1

1

jueves, 7 de agosto de 2014

Pandillas y su Relación con el Crimen Organizado



Por: Mtro. Pablo Cajigal del Ángel


     La relación entre Crimen Organizado, delincuencia común y pandillas en la práctica, muchas de las expresiones de la delincuencia común se encuentran íntimamente vinculadas con la criminalidad organizada. Esto conlleva también a una relación entre algunas estructuras de las pandillas con el crimen organizado, a quien sirven como ejecutores del llamado “trabajo sucio” como los homicidios por encargo o se constituyen en uno de los eslabones no determinantes de la cadena del narcotráfico, sin que esto signifique que las pandillas lleguen a dominar ese importante nicho de la criminalidad no convencional. 


     La idea de que las pandillas actualmente configuran una mezcla de fenómeno social con derivaciones delictivas. Por un lado, siguen siendo ante todo una problemática social en la medida que la mayoría de sus integrantes, especialmente los más jóvenes, continúan dentro de estas estructuras porque para ellos y ellas las pandillas son el espacio de identidad, de protección y de pertenencia que no encuentran en la familia, la escuela, la comunidad o la sociedad. Igualmente, los motivos por los que los jóvenes, adolescente y niños de edades cada vez menores, deciden ingresar o son “reclutados” por las pandillas, siguen siendo una multiplicidad de factores sociales, económicos, políticos, culturales y circunstanciales que, lejos de mejorarse se han empeorado en los últimos diez años como efectos “colaterales” de las políticas económicas y sociales neoliberales; pero al mismo tiempo, las pandillas son fuente de actividades criminales y lastimosamente cada vez más extendidas, puesto que dentro de ellas, aunque no todos sus integrantes cometen delitos, existen agrupaciones, clicas o individuos que continuamente cometen todo tipo de crímenes dentro de los cuales las extorsiones se han convertido en la base de lo que puede denominarse la economía criminal de las pandillas, que no es más que una de la múltiples variedades de los llamados mercados ilegales. Lo anterior no significa que las pandillas sean grandes agrupaciones mafiosas capaces de controlar los mercados delictivos y a pesar del continuo etiquetamiento que de ellas se hace al respecto, todavía es posible evitar que lleguen a convertirse en verdaderas mafias con la fuerza y los recursos necesarios para adueñarse de nichos enteros de la economía delictiva.


     Hoy por hoy, es insostenible pretender que las pandillas dirigen o controlan el narcotráfico, el tráfico de armas, la trata de personas, el lavado de dinero y otras expresiones de la criminalidad no convencional; para dominar esos grandes rubros del mercado criminal se debe contar con un nivel educativo, posición social, poder político y capacidad económica que no poseen estos individuos. Pero no hay duda alguna de que algunos grupos o personas pertenecientes a las pandillas, están siendo utilizados como peones o soldados del crimen organizado.


pablocajigal@yahoo.com.mx




No hay comentarios:

Publicar un comentario