La Guerra del Crimen Organizado
Por: Mtro. Eduardo García Anguiano.
Guerrero,
Guanajuato y Veracruz lideran el ranking nacional de homicidios producto del
crimen organizado.
La consultora
Lantia realiza habitualmente diversos recuentos de hechos relacionados con la
seguridad y ahora nos presenta un listado por entidad federativa de homicidios
del crimen organizado, correspondiente a mayo de 2017; en contraste los estados
con menor incidencia de este delito fueron: Yucatán, Querétaro, Campeche y
Aguascalientes, en ese orden.
Según la Ley Federal
contra la Delincuencia Organizada se considera dentro de este delito al: terrorismo,
acopio y tráfico de armas, tráfico de personas, tráfico de órganos, corrupción
de menores, trata de personas, secuestro en algunas modalidades, contrabando, delitos
cometidos en materia de hidrocarburos y contra el ambiente. Adicionalmente, sin
perjuicio de las penas que correspondan por el delito o delitos que se cometan,
al miembro de la delincuencia organizada se le aplicarán penas en los casos de
los delitos contra la salud y operaciones con recursos de procedencia ilícita.
Por lo que la
suma total de homicidios originados por este tipo de delincuencia en el país
alcanzó la cifra de: 1,485 incidentes.
Por otra parte,
los últimos cinco atentados en Europa han dejado un saldo de:
· 12 muertos y
más de 50 heridos en Berlín, diciembre de 2016.
· 5 muertos y más
de 40 heridos en Londres, marzo de 2017.
· 4 muertos y 14
heridos en Estocolmo, abril de 2017.
· 1 muerto y 3
heridos en París, abril de 2017.
· 21 muertos y
más de 60 heridos en Manchester, mayo de 2017.
Aunque no son
comparables las situaciones sociopolíticas ni las finalidades de los homicidios,
en términos de letalidad por violencia en mucho el crimen organizado nacional
supera a otros victimarios.
Los datos nos
dan a pensar que en México, desde hace algunos años, se presenta ya lo que
muchos llaman las “nuevas guerras”, que será materia de otro artículo, guerras
que incluyen a las muertes de civiles como uno de sus factores.
La escritora
estadounidense ha expresado: “Todos nos estamos muriendo, uno a uno. Olemos a
mortalidad y no podemos desprendernos de ese aroma”.
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