El Derribo
Por: Mtro. Eduardo García Anguiano.
De 2015 a la fecha van dos helicópteros derribados por el
crimen organizado: uno en Jalisco y otro en Michoacán.
El derribo de una aeronave siempre es noticia y sorprende,
máxime que tenemos en el registro, más o menos reciente, un antecedente de esta
naturaleza.
Incluso existen hechos llevados a la pantalla
grande como el caso de la caída del helicóptero estadounidense en Somalia.
¿Qué destaca del caso en Michoacán?
Para las Fuerzas Policiales.- Al eliminar a
los elementos con capacidades humanas especializadas, aunados a los bienes
materiales destruidos, pierde todo México gobierno y sociedad. La sensación de
seguridad en estos medios de traslado quedó vulnerada y la moral del estado de
fuerza a la baja.
En los Grupos Delictivos.- Demostraron
efectividad contra un blanco móvil en el terreno de combate; haya sido el azar
o el tino, el resultado es el mismo. Al demostrar su letalidad, el grupo y el
ejecutante del disparo podrían concebir planes de reforzamiento y/o escalamiento
armado, que tenderán a robustecer el nexo con el mercado negro de estos
productos, lo que deviene además, en un apoyo a su estrategia general, no sólo
a la armada.
Población.- Los efectos en la percepción de seguridad en la
población son adversos, pues el incremento de la letalidad de los grupos
organizados puede resultar inversamente proporcional a la capacidad de defensa
de las fuerzas policiales.
El filósofo Platón expresó: “Solo los muertos han
visto el final de la guerra”.
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