera buscado por las autoridades en virtud de que “percepción es realidad”, dicen los comunicólogos.


     Recordemos que en México han sucedido hechos que nutren el anecdotario de la cultura del narco: en un enfrentamiento en 2012, allá por Coahuila, falleció “El Lazca” y posteriormente se “fugó” de la funeraria donde era velado; en este caso el escenario “certeza” no se construyó.


     Otro ejemplo es el de “El Chayo” quien para el gobierno falleció en 2010 en Michoacán y posteriormente, también en Michoacán, murió de nuevo en marzo de este año, sólo que en la segunda ocasión las huellas dactilares comparadas con las de su Cartilla del Servicio Militar Nacional, fueron el medio que soportó dar a conocer su segunda muerte.


Cuánta verdad contienen las palabras del inglés Thomas Carlyle.


                                                                                                                                                                       @EGAnguiano



martes, 17 de junio de 2014

Los Jóvenes en Pandilla


Por: MSC Pablo Cajigal del Ángel.




     El estudio de la criminalidad juvenil constituye un tema de actualidad no sólo del derecho penal, sino también de la criminología y de las ciencias conexas. Para comprender el interés por el análisis y la búsqueda de soluciones para la delincuencia juvenil, es necesario ubicar este fenómeno dentro de la problemática de la sociedad actual. 


     La estructura social en que les ha tocado vivir a los niños y jóvenes de hoy, está caracterizada por una complejidad cada vez mayor, donde la búsqueda de soluciones no depende ni de fórmulas tradicionales ni de líderes carismáticos. 


     La delincuencia juvenil se ubica, por lo menos en México, dentro de un contexto social caracterizado por grupos de niños y adolescentes ubicados dentro de niveles de miseria o pobreza extrema, desempleo, narcotráfico, hacinamiento urbano, baja escolaridad o analfabetismo, agresiones sexuales y desintegración familiar. A estos grupos sociales se les han negado todos los derechos humanos tales como: el derecho a la vida, la salud, la educación, la vivienda, en fin, el derecho al desarrollo. Sumado a este contexto, hay que agregar que la sociedad actual se caracteriza por un debilitamiento de los sistemas tradicionales de apoyo para el desarrollo de la niñez y de la adolescencia.


     Las ciencias sociales tratan de explicar de diversas maneras los fenómenos que aquejan a los grupos sociales. En particular, cuando se presenta algún acontecimiento que no coincide con lo que se hubiera esperado desde la teoría, los académicos buscaran explicarlo, generando con ello un avance en el conocimiento y una ampliación del acervo teórico. 


     De acuerdo con Feixa, desde una perspectiva antropológica, la juventud aparece como una construcción cultural relativa en el tiempo y el espacio. Cada sociedad organiza la transición de la infancia a la vida adulta de una manera particular, por lo que las formas y contenidos de esta transición tienen grandes diferencias, dependiendo de la sociedad de la que se trate. Aunque este proceso tiene una base biológica, lo importante es la percepción social de estos cambios, las repercusiones para la comunidad, los valores asociados a este grupo de edad y los ritos que marcan sus límites. Por ello, para que exista la juventud debe haber, por una parte, una serie de condiciones sociales tales como normas, comportamientos e instituciones que distingan a los jóvenes de otros grupos de edad; y por otra, una serie de imágenes culturales tales como valores, atributos y ritos asociados a los jóvenes. Tanto unas como otras dependen de la estructura social en conjunto, es decir, de las formas de subsistencia, las instituciones políticas y las cosmovisiones ideológicas que predominan en cada sociedad. 


     En la sociedad occidental, la revolución industrial tuvo que ver con la concepción de la juventud tal y como la conocemos. Según Feixa, el joven fue inventado al mismo tiempo que la máquina de vapor. De acuerdo con ello, se puede marcar el inicio de esta etapa en la transición del feudalismo al capitalismo, así como en las transformaciones producidas dentro del seno de la familia, la escuela, el ejército y el trabajo. 


     En primer lugar la familia, que hasta entonces no se había ocupado plenamente de la educación y promoción de los hijos, empezó a desarrollar cada vez en mayor grado un sentimiento de responsabilidad respecto a ellos, cobrando además mayor importancia la afectividad. En contrapartida, se produjo una paulatina pérdida de independencia de parte de los hijos y la prolongación de su dependencia económica y moral respecto a la familia.


     En segundo lugar se transformó la escuela, ya que con el desarrollo del comercio y la burocracia, esta dejo de estar reservada para el clero y se convirtió en un instrumento normal de iniciación social, que poco a poco sustituyo a los tutores contratados por las familias. La escuela medieval donde estaba mezcladas las edades y la autoridad del maestro, fue reemplazada por sistemas de instrucción modernos, donde había planes escolares y una mayor organización de acuerdo con el nivel de instrucción. Este nuevo modelo respondía a un deseo de rigor moral: aislar por un tiempo a los jóvenes del mundo adulto y de acuerdo con la edad, infundir en ellos disciplina y conocimientos.


     En tercer lugar se modificó el ejército, transformación que afecto a los hombres. Con la Revolución Francesa, se instituyo el servicio militar masculino obligatorio, por lo que una nación en armas era defendida por jóvenes que al estar durante un tiempo conviviendo con otros de su edad, cobraban conciencia de su importancia como grupo para el país.


     Finalmente, se transformó el sector laboral. Por una parte, la industrialización abrió nuevas oportunidades de empleo y con ello dio entrada a jóvenes que así lograrían una mayor independencia económica para iniciar y planear su vida de acuerdo con sus propios deseos. Por otra parte, sin embargo, se requirió de una mayor preparación técnica para desarrollar las tareas del sistema industrial, lo que expulso a muchos jóvenes del trabajo asalariado y obligo a seguir asistiendo a la escuela para poder adquirir la preparación que se demandaba de ellos.


     Estos cambios afectaron primero a la burguesía y a los jóvenes, y poco a poco se fueron democratizando y extendiendo a las mujeres, la clase obrera, las zonas rurales y los países no occidentales. Al respecto, sin embargo, no todo fue positivo. Gillis señala que con el descubrimiento de la adolescencia y la juventud se produjeron dos reacciones de signo opuesto. Por un lado, el conformismo entre los muchachos burgueses, pues para ellos la juventud significaba un periodo de moratoria social marcada por el aprendizaje escolar y el ocio. Por otro lado, se promovió la delincuencia entre el sector proletario ya que la adolescencia representaba la expulsión del mundo laboral y el ocio forzoso, lo que le cerraba la posibilidad de salir adelante en el corto plazo.


     Para el sigo XX, los jóvenes burgueses y proletarios ocuparon cada vez en mayor medida una posición protagónica en la escena política de occidente. Durante las guerras mundiales y los conflictos de la Guerra Fría, fueron involucrados directamente en las fuerzas armadas y muchos de ellos iniciaron movimientos pacifistas. Además, derivado de la inconformidad con su situación social y con lo que ellos identificaron como la pérdida de valores y de identidad en una sociedad posmoderna, se organizaron en pandillas, lo cual les permitía recuperar lo que consideraban perdido, o medios para salir adelante en una sociedad que les había cerrado las puertas. 


     Como consecuencia de las transformaciones mencionadas, la juventud se caracterizara entonces por la no integración o la integración parcial en las estructuras productivas y reproductivas. Los jóvenes, incluso los que provienen de clases dominantes tienen durante esta etapa, un escaso control sobre la mayor parte de los aspectos decisivos de su vida y están sometidos a la tutela de las instituciones adultas. Esta etapa que se caracteriza por su transitoriedad en algunos casos está marcada por la pasividad de los jóvenes pero en otros no es así. Respecto a los que se encuentran en el segundo caso, es frecuente que generen culturas juveniles que se pueden definir como la manera en que sus experiencias sociales son expresadas colectivamente, mediante la construcción de estilos de vida distintivos, desarrollados fundamentalmente en el tiempo libre o en espacios intersticiales de la vida institucional. Así, ha ocurrido la aparición de micro-sociedades juveniles, con grados significativos de autonomía respecto de las instituciones adultas, que se dotan de espacio y tiempos específicos y que coinciden con grandes procesos de cambio social en el terreno económico, político, educativo, laboral e ideológico. El estilo que los grupos de este tipo desarrollan es central y se refiere a la manifestación simbolica de la cultura juvenil correspondiente, que es expresada en un conjunto más o menos coherente de elementos materiales e inmateriales que los jóvenes consideran representativos de su grupo. Este tiene que ver con la vinculación entre objetos, actividades y valores que producen y organizan la identidad del grupo, y está conformado en general por el lenguaje, la música, la estética, las producciones culturales y las actividades que estos conjuntos realizan.


     Los grupos como las pandillas son, desde la perspectiva de Feixa, una cultura juvenil que aparece en sectores urbanos populares. Las pandillas son grupos informales localizados formados por jóvenes de clases medias bajas y bajas, que utilizan el espacio urbano para construir su identidad social. Cada banda puede caracterizarse por un determinado estilo, aunque puede también ser la mezcla sincrética de varios grupos existentes en su medio social. Estas, según el autor se construyen a partir de las condiciones sociales propias del contexto en el que se gestan, y de las imágenes culturales entendidas como el conjunto de atributos ideológicos y simbólicos asignados y/o apropiados para los jóvenes.



martes, 10 de junio de 2014

¿Violencia?: Hasta en los Niños


Por: Mtro Eduardo García Anguiano


Lejos de avanzar se camina por un sendero que nos regresa a la barbarie.


México ha vivido en los últimos años oleadas de violencia, las hay producto del accionar de la criminalidad con enfrentamientos armados en donde resultan heridos, muertos y daños a los bienes materiales.


Otro tipo de violencia deviene de los conflictos sociales, donde generalmente las protestas terminan con policías heridos, linchamientos, negocios afectados o la infraestructura urbana dañada.


Una más es la violencia que se deriva de las acciones de las fuerzas del orden para neutralizar al fenómeno delictivo, ésta con el fin de mantener el orden público, pero para un menor de edad al verla en los medios de comunicación le llega como hecho violento.


La nueva ola que vivimos ha tocado a lo que menos se esperaba: a la niñez mexicana, como actor pasivo en los casos de pederastia de los sacerdotes católicos o como sujeto activo en el acoso escolar; ¡qué lejos aquellos tiempos en que la reprimenda del prefecto era suficiente!


No se trata sólo de “El Ponchis”, el niño sicario al que le ordenaban matar, hecho por demás singular, sino de algo más complejo por su forma de incubación.
http://www.eluniversal.com.mx/notas/727737.html


Hoy el acoso escolar termina en la muerte, se ha llegado a emplear armas de fuego en las escuelas, hecho similar a los que tanto publicitan los medios de comunicación de Estados Unidos de América respecto a sus centros escolares.


Cito los casos siguientes: en Tamaulipas un estudiante terminó muerto ya en el hospital y en Yucatán un niño murió por ingerir una bebida forzado por sus compañeros de clases.
http://www.cbtelevision.com.mx/noticia/muere-estudiante-por-beber-sustancia-obligado-por-sus-compaeros


Por su forma simbólica es altamente significativo el suceso en Atizapán de Zaragoza, Estado de México, donde producto de hechos de armas en una escuela se tuvo como resultado una víctima fatal. http://www.sinembargo.mx/29-05-2014/1007916


¿Pues qué esperábamos? ¿Qué la niñez mexicana fuera inmune a la violencia o en los hogares no se conocieran los hechos de sangre? Por supuesto que las responsabilidades pueden individualizarse, por supuesto que en el seno familiar empiezan algunos problemas, sin embargo, ¿las familias son inmunes a su entorno o los niños son ajenos al medio social que los rodea?


La respuesta puede inscribirse en una hipótesis: una sociedad violenta genera hijos violentos. Surgirán muchos debates y teorías, veamos las raíces de la violencia además de sus efectos en la niñez.


Vislumbremos bien el problema; recordemos las palabras del político y pensador indio Mahatma Gandhi: “Los medios violentos nos darán una libertad violenta”.


                                                                                                                                                                       @EGAnguiano