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viernes, 8 de noviembre de 2013

Marihuana vs Inhalantes



Por: Criminólogo José Alfredo López Martínez

 
Actualmente en México un tema de gran importancia y que ha generado debates sin acuerdos es la legalización de la marihuana. Académicos, intelectuales, políticos, funcionarios públicos, jóvenes, padres de familia etc., en algún momento de su cotidianidad han hablado del tema: a la hora de comer, en una fiesta, en reuniones o solo por ociosidad, donde las  tendencias de opinión se dividen en tres grandes grupos: una parte esta a favor, otros en contra y  la gran mayoría conciben que existen temas de mayor relevancia.

El primer grupo refiere que al legalizar la marihuana se terminara la era de delincuencia organizado que azota al país, que las personas en caso de optar por consumirla lo harán bajo el marco de la ley y sobre todo que la inseguridad con todo lo que conlleva disminuirá radicalmente.

El según grupo conformado por los que no aceptan su legalización, argumentan que en caso de ser aceptada aumentara el número de adictos y por consecuencia incrementara el índice delictivo, la desintegración social, los costos de rehabilitación y daños irreversibles al tejido social.

El tercer grupo expresa que es un tema relevante, pero que hay escenarios que necesitan soluciones impostergables: el desempleo, la  pobreza, la carencia de seguridad social y servicios (vivienda, salud, agua, luz, teléfono, gas etc.).

Cada uno de estos sectores tiene una valiosa opinión, sin embargo, pareciera que al hablar solo de legalizar la marihuana se resolverá el problema del narcotráfico y sus consecuencias sociales.  Pensamos que la marihuana es la única droga en la que se deben de tomar medidas para su control y prevención.

Nos estamos olvidando que existen otras drogas que para adquirirlas solo se necesita ir a la tlapalería de la esquina o acudir algún centro comercial, es decir, los inhalantes y sus derivados.


Las autoridades de salud del Gobierno del Distrito Federal alertaron sobre el fenómeno de expansión y complejidad que representa el uso indebido, abuso y dependencia de inhalables entre la población joven.


Expertos en el tema señalan que estas sustancias representan la droga preferida antes de los 14 años, incluso por encima de la marihuana, al ser de fácil acceso, barata y también porque erróneamente la percepción del riesgo es baja.


Esta es considerada la tercera droga de inicio reportada por pacientes en centros de trabajo y 60% de las personas atendidas por inhalables son menores de 20 años.
 
Por lo tanto es importante no solo hablar de una sola droga (marihuana) sino de las drogas en general, donde se busquen mecanismos que engloben controles estrictos de regulación para su adquisición y sobre todo campañas informativas que contribuyan a alertar de los efectos nocivos que genera su consumo.

Hay que parar de una vez no solo al narcotráfico, sino también aquellas empresas que aun sabiendo de los daños a la salud que generan sus productos no hacen nada para resolverlo ya que solo piensan en su bolsillo.

Ya es tiempo de dejar a un lado temas de moda, lucrativos y políticamente rentables, se requieren acciones prontas, prácticas y sin tanta teatralidad en su ejecución a fin de lograr una sociedad sana, libre de drogas y violencia.


 

 

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