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viernes, 13 de octubre de 2017

Agenda 2018: Seguridad y Corrupción


Por: Mtro. Eduardo garcía Anguiano 


          Todo hace pensar que las campañas políticas del año entrante tendrán como temas centrales la seguridad y la corrupción. En estos días la opinión publicada comenta el tema de los aspirantes a la presidencia de la república, mientras tanto el proyecto que pudieran ofrecer ha quedado relegado.


          Para abonar a las propuestas sobre el futuro del país más que por las personas, retomo un texto de la revista Forbes aparecido a principios del año, que considera a nuestro país como el peor de los miembros de la OCDE en seguridad y corrupción. https://www.forbes.com.mx/mexico-el- peor-pais- en-seguridad- y-corrupcion-de- la-ocde/


          El promedio en el índice de corrupción es de 70 puntos de 100, México se ubica por debajo de los 35 y el resto de los países miembros están por encima de 40. En el polo opuesto se ubican Dinamarca, Finlandia y Suecia con un puntaje superior a 80.


          Además, nuestro país aparece como el peor lugar entre los países miembros de la OCDE para sentirse seguro al caminar sólo por la noche, este indicador registra menos de 40 puntos mientras el promedio es de 50. Dinamarca registra el mejor puntaje con casi 90 puntos de 100.


         Las cifras de Forbes son ampliamente citadas como casi definitivas dentro del segmento de publicaciones especializadas en los negocios y las finanzas. Durante el presente año las condiciones de México en ambos renglones no han mejorado y todo parece indicar que para 2018 los problemas en ambos rubros no se encaminan hacia su solución.


          Si de pensar seriamente el futuro del país se trata, podríamos analizar las ideas sobre las propuestas y/o los antecedentes sobre lo hecho en estos temas por los aspirantes a las candidaturas, antes de preocuparnos en demasía por la persona. El filósofo argentino José Ingenieros expresó: “Los hombres y pueblos en decadencia viven acordándose de dónde vienen; los hombres geniales y pueblos fuertes sólo necesitan saber a dónde van”.




@EGAnguiano





martes, 3 de octubre de 2017

Camino al Narcoestado



Por: Mtro. Eduardo García Anguiano.


La elección de gobiernos al constituir poderes públicos es asunto de seguridad nacional.


         Con las desgracias de septiembre se intensificó la discusión sobre la inmoralidad del dinero de los partidos políticos, donde se tiene un esquema de financiamiento predominantemente público a diferencia de otros países donde es privado. 


         Probablemente los partidos verán algo o totalmente mermados sus recursos para las campañas del año que viene, lo que para unos suena políticamente correcto dada la coyuntura de tragedia casi nacional, sin embargo, poco se ha mencionado sobre lo que pudiera suceder dado el caso. Veamos:


Primero.- Los candidatos para los cargos de orden federal y local buscarán dinero para sus campañas políticas, pues en este sentido se parecen a los bancos: se mueven con dinero ajeno; los menos aportarán de su bolsillo.


Segundo.- Acudirán a sus partidos para ver que obtienen pero la gran mayoría recibirá ayuda moral y esta no financia los gastos de campaña ni la movilización para sacar a los votantes y no paga a los representantes para las casillas.


Tercero.- Si los candidatos no obtienen recursos de sus partidos acudirán a buscarlos con empresarios, aportaciones de militantes, colectas y rifas, hasta aquí suena algo bien, salvo lo de los empresarios pues quedarán atados a ellos; otros recibirán propuestas de recursos del crimen organizado, como ha sucedido ya.


          ¿Cuáles son los escenarios? Se podrán apretar el cinturón y con el recurso que recaudasen de fuentes lícitas hacer campaña a pie y en redes sociales, buscarán voluntarios para los representantes de casilla y rogarán a sus divinidades para que la gente salga a votar por ellos.


          Otro escenario sería aceptar los dineros ilícitos de los grupos delictivos y/o de los gobiernos y empresas que los apoyen, así vendarán su alma al diablo a cambio de llegar al poder bajo esta fórmula: a menor dinero lícito, más dinero sucio.


          Los controles que pudieran poner el INE y los gobiernos para evitarlo, no tendrán grandes efectos pues no hay suficiente estructura institucional para supervisar y sancionar un tema nuevo por su magnitud.


          Si los partidos políticos no tienen dinero para campañas y existen antecedentes de dinero ilegal de gobiernos y empresas en las mismas, así como recursos del crimen organizado para candidatos ambiciosos o damnificados, no hay nada sólido que garantice lo contrario en los procesos electorales venideros, ¿bastará la palabra de los candidatos de no recibir dinero ilegal para sus campañas?


          Si se quiere pasar del esquema de financiamiento predominantemente público al predominantemente privado para partidos políticos, el camino puede ser gradual: el primer año podría bajar la proporción de dinero público y aumentar el privado, al segundo el dinero privado podría ser superior al público y finalmente al tercer año se podría tener la predominancia del dinero privado sobre el público.


          En paralelo se podrían ir perfeccionando los mecanismos de fiscalización y sanción para evitar el dinero ilícito en las campañas políticas. La reducción de cargos plurinominales es compatible con estos esquemas.


          El poeta inglés Lord Byron expresó: “Apenas son suficientes mil años para formar un Estado; pero puede bastar una hora para reducirlo a polvo”.







lunes, 2 de octubre de 2017

Lo que los Sismos en México nos Deja como Enseñaza



Por: Guillermo Alberto Hidalgo Montes.



Los últimos días no han sido nada fáciles para México, un país que actualmente se encuentra en una profunda crisis social resultado de las inseguridad e impunidad que día a día golpea a una sociedad harta y lastimada se suman dos sismos de gran magnitud: El primero ocurrió el 7 de septiembre en la zona del Golfo de Tehuantepec, en el estado de Oaxaca, con una magnitud de 8.2 grados en escala de Richter. El segundo, ocurrido 19 de octubre, con un epicentro entre el estado de Puebla y Morelos, con una magnitud de 7.1 grados en la escala de Richter (el cual ha dejado un saldo (hasta la fecha en que esto fue escrito, el 02 de octubre de 2017, 361 víctimas mortales y miles de damnificados) han dejado un importante número de lecciones positivas y negativas que aprender para poder prevenir desastres naturales y poder reducir sus estragos lo más posible. 



Sin duda alguna quedó patente una vez más la solidaridad del pueblo mexicano e incluso en un primer momento la utilidad de las redes sociales para poder comunicarnos de una forma inmediata, sin embargo, no todo fue miel sobre hojuelas. En una segunda fase las redes comenzaron a generar problemas y rumores que entorpecían las acciones de voluntarios de la sociedad civil, los cuerpos de rescate, así como las dependencias gubernamentales por la generación no confirmada de información que generó que oleadas de datos falsos se volviese viral, generando en muchas comunidades abusos por parte de los propios damnificados. Las primeras 72 horas son vitales en este tipo de fenómenos, donde los víveres y medicamentos son la prioridad, después de ese tiempo y por alrededor de 10 días la prioridad cambia a refugios; para que, por último, comience un periodo para comenzar la reconstrucción de las zonas afectadas de aproximadamente 100 días en los cuales esperamos que urbanistas, ingenieros y arquitectos sean capaces de generar infraestructura social segura y sustentable para mejorar lo que antes había.



Quedó al descubierto que la sociedad mexicana aún no ha aprendido de las lecciones que el sismo del 85 había dejado, corrupción en las regulaciones de construcción y una pobre cultura de Protección Civil han dejado claro que aún hay un largo camino que la sociedad en conjunto tendrá que trabajar de forma muy seria. No basta con tener un botiquín, o una maleta de emergencia si no nos preocupamos en capacitarnos y practicar en su uso. Lamentable fue escuchar sobre la volcadura de un camión que transportaba víveres para los damnificados del estado de Oaxaca el cual fue vandalizado para robar su contenido o el robo de una cámara térmica en el centro de comando de un edificio colapsado en la ciudad de México



Otro punto a destacar fue que el Estado en su conjunto se vio rebasado por la sociedad que tuvo una mayor flexibilidad de actuación creando sinergias positivas que lograron conjuntar un gran esfuerzo sin el cual el número de víctimas seguramente hubiese sido mayor. Ahora bien, 361 víctimas mortales en un área (en los 4 estados afectados) de más de 30 millones de personas, aunque no deja de ser lamentable, no es una catástrofe, recordemos, a modo de ejemplo, que en el sismo de 1985, en tan sólo el edificio Chihuahua, hubo más de mil decesos.


Estos desastres naturales tienen que servir de catalizadores para poder generar cambios de paradigma dentro de la sociedad mexicana. Exigir mejores lineamientos de construcción, ser más severos y puntuales al combate de la corrupción. Informarnos, prepararnos y equiparnos en forma seria y consiente para poder hacer frente a las crisis que puedan acontecer, no importando su naturaleza. Es necesario que aprendamos a ver los alcances y limitaciones de las redes sociales y la cantidad abrumadora de información que éstas producen, ya Friedrich Nietzsche, filósofo y poeta alemán, muy acertadamente sentenciaba: “La mucha luz es como la mucha oscuridad, no deja ver”.




hidalgomontes@gmail.com