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lunes, 26 de diciembre de 2022

 Los retos en Materia de Seguridad para este 2023 en México

 

Por: Guillermo Alberto Hidalgo Montes

 


El año 2023 está a la vuelta de la esquina y en materia de seguridad se presentan 5 retos que el estado mexicano afrontará en materia de seguridad: 1) rendición de cuentas, 2) los datos que no son “los ostros datos”, 3) la coordinación, 4) el apoyo ciudadano y, 5) el fortalecimiento de quienes realmente enfrentan a la delincuencia en el 90% de las ocasiones, las policías locales

 

1)   Rendición de cuentas

 

El pasado21 de diciembre el Senador Ricardo Monreal hizo un llamado para revisar la estrategia que en materia de seguridad “desarrolla” el gobierno federal. Este llamado para una estrategia “desarrollada” desde hace ya cuatro años es simplemente decepcionante. Si pudo notar estimado lector, entrecomillé la palabra “desarrolla”, y fue de esa forma debido a que si algo se ha caracterizado la estrategia en materia de seguridad del gobierno federal es la de no tener estrategia. Este llamado para el actual programa de seguridad, así como el de cualquiera, debería ser año con año, la fase mecánica del proceso administrativo es la de control y dirección y es así para poder corregir y mejorar la tarea que se hace y en este caso, en materia de seguridad no es la excepción. Lo anterior debido a que no existen los indicadores que permitan saber cómo vamos, es decir, solo vamos guiados por estadísticas que, según quien las realice, será el significado de las mismas. Este año que está por iniciar es el momento preciso para poder realizar eso y poder corregir lo que se lleva haciendo de una forma incorrecta al cuarto año de una gestión que dura seis, suena complicado y hasta cierto punto decepcionante. Si algo nos ha quedado claro a los mexicanos es que la política de abrazos y no balazos ha sido inútil y peligrosa

 

2)   La magia de las estadísticas

¿A qué nos referimos con esto? Es cierto a que el número de homicidios ha bajado, pero esto no es señal de que las cosas se están haciendo bien, ya que el número de desaparecido se ha disparado alarmantemente, ahora bien, muchos de esos desaparecidos ya han sido, desgraciadamente, privados de la vida, sin embargo, aunque se tengan los datos para corroborar esto, sin cuerpo, no hay homicidio; lo que hace que pareciera que, efectivamente, estamos un poco mejor. Lo mismo pasa a la inversa, en lo local un jefe de policía puede estar dando resultados excelentes en materia de seguridad y se ha ganado a pulso a la ciudadanía, lo que genera confianza y la gente comienza a denunciar delitos que antes no hacía. Lo anterior generará un alza en las estadísticas, pero no quiere decir que necesariamente exista una crisis en materia de seguridad, si no que, los delitos que antes no se denunciaban, ahora, por confianza a sus autoridades lo están haciendo. Pero si no existe una correcta comunicación con las autoridades locales (alcaldes, gobernadores) para explicarlo y no se le explica a la ciudadanía, los datos podrían alarmar a la comunidad.

3)   La coordinación

No se tienen planes regionales en materia de seguridad a nivel nacional, ni a nivel estatal y pocas veces a nivel municipal, lo que, en un mundo interconectado de forma física y virtual estrategias poco contundentes los delitos y la fenomenología delincuencia no son las mismas en el norte que en el sur o en el centro del país en incluso dentro de un estado o un municipio (donde los delitos cambian o mutan de colonia a colonia) por lo que se deben generar estrategias individualizadas para cada región y orden de gobierno que a su vez estén coordinadas y articuladas hasta llegar a un plano federal. Si centralizamos los programas o las acciones a ideas que se generan desde un escritorio en el centro del país, la crisis en materia de seguridad seguirá o se agudizará.

4)   El apoyo ciudadano


Hoy más que nunca la ciudadanía se ve reacia a colaborar con las instituciones de seguridad y esto se deba que no se puede contar con el apoyo ciudadano si existe desconfianza en los mismos derivados de malos resultados. En un modelo contemporáneo de seguridad ciudadana, una de las herramientas vitales con las que se cuenta es la llamada “Inteligencia Social” donde, gracias a la confianza y legitimación con las que cuentan las instituciones policiales la ciudadanía no opone resistencia para proporcionar información que la institución convierte en Inteligencia para poder dar frente a la delincuencia. Hoy en día, la Encuesta Nacional de Victimización y Percepción sobre Seguridad Pública (ENVIPE) señala que en este 2022 la ciudadanía no confía en sus instituciones policiales.

5)   Fortalecimiento de las policías estatales y municipales


El 90% de los delitos se cometen en el fuero común por lo que, en teoría nos indica que las instituciones que día a día enfrentan a la delincuencia deberían ser las más profesionalizadas, desgraciadamente, en este reino del revés que se volvió nuestro México, lo anterior no ocurre, teniendo elementos policiales mal pagados, mal capacitados y mal equipados; no me refiero solamente a los compañeros que día a día están en la calle, sino también a sus mandos que en muchas ocasiones son personas sin experiencia o sin calidad moral para cumplir con los cargos. Sin embargo, con todo lo anterior en contra, son quienes hacen la mayor carga laboral y no se les reconoce, tal pareciera que el proyecto insignia de la administración federal, la Guardia Nacional, es quien realiza el trabajo y no hay nada más lejos de la realidad, por lo que el reconocimiento a la labor para los hombres y las mujeres que día a día salen a salvaguardar la seguridad de la ciudadanía (pese a las carencias) se vuelve necesario.

 

En 2014, bajo el mandato del presidente estadounidense Barak Obama, se generó un equipo interdisciplinario integrado por policías, jueces, magistrados, catedráticos, abogados, psicólogos y líderes sociales con el fin de realizar un estudio que diera las directrices de qué características deberían tener los cuerpos policiales del siglo XXI, los  resultados que este ejercicio derivó se conocen como los 6 pilares para la vigilancia policial del siglo XXI y aunque este ejercicio fue desarrollado en Estados Unidos muchas policías los han adoptado para poder mejorar sus instituciones policiales. En nuestro país varios estados y municipios los han adoptado con el fin de poder generar un cambio social positivo, estos pilares son:

a)      Construir confianza y legitimización

b)     Política de supervisión y rendición de cuentas

c)      Tecnología y redes sociales

d)     Proximidad social y reducción de la criminalidad

e)     Entrenamiento y Educación Policial

f)       Seguridad y Bienestar de los elementos policiales


Todo año que inicia es una gran oportunidad de iniciar de nuevo, de renovarse, de mejorar. La presente crisis en materia de seguridad ha llegado a niveles intolerables, debemos despertar todos y hacer un frente común para que, cada quien desde su trinchera, hacer lo que nos corresponde, la ciudadanía desde respetar reglamentos de tránsito o leyes locales, servidores públicos realizando diligentemente al tarea que les ha asignado la sociedad, políticos dejando de tratar de inventar el hilo negro y poniéndose a trabajar respetando la ley porque si no es hoy, quien sabe si ya tengamos un mañana.



hidalgomontes@gmail.com





lunes, 28 de noviembre de 2022

 ¿Es mala la militarización de las policías en México?

 

Por: Guillermo Alberto Hidalgo Montes

 

La Militarización de las corporaciones policiales no solo de México, sino de todo el mundo inicio hace mucho más de lo que se piensa. Así es querido lector, más allá de filias y fobias este es un hecho irrefutable, sin embargo, ¿Sabemos lo que realmente es la militarización de los cuerpos policiales?

Las autoridades, al menos en México, no lo saben muy bien y el querer tratar a un cuerpo de carácter civil con disciplina militarizada como lo es la policía como si fueran las fuerzas armadas es un grave error, no lo digo yo, los resultados hablan por ellos mismos. Lo anterior, discutido anteriormente en este espacio, reside principalmente es que la función del ejercito mexicano es la seguridad exterior del país, y la correspondiente al interior de los cuerpos policiales.

El discurso del presidente mexicano Andrés Manuel López Obrador sobre que todas las policías eran corruptas quedó minimizado cuando comenzaron a salir a la luz actos de corrupción dentro del Ejército Mexicano así como dentro de las filas de su proyecto insignia en materia de seguridad: La Guardia Nacional

No se quiso entender desde un principio que no existen instituciones corruptas, existen funcionarios públicos corruptos y a esos, hay que señalarlos y castigarlos, pero no por ello denostar a toda una institución formada por hombres y mujeres honrados y con valores que día a día salen a la calle con la misión de dar un servicio de seguridad a la población y aquí englobo al Ejército Mexicano, a las Policías y a la Guarda Nacional, es decir, que un miembro policial o militar se corrompa, bajo ningún motivo quiere decir que todos son iguales.

Para poder explicar mejor, y se pueda comprender que la temporalidad del fenómeno de la militarización de las policías en México es más añeja de lo que se cree comenzaremos explicando que existen dos tipos de militarización, una positiva y la otra negativa, aquí unos ejemplos:

a)   Ejemplos de Militarización Positiva:


· Medicina de combate. - los escenarios bélicos de los últimos años han traído consigo un gran avance en esta materia, desarrollando técnicas y equipo para salvarle la vida al soldado. Estas herramientas trasladadas al ámbito policial han disminuido las fatalidades policiales, pero también en el público gracias a que el agente policial sabe qué hacer y cómo hacerlo para salvarle la vida en cuanto la ayuda especializada llega al punto del suceso.


· Armamento. - El armamento se ha tecnificado de una manera considerable, generando productos cada vez mas certeros y contundentes para poder responder a las agresiones de los campos de batalla modernos. En nuestro país la delincuencia organizada ha mutado a una mas violenta y con mayor capacidad de fuego de muchas corporaciones. El que se le dote a los agentes policiales de armamento que iguales las características de los transgresores de la ley, les da oportunidad de poder controlar rápidamente las acciones


· Chalecos tácticos. - Este tópico va muy de la mano con el punto anterior ya que una de las especificaciones dentro del campo de batalla es que la protección balística sea al menos del calibre del arma que usa el soldado y lo mismo aplica en la función policial, eso si, con materiales cada vez màs flexibles, ligeros y resistentes.


· Uniformes. - Desde la proliferación del modelo policial de Vollmer en los años 20’s se disemino el uso de uniformes para todos los cuerpos policiales ya que Vollmer era de extracción militar por lo que todos los países latinoamericanos fueron apegándose a ello. En Europa, la policía de Londres fue el modelo a seguir, pero por razones similares, su fundador Sir Robert Peel lo veìa como una oportunidad de ser identificado por la ciudadanía como servidor público, tal y como se les identificaba a los militares como tal, lo anterior a mediados del siglo XIX


· Institucionalización. - A las fuerzas armadas no se piensa en suplirlas cada administración federal, ni en misión, en visión y/o estructura. Situación que si acontece con los cuerpos policiales cada administración municipal, estala o federal, según sea el caso.


· Educación. - Una de las cosas que más debemos reconocer de las fuerzas armadas es su excelente sistema de educación militar, si se pudiese traslapar de manera correcta a nuestras policías lograríamos la tan anhelada estandarización a nivel nacional, cosa que el Sistema Nacional de Seguridad Pública no ha logrado, no tanto por ellos si no por el ego de cada uno de los estados en cuanto a educación policial se refiere


· Servicio de Carrera.- Este es otro de los temas que causan envidia del ejercito ya que realmente se respeta preparación y antigüedad y genera una competencia sana para ser mandos no solo en el área de conocimientos, si no hasta en capacidad física, desgraciadamente en las corporaciones policiales en México esto es una rueda de la fortuna, el Certificado Único Policial (CUP) ha mitigado algo de esta problemática pero es insuficiente, un policía tercer de repente es oficial, luego comisario, después policía segundo y nunca se tiene certeza laboral


b) Ejemplos de Militarización Negativa:


· La mentalidad de acabar con el enemigo. - Los cuerpos policiales no tienen enemigos, tienen ciudadanos que transgreden lo legalmente establecido, por lo que se les habilita legalmente para poder controlarlos o detenerlos


· Parches.- Así como un punto de la militarización positiva fue el uniforme, uno negativo es el concerniente a los parches y las insignias, esta tradición se ha contaminado muy fuerte en el ámbito policial, mandando un mensaje equivocado ala ciudadanía, el ponerse parches o insignias que no corresponden al uniforme o no han sido ganados a través de entrenamiento confunde y manda un mensaje equivocado ¿Qué pensaría de un oficial que llega a su auxilio lleno de parches de calaveras o leyendas raras? Y lo mismo pasa con militares que pasan a la policía que portan sus insignias del ejercito situación que esta prohibida en reglamentos policiales, pero también en los militares


· Técnicas de uso militar en situaciones que no lo son. - A veces ver en academias técnicas de supervivencia en selva cuando tu policía es 100% urbana puede ser controversial, así como ejercicios de emboscada y contra emboscada rurales o urbanas sin poner atención en el lugar que se debe dar servicio.


· Ausencia de espacios para la reflexión y toma de decisiones individuales. - El modelo de operación militar es muy distinto al policial, de una actuación en binomios o trinomios en el servicio policial pasamos a unidades pequeñas de combate como pelotones (8 a 10 soldados) o secciones (30 a 40 soldados), por lo que, tanto decisiones, así como actuaciones, tienen diferencias significativas en una planeación de combate en lo castrense, frente a una respuesta a una emergencia en el servicio policial

A fin de cuentas, lo que necesitan las instituciones de seguridad pública en México es una modernización seria, es decir, no es solo equipo, una transformación social y un cambio en la filosofía institucional ajustada a los estándares legales actuales. Recordemos que, aunque el sistema de justicia penal actual ya tiene mas de 6 años vigente, aún falta mucho que aprender y aplicar.

Debemos entender que las instituciones de seguridad son de la comunidad y para servir a la comunidad, pero también se debe educar a la comunidad de que hacer y que no hacer para que “pseudo expertos” que se encuentran en las redes sociales no ocupen ese espacio y mal eduquen a la ciudadanía.

Las calles de México no son ni pueden ser zonas de guerra y nuestros ciudadanos no son combatientes enemigos, las fuerzas del orden son la asociación comunitaria en materia seguridad pública y el entrenamiento, equipo y armamento estas usan deberían reflejar esa realidad. Como puede usted ver, el tema de la militarización hace mucho esta aconteciendo. Sin embargo, como todo, es un tema de equilibrio y ese equilibrio se dará cunado encontremos el balance correcto entre seguridad del policía contra la percepción de la comunidad a la que servimos.

hidalgomontes@gmail.com





lunes, 15 de agosto de 2022

 Cuando Vivir en México ya puede ser Catalogado como Deporte Extremo

 

Por: Guillermo Alberto Hidalgo Montes

 

Desde el pasado 5 de agosto, después de un homicidio múltiple acontecido en una comunidad de Celaya, en el estado de Guanajuato que, como resultado 5 víctimas mortales, pareciera que el país entro en colapso. Ese día, en Quechultenango, Guerrero ejecutaron a 6 personas, un operativo fallido por parte de la Secretaría de la Defensa Nacional (SEDENA) en Ixtlahuacan del Río, Jalisco con la finalidad de detener a probables lideres del Cartel de Jalisco Nueva Generación (CJNG) convirtió en un infierno el bajío mexicano lo que genero incendios y bloqueos para poder evitar las acciones de la autoridad. A 300 km de ahí en Guanajuato, también se llevaron acciones similares incendiando 20 tiendas de la cadena Oxxo, así como farmacias, camiones de transporte privado y público, totalizando 40 ataques. Para el viernes 12 arden Baja California y Chihuahua en acciones similares ¿Qué ocurre?

Bueno, para comenzar es importante mencionar que, desde hace mucho tiempo, se rompió la llamada “Pax Narca”. Este término significa la búsqueda de la disminución de la violencia a partir de que, en cada región, (donde hoy se está viviendo una lucha violenta entre las bandas delictivas que pretenden el control de cada una de las plazas), se logre la consolidación indiscutible de una de ellas como la líder y esto disminuya el alto índice de asesinatos y enfrentamientos violentos. Cosa que, desde la descomposición de el Cártel de Guadalajara comenzó a romperse, y aunque en la década de los 90´s se medio respetó, la llegada de los Zetas a inicio del milenio acabó de fracturar.

Ahora bien, regresando a lo ocurrido la semana pasada, aunque es cierto que en los actos terroristas antes mencionados hay (hasta la fecha) 167 detenidos con una alta probabilidad de pertenencia al Cartel de Jalisco Nueva Generación (CJNG) todo indica que se debió a dos circunstancias. La primera es en represalia a las operaciones intentadas por la autoridad en contra de líderes de la organización, y la segunda, fue buen momento para mostrar músculo en busca de la sucesión de de Nemesio Rubén Oseguera Cervantes “El Mencho” por parte de Ricardo Ruiz Velasco, mejor conocido como “RR” ante la disminuida capacidad física reportada por diferentes cuerpos de inteligencia mexicanos y estadounidenses de “El Mencho” debido a males hepáticos y renales con lo que trata de demostrar hacia dentro de su organización que el pudiera ser el sucesor perfecto para la organización

Sin embargo, con desconocimiento total del modo en que el mundo ha evolucionado durante los últimos años, -y con ello también el crimen organizado-, parece que el Gobierno Federal pretende repetir el modelo de la “Pax Narca” y por ello se niega a enfrentar con contundencia y todo el poder del Estado Mexicano a la delincuencia. ¿Estará esperando pacientemente a que en cada región se nulifiquen los cárteles entre sí y surja uno de ellos como ganador, con el cual negociar? La clara prueba de esto son las palabras de la alcaldesa de Tijuana, Monserrat Caballero pide a los miembros de la delincuencia organizada que, cito textualmente: “Que cobren las facturas a quienes no les pagaron lo que les deben, no a las familias a los ciudadanos que trabajan…”

El acierto del gobierno federal hasta ahora ha sido, aunque usted no lo crea, llamar estos hechos como son: Actos terroristas, para comprender esto, usaremos la definición del diccionario de Oxford el cual define terrorismo como: “Forma violenta de lucha política, mediante la cual se persigue la destrucción del orden establecido o la creación de un clima de terror e inseguridad susceptible de intimidar a los adversarios o a la población en general” Y a todas luces encaja con lo que miles de mexicanos experimentaron. Ya que estos hechos siembran miedo e incertidumbre en la población y en los inversionistas porque los estados antes mencionados son nodos industriales en sus respectivas regiones y hay inversiones nacionales e internacionales en juego que podrían generar fuga de capitales que ahondarían la crisis económica actual y de forma colateral la de seguridad (si pensaba que podríamos estar peor, créame podríamos).

Otro punto que no hay que dejar atrás son las acciones que podría tomar la Unión Americana al ver en riesgo sus inversiones, a ciudadanos americanos residentes en México y la lógica preocupación de tener un vecino con una rampante crisis de inseguridad y ahora actos terroristas declarados donde podrían aplicar el “Patriot Act” o “Freedom Act” para contrarrestar actos de organizaciones terroristas fuera de estados unidos, y si declaran a los cárteles como organizaciones terroristas podría significar fuga de capitales para nuestro país, restricciones comerciales y el fin de una política presidencial sin política, es decir a ocurrencias y a base de populismo penal.

El capricho federal de apostar a la fórmula que ya ha quedad demostrada a través del tiempo en México de apostar al fortalecimiento de policías federales que tienen poco contacto con la ciudadanía en vez de a las policías locales que son los primeros respondientes en un 90% de los casos además de una estrategia basada en la no cooperación interinstitucional deja en  un descobijo a la población entera a merced de la violencia y la delincuencia además que pone un riesgo el trabajo y sustento de forma directa e indirecta de cientos de miles de mexicano que trabajan en empresas donde el capital viene de empresas del extranjero y una política de no veo lo que no me conviene y así no existe (como el clásico entre los jóvenes de “borracho no cuenta”)

Es cierto que hay más de 167 detenido y eso parece de entrada bueno, pero (odio ser aguafiestas) hay que esperar que, se judicialicen de forma correcta los casos, no haya fallas al debido proceso y de ahí quienes se les demuestre su culpabilidad, pero de nuevo es atacar los síntomas en lugar de atacar los factores que detonan la enfermedad

Ahora bien, va pregunta para usted querido lector: ¿con todos estos factores, la militarización del país es la respuesta? No se usted, pero yo…yo tengo otros datos.

 

hidalgomontes@gmail.com




lunes, 8 de agosto de 2022

 Los Dispositivos Electrónicos de Control en el Uso de la Fuerza

Por: Mtro. Javier Ortiz Sullivan


     La Ley Nacional sobre el Uso de la Fuerza y el Protocolo Nacional sobre el Uso de la Fuerza definen las armas no letales como aquellas a través de las cuales se disminuyen las funciones corporales de un individuo, reduciendo al mínimo el riesgo de causarle lesiones que pongan en peligro su vida, mientras que la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos (OACNUDH) les ha definido como aquellas “...diseñadas o destinadas a ser utilizadas contra personas o grupos de personas y que, en el curso de su uso esperado o razonablemente previsto, entrañan un riesgo menor de causar la muerte o lesiones graves que las armas de fuego.”


     El artículo 14 de la Ley Nacional para el Uso de la Fuerza establece que “Las instituciones de seguridad asignarán las armas solamente al agente que apruebe la capacitación establecida para su uso, y este, a su vez, solo podrá usar las armas que le hayan sido asignadas.”, y en el artículo 15 establece que, “Los agentes podrán tener a su cargo y portar las siguientes armas: I. Incapacitantes menos letales: (...) b) Dispositivos que generan descargas eléctricas; (...)”.


     Es importante mencionar que los Dispositivos Electrónicos de Control, coloquialmente conocidos como Taser por ser el nombre de uno de los productos más conocidos en el imaginario popular, también están referidos en el apartado de equipamiento del Modelo de Policía de Proximidad considerado dentro del Modelo de Policía y Justicia Cívica (MPJC) impulsado por el Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNP) y encuentran su fundamento en los ya referidos instrumentos relativos al Uso de la Fuerza en México, así como en diversos instrumentos normativos internacionales como los Principios Básicos sobre el Empleo de la Fuerza y las Armas de Fuego por los Funcionarios Encargados de Hacer Cumplir la Ley.


     Es importante mencionar la resolución de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), de la Acción de Inconstitucionalidad 64/2019 promovida en su oportunidad por la Comisión Nacional de los Derechos Humanos, resuelta el 24 de octubre de 2020, en la que las y los Ministros de dicho órgano jurisdiccional señalaron que la diferencia entre las armas menos letales, como el Taser, y las armas letales radica en “...la capacidad que tenga para causar lesiones graves o la muerte, pues las primeras están diseñadas para reducir al mínimo este aspecto...”, así como el hecho que la SCJN reconoció que la ley establece la distinción y regulación de armas menos letales, así como el adiestramiento que para su uso deben recibir los agentes de las instituciones de seguridad.


     Ahora, ¿cómo funcionan los dispositivos electrónicos de control? El Taser es un dispositivo electrónico de control manufacturado por Axon Enterprise Inc., que transmite pulsos eléctricos diseñados para impactar las funciones sensoriales y motoras del sistema nervioso periférico y causa contracciones musculares involuntarias que provocan un efecto denominado inmovilización neuromuscular.


     Invariablemente, explicar de manera rápida el funcionamiento de los dispositivos electrónicos de control conlleva la pregunta sobre su seguridad y efectividad. Y para ello, es menesteroso señalar que los TASER son la opción menos letal más estudiada a nivel mundial, con más de 800 estudios publicados que evalúan su seguridad y efectividad tanto por centros médicos o sanitarios, como por instituciones tecnológicas y profesionales relacionadas al sector seguridad.


Para lograr lo anterior, es importante entender que éstos dispositivos deben cumplir diversos estándares técnicos que garanticen tanto su efectividad como su seguridad, a saber: el estándar ANSI/CPLSO-17, elaborado por el Instituto Americano de Estándares Nacionales (ANSI, por sus siglas en inglés) y que refiere a las características eléctricas de los Dispositivos Electrónicos de Control; y, el estándar IEC 60335-2-76 de la Comisión Electrotécnica Internacional, de la que México forma parte, que aborda los requisitos de seguridad para aparatos electrodomésticos y análogos.


     Pero ¿cuál es la postura de asociaciones profesionales sobre el TASER? La Asociación Internacional de Jefes de Policía (IACP por sus siglas en inglés) ha señalado que es esencial que los departamentos proporcionen a sus funcionarios la capacitación y los instrumentos adecuados para ejercer la cantidad de fuerza necesaria para prevenir daños a las fuerzas del orden, transeúntes o sujetos potencialmente violentos, ya que proporcionar acceso a herramientas y capacitación apropiadas permite a los departamentos de policía reducir las lesiones y muertes de oficiales, sospechosos y miembros del público.


     Por su parte, el Consejo Nacional de Jefes de Policía del Reino Unido publicó un reporte del Grupo de Trabajo de Armas Menos Letales, señalando que tras un análisis de 34,000 incidentes de uso de la fuerza, los dispositivos electrónicos de control estaban asociados a menos lesiones en los oficiales de Policía y en las personas contra quienes se empleaba que los binomios caninos, los bastones, los aerosoles irritantes o las confrontaciones físicas lo que, a su consideración, podría sugerir que son más seguros que otros medios de fuerza.

 
     Por su parte, los Relatores Especiales sobre los derechos a la libertad de reunión pacífica y de asociación y sobre las ejecuciones extrajudiciales, sumarias o arbitrarias de la Organización de las Naciones Unidas han subrayado la idoneidad de que elementos policiales cuenten con herramientas además de las armas de fuego, señalando que “Basándose en una evaluación de los riesgos, el equipamiento de los agentes del orden desplegados durante las concentraciones debería incluir material de protección personal apropiado y armas no letales adecuadas. Las armas y tácticas deberían posibilitar una respuesta graduada y una atenuación de las tensiones. Por lo tanto, no es aceptable dotar a los agentes del orden de armas letales sin que dispongan de otras alternativas no letales aparte de las porras”

 En conclusión, de manera somera podemos señalar que:

  • Las armas menos letales son complementarias a otros medios de fuerza, por lo que deberían ser consideradas dentro del proceso de toma de decisiones para su adquisición, dotación y aprovechamiento de acuerdo a la naturaleza, los riesgos y condiciones de los diversos servicios policiales.
  • La efectividad de éstos sistemas (dispositivos + municiones + operadores) dependerá de las circunstancias y condiciones de cada uso, por lo que no deberá asumirse que el menor potencial lesivo está garantizado al 100% y se deberán tomar precauciones ex ante y ex post para ofrecer asistencia médica a las personas heridas o afectadas, cuando y si así se requiera.
  • El empleo de armas menos letales debe ceñirse a los principios internacionales de uso de la fuerza: Legalidad, Necesidad y Proporcionalidad, y observar los mecanismos de rendición de cuentas apropiados, especialmente cuando haya personas heridas o afectadas por su uso.

javier.ortizsullivan@gmail.com





domingo, 20 de marzo de 2022

 Los nada halagadores “otros datos” en materia de Seguridad.

 

Por: Guillermo Alberto Hidalgo Montes

En materia de seguridad también existen “otros datos” además de las alegres cifras oficiales comunicadas día con día desde las “mañaneras” de Palacio Nacional, y es que el pasado 07 de marzo se generó una noticia la cual el portal de Forbes hizo viral, se publicó el ranking de las 50 ciudades más violentas del mundo y aunque, como se explicó, el portal de Forbes lo hizo viral, la información venía de Consejo ciudadano para la seguridad pública y la justicia penal A.C. Ciudades. (http://www.seguridadjusticiaypaz.org.mx/). En 2021 las ocho ciudades más violentas del mundo fueron todas ellas mexicanas: Zamora, Ciudad Obregón, Zacatecas, Tijuana, Celaya, Juárez, Ensenada y Uruapan. México es el país con el mayor número de ciudades violentas: 18 de 50. También se destaca que, De las 14 ediciones anuales de este ranking, en 8 la ciudad más violenta del mundo ha sido mexicana (esto es, en los años 2008, 2009, 2010, 2017, 2018, 2019, 2020, y 2021).


Es innegable la necedad de la administración federal de no fortalecer a las policías locales donde más del 90% de los delitos son cometidos (según cifras del Sistema Nacional de Seguridad Pública) y tratar de fortalecer la Centralización de la estrategia de seguridad, la cual no se consolida debido a que las problemáticas de inseguridad, así como los factores que las originan varían entre región y región del país. La inseguridad ha generado uno de los sexenios más violentos para el gremio periodístico e incluso el parlamento europeo señaló el peligro para esta profesión en el país y el presidente mexicano redactó una carta ruda, descortés e imprecisa que deja al descubierto la nula estrategia en materia de seguridad. Incluso se pierde el tiempo en demandando a empresas norteamericanas que fabrican armas que son utilizadas en México en lugar de analizar cambios en la Ley Federal de Armas de Fuego y Explosivos y poner orden en las aduanas mexicanas, así como en el rastreo e identificación de estas. Espero también que se demande a las fábricas que construyen autos por las muertes que producen los accidentes automovilísticos por conductores ebrios (tono sarcástico) Aunque (aumenta el tono de sarcasmo) corremos el riesgo de que los Estados Unidos de América nos demanden por las muertes por sobredosis que producen las drogas en sus conciudadanos que en México se elaboran. Todo lo anterior de ser, por primera vez desde hace muchas décadas responsables de la situación actual en lugar de buscar a los culpables fuera de nuestras fronteras.


Y como estas situaciones no fueran ya desesperanzadoras, nos cae la cereza del pastel: El presidente Joe Biden hizo oficial este martes un nuevo veto que impedirá al Gobierno de Estados Unidos dotar de fondos a militares mexicanos que participen en labores de seguridad pública y que expertos en seguridad aseguran dificultará financiar programas de la Guardia Nacional mexicana. Como parte de la misiva Ley de Presupuesto para el Año Fiscal 2022 promulgada hoy por Biden, el Congreso de EU destinará más de 158 millones de dólares en ayuda bilateral para México, pero por primera vez estableció un veto para evitar que llegue a elementos militares en labores de seguridad pública.


"Ninguno de los fondos asignados por esta iniciativa y puestos a disposición para ayuda a México se utilizará para apoyar la participación militar en la aplicación de la ley en México", dice el texto de la Ley promulgada hoy por Biden luego de meses de negociación entre las dos Cámaras del Capitolio.

 

Lo curioso es que el propio mandatario mexicano se quejó de la ayuda recibida por el gobierno de Estados Unidos, pero se benefició del mismo para su proyecto que, a tres años de iniciado, sigue sin pies ni cabeza y ha violentado derechos humanos y los borales de los miembros de la extinta Policía Federal.


Existe una imperiosa necesidad un real fortalecimiento policial en México el ayuda, las donaciones y la capacitación no serán eternas por lo que debemos generar una política de mejora continua responsable y sustentable tanto operacional como presupuestalmente hablando en los tres órdenes de gobierno, ya lo dice el viejo dicho “Al amigo y al caballo no se le cansa”.


El problema de la seguridad en México es un fenómeno multidimensional, va más allá de la actuación y profesionalización focalizada de las policías, la prevención de la violencia y la delincuencia, la proximidad social, el desempleo, la pobreza de oportunidades entre otras. Es la articulación de estas y esa es, aunque se niegue, obligación del Estado, Estado que se preocupa más en lo político que en lo social, en materia de seguridad no hay colores y no debe haberlos.

 

          La situación que México vive agranda más el vacío de poder, este​ es un término usado en política que significa la ausencia de gobernante o Gobierno, provocada por diferentes razones y que puede ser ocupado por actores como la delincuencia organizada (como ocurre en muchas zonas de México), redes sociales (donde hoy en día muchos mexicanos se “informan” y “educan”) así como pseudo “líderes sociales”, mientras el Estado se duerme en sus laureles.

hidalgomontes@gmail.com