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viernes, 21 de julio de 2017

Ciencias Forenses: De la Novela a la Realidad


Por: José Luis Lizardi G.


     Han pasado muchos años, desde que el médico y escritor Sir Arthur Conan Doyle escribió aquellas increíbles novelas del género negro, estelarizadas por el mejor detective privado del mundo, Sherlock Holmes y su fiel acompañante, Watson.

     
     Técnicas, métodos y habilidades, aunadas a conocimientos de diversas ciencias, fueron la clave para que el Sr. Holmes esclareciera una gran cantidad de delitos. Fue el primer personaje en las novelas de su género que resolvía crímenes  de tal forma que al lector no le quedara duda sobre cómo llegó al resultado. Esto último, caracterizó y distinguió a Conan Doyle, pues la literatura del mismo género en su época, carecía de lógica y sentido; dejaba al lector con la satisfacción de saber que el investigador atrapó a los delincuentes, pero con la duda sobre cómo lo logró.


     Estos relatos datan de finales del siglo XIX y principios del XX, pero en la actualidad siguen formando parte de la lista de obras recomendadas para todos aquellos interesados, estudiantes y profesionistas de las ciencias penales, policiales y forenses. Esto lo respalda el gran Edmond Locard, quien nos dice: “Sostengo que a un experto de la policía, o a un magistrado de primera instancia, no le parecería un desperdicio de tiempo leer las novelas de Doyle… Si en el laboratorio de la policía de Lyon, nos interesa en alguna forma poco común este problema de polvo (haciendo referencia a la clasificación e identificación de cenizas de cigarrillos), se debe a haber absorbido ideas que encontramos en Gross (padre de la criminalística) y Conan Doyle”.


     Hoy en día, tales prácticas de novela se han vuelto una realidad, se han reproducido, multiplicado y hasta perfeccionado, gracias a la ciencia y la tecnología. Hoy en día, las ciencias forenses se encuentran en pleno auge y al servicio de la humanidad, auxiliando en los siguientes ámbitos:


1) Justicia: Ya que requiere la participación de testigos expertos en áreas relacionadas con la criminalística y criminología, principalmente, pues de sus conocimientos e intervención depende la libertad de algún individuo, o inclusive su vida (en México no aplica esto último, pues a diferencia de otros países, aquí no existe la pena capital)


2) Deporte: Realizando exámenes en los atletas para determinar si han usado sustancias prohibidas.


3) Arqueología: Pues su objeto es estudiar, describir e interpretar civilizaciones antiguas, por lo que requiere reconstruir eventos del pasado.


4) Desastres Naturales y Accidentes: Para búsqueda, rescate e identificación de individuos en  el caso de tsunamis, sismos, infortunios de transportes aéreos, etc.


5) Arte: Para ser más precisos, pondremos un ejemplo sobre la relación entre tales ciencias y el arte. Existió una pintura de William Shakespeare y durante muchos años se creyó que fue pintada por algún conocido del escritor, que pudo tenerlo frente a él, lo que le daba mucho valor a la obra. Científicos forenses realizaron estudios en materia de química sobre el retrato, para determinar con qué tipo de pinturas fue hecha y descubrieron que éstas habían sido empleadas por primera vez en 1818, doscientos años después de la muerte del escritor, por lo tanto, el retrato ya no fue considerado especial.



    Hoy en día, es satisfactorio saber que Sherlock Holmes no ha muerto, pues está presente en los ámbitos y áreas referidas, así como en las mentes y acciones de quienes mencionamos con antelación: interesados, estudiantes y profesionistas de las ciencias penales, policiales y forenses, que son verdaderos científicos comprometidos con su sociedad y el mundo. 

lizardi93@hotmail.com




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