Ciencias Forenses: De la Novela a la Realidad
Por: José Luis Lizardi G.
Han pasado muchos años, desde que el médico y
escritor Sir Arthur Conan Doyle escribió aquellas increíbles novelas del género
negro, estelarizadas por el mejor detective privado del mundo, Sherlock Holmes
y su fiel acompañante, Watson.
Técnicas, métodos y habilidades, aunadas a
conocimientos de diversas ciencias, fueron la clave para que el Sr. Holmes
esclareciera una gran cantidad de delitos. Fue el primer personaje en las novelas
de su género que resolvía crímenes de
tal forma que al lector no le quedara duda sobre cómo llegó al resultado. Esto
último, caracterizó y distinguió a Conan Doyle, pues la literatura del mismo
género en su época, carecía de lógica y sentido; dejaba al lector con la
satisfacción de saber que el investigador atrapó a los delincuentes, pero con
la duda sobre cómo lo logró.
Estos relatos datan de finales del siglo XIX y
principios del XX, pero en la actualidad siguen formando parte de la lista de
obras recomendadas para todos aquellos interesados, estudiantes y
profesionistas de las ciencias penales, policiales y forenses. Esto lo respalda
el gran Edmond Locard, quien nos dice: “Sostengo que a un experto de la
policía, o a un magistrado de primera instancia, no le parecería un desperdicio
de tiempo leer las novelas de Doyle… Si en el laboratorio de la policía de
Lyon, nos interesa en alguna forma poco común este problema de polvo (haciendo
referencia a la clasificación e identificación de cenizas de cigarrillos), se
debe a haber absorbido ideas que encontramos en Gross (padre de la
criminalística) y Conan Doyle”.
Hoy en día, tales prácticas de novela se han
vuelto una realidad, se han reproducido, multiplicado y hasta perfeccionado,
gracias a la ciencia y la tecnología. Hoy en día, las ciencias forenses se
encuentran en pleno auge y al servicio de la humanidad, auxiliando en los
siguientes ámbitos:
1) Justicia: Ya que requiere la participación de testigos expertos en áreas
relacionadas con la criminalística y criminología, principalmente, pues de sus
conocimientos e intervención depende la libertad de algún individuo, o
inclusive su vida (en México no aplica esto último, pues a diferencia de otros
países, aquí no existe la pena capital)
2) Deporte: Realizando exámenes en los atletas para determinar si han usado
sustancias prohibidas.
3) Arqueología: Pues su objeto es estudiar,
describir e interpretar civilizaciones antiguas, por lo que requiere
reconstruir eventos del pasado.
4) Desastres Naturales y Accidentes: Para
búsqueda, rescate e identificación de individuos en el caso de tsunamis, sismos, infortunios de
transportes aéreos, etc.
5) Arte: Para ser más precisos, pondremos un
ejemplo sobre la relación entre tales ciencias y el arte. Existió una pintura
de William Shakespeare y durante muchos años se creyó que fue pintada por algún conocido del escritor, que pudo tenerlo frente a él, lo que le daba mucho valor a la obra. Científicos forenses realizaron estudios en materia de química sobre el retrato, para determinar con qué tipo de pinturas fue hecha y descubrieron que éstas habían sido empleadas por primera vez en 1818, doscientos años después de la muerte del escritor, por lo tanto, el retrato ya no fue considerado especial.
Hoy en día, es satisfactorio saber que Sherlock
Holmes no ha muerto, pues está presente en los ámbitos y áreas referidas, así
como en las mentes y acciones de quienes mencionamos con antelación:
interesados, estudiantes y profesionistas de las ciencias penales, policiales y
forenses, que son verdaderos científicos comprometidos con su sociedad y el
mundo.
lizardi93@hotmail.com
No hay comentarios:
Publicar un comentario