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domingo, 16 de febrero de 2014

Costos y Beneficios de las Políticas Públicas



Por:Crim. José Alfredo López Martínez


     Actualmente un  tema de política publica es disminuir la sobre población en todos los penales del país a través de que delincuentes que han cometido delitos “menores” puedan obtener su libertad bajo el pago de una caución,  sin embargo, ¿esta estrategia es útil en materia de seguridad?, ¿a quien realmente favorece la política pública en dejar en libertad a los delincuentes por el pago de una caución?

Analicemos la primera interrogante

     Desde mi punto de vista no solo se trata de sobrepoblación carcelaria, se trata de dinero, desarrollemos el argumento desde la óptica económica.

     Cuando hablamos de disminuir la población de las cárceles no solo hablamos de sacar delincuentes a las calles, estamos hablando de disminuir la suficiencia presupuestal (gasto económico) que el gobierno ejerce para alimentar, vestir y  cuidar a los reos,  ya que es un hecho que entre menos población carcelaria exista menos será el gasto que tendrá que hacer el gobierno en las penitenciarias, y así podrá ocupar el dinero en lo que bien le plazca (por desgracia este dinero muy probablemente no se ocupará  para beneficio de los ciudadanos). Por lo tanto esta estrategia de dejar en libertad a los delincuentes si es útil, pero solo para los gobernantes ya que tendrán más dinero a su disposición.

     La segunda interrogante tiene muchos matices, pero tratare de analizarlo desde el costo-beneficio que genera esta política pública a los cuatro actores involucrados: gobierno, delincuente, victima y sociedad.

Primer actor

     El gobierno a través de sus diferentes dependencias encargadas de procurar e impartir justicia tiene la facultad por ley de otorga el beneficio de libertad algunos delincuentes “claro bajo ciertos requisitos y por supuesto pagando una modesta caución ($$)”, generando por tal hecho que el gobierno no tenga que invertir dinero en mantener en la cárcel al delincuente y mucho menos en gastos judicial, pero que tal el beneficio que obtiene, ese si es muy redituable para sus bolsillo, es decir, el gobierno es el primer beneficiado en que se cometan delitos “menores”, por el simple hecho de que el no gasta al contrario gana y bien.

Segundo actor

     Los delincuentes con tal de salir de prisión tienen el costo de pagar al gobierno la caución, la cual les permitirá al momento de salir de la cárcel seguir con su muy redituable carrera criminal y en esta ocasión con mayor empeño, ya que hay que recobrar lo que se gasto en el pago de la caución, es decir, seguir cometiendo más delitos “menores”.

Tercer actor

     La victima como siempre tiene muchos costos, ya que no es solo el hecho de que haya sido agraviada en sus bienes materiales (robo) a consecuencia de un  delito “menor”, los costos son variados, desde los psicológicos: tristeza, ansiedad, miedo, ira, incertidumbre, inseguridad, y los social: aislamiento social, pocas expectativas de desarrollo comunitario y un profundo  sentimiento de impotencia y minusvalía cuando se entera que su agresor por haber cometido un delito “menor” a obtenido su libertad, el efímero beneficio de la victima solamente podría ser que el gobierno le hizo  creer que obtendría justicia por haber sido vulnerada por un criminal.

Cuarto actor

     El costo también para la sociedad es grande, empezando por el económico ya que una buena parte de los impuestos que pagan los ciudadanos se destina para que vivan seguros y en caso de ser necesario que reciban justicia, por desgracia es todo lo contrario, viven inseguros y con instituciones corruptas que toleran la impunidad, posteriormente sigue el costo social: la descomposición del tejido social a consecuencia de la inseguridad real y subjetiva que ocasiona que delincuentes que han cometido delitos “menores” alcancen su libertad y reincidan habitualmente en victimizar a un sin numero de ciudadanos. 

     Como verán estas estrategias de políticas publicas hay dos ganadores y dos perdedores, yo en lo particular prefiero dos cosas, la primera, que las cárceles estén sobre pobladas, aunque no se logre la tan anhelada reinserción social de los delincuentes, por lo menos que sirvan como un  medio de contención donde las personas que acostumbran a cometer delitos “menores” estén ahí, fuera de las calles para que no tengan ninguna posibilidad durante un buen tiempo de volver a dañar de nuevo algún ciudadano. La segunda cosa que prefiero, es que el gobierno no llene sus bolsillos con dinero de las cauciones que pagan los delincuentes ya que mucho de este dinero es adquirido por medio de algún delito “menor” que sufrió algún ciudadano.



     Ahora podemos comprender moderadamente cual es una de tantas causa del porque no bajan los índices delictivos en México. 


alfredo_lmc@hotmail.com






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