Cuarteles Abiertos
Por: Mtro. Eduardo García Anguiano
La visita de ciudadanos a instalaciones militares, signo de
apertura política de los nuevos tiempos.
La Procuraduría General de la República informó hace unos días que ante una petición de
parte de los familiares de los normalistas de Ayotzinapa desaparecidos, se
programa la su asistencia a las instalaciones del Ejército Mexicano.
Este anuncio estuvo precedido de enfrentamientos por querer ingresar de
manera unilateral a las instalaciones militares en Guerrero, así como de un
acuerdo con el Secretario de Gobernación, en donde ya se había planteado su
apertura.
¿Qué representa este hecho en caso de llevarse a buen término?
Técnicamente.- La
posibilidad de que ciudadanos conozcan las actividades militares y en
específico en Guerrero, donde los padres de los normalistas puedan constatar en
el lugar las condiciones de los mismos.
Plantear ir a cuarteles más allá de la zona de Guerrero presenta
problemas logísticos y de tiempo, en virtud de que en el país hay más de 400
instalaciones de la Secretaría de la Defensa Nacional, divididas en 12 Regiones
Militares integradas por 46 Zonas, lugares donde los padres de los normalistas
desaparecidos desean se les autorice la entrada para buscar a sus hijos.
Es factible que accedan a los sitios más cercanos como al 27 Batallón de
Infantería, en Iguala, a la 35 zona, en Chilpancingo y al cuartel general de la
Novena Región Militar, en Cumbres de Llano Largo. Por razones de seguridad
nacional seguramente habrá restricciones para entrar a instalaciones restringidas
sólo al uso del personal autorizado, que incluso otros militares no acceden.
Imagen Pública.- Que terceros interesados como abogados, asesores, periodistas y hasta
representantes de la Comisión Nacional de Derechos Humanos, puedan dar a
conocer lo que ahí encontraron en función del objetivo de la visita.
Postura Política.- Presentar como un hecho inédito que el gobierno federal acepte abrir
las puertas de los cuarteles, para que las familias de los estudiantes
comprueben que sus hijos no están en ese sitio o que hayan sido cremados en sus
instalaciones.
Las instalaciones militares no son totalmente herméticas, habitualmente
funcionarios públicos o invitados acuden a reuniones a los cuarteles para
actividades de diversa naturaleza, sin embargo, independientemente de los
resultados de las visitas, el que se ingrese con el objetivo de buscar
desaparecidos es un hecho de apertura que no se da en muchos momentos.
Decía Jesús Reyes Heroles: “En política, la forma es fondo”.
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