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lunes, 5 de noviembre de 2012

Despenalizar.

"No se puede pedir a la juventud que se aparte de las drogas y, al mismo tiempo, meterle licores duros como panacea para ser brillante, atlético y atractivo".

Belén Boville Luca de Tena

Por: Mtro. Eduardo García Anguiano.


Cuando se habla del tema de las drogas habitualmente surgen visiones dogmáticas, de sentido común o cargadas de moral, asimismo, vemos ausencia de información sólida, análisis y falta la interdisciplinariedad en los puntos de vista.


Algunos mencionan reducir la violencia, bajar los precios en el mercado, si hay daños a la salud o adicciones y con base en ello, plantean salidas como legalizar las drogas cuando ya tienen estatus legal, mas bien lo que se debe comentar es la despenalización de ciertas conductas sobre el tema. Puede haber otros enfoques.


El mundo se mueve entre el liberacionismo y el prohibicionismo, liberales son aquellas sociedades que no penalizan el consumo, la producción y comercialización de determinadas drogas, bajo una reglamentación, control social y gubernamental. En el otro extremo se ubican las sociedades prohibicionistas que no permiten ningún tipo de consumo de drogas, ni siquiera del alcohol. Ha habido momentos históricos en que hasta el café ha sido prohibido, como en Rusia.


En medio de estos extremos existen muchas variantes legales como en México, que no penaliza el consumo pero si la posesión para venta, el acopio, el tráfico y la producción de estupefacientes y sicotrópicos. Existen comunidades que socialmente prohíben el consumo del alcohol y otras que por tradición hacen uso de diversas drogas para fines religiosos o curativos.


¿Hay alguna llave que nos permita entrar al entendimiento del fenómeno de las drogas, más allá de las circunstancias de un momento? creo sí, pero debemos recurrir a las enseñanzas que nos da la historia de algunas sociedades.


Si en el mundo actual se desea hacer uso de drogas, las coordenadas podrían plantearse recogiendo la experiencia histórica acumulada sobre las personas y la relación que establecieron con las propias drogas, experiencias que no se distinguieron por el incremento en muertes por consumo, violencia o descontrol gubernativo. En nuestros días la relación con las drogas se basa en el hedonismo, la salida a problemas, la posición social o se consume como fin en sí, por ello existen problemas de salud, sociales y de control por parte del gobierno.


Si la relación que las personas desean entablar con las drogas persigue un fin positivo y se emplean reglas, se pueden explorar un camino diferente, ejemplo:


1. Consumir para la convivencia.
2. Practicar un rito social al consumir.
3. Hacer uso preferente de lo natural.
4. Consumir por vías naturales hacia el interior del cuerpo.
5. Recurrir a personas que puedan transmitir experiencia social acumulada.


¿Cómo hacerlo? Reunirse para conmemorar, brindar como rito principal del festejo, no emplear químicos preferentemente, consumir por la boca y apoyarse en alguien que guíe sobre el consumo que se hará. De manera hilarante ¿para qué tomar fuerte y manejar?... si puedes fumar y volar.


Quienes promueven la despenalización de ciertas conductas sobre las drogas, deberían proponer políticas públicas para atender por lo menos:

  • Tipificación de conductas relacionadas con las drogas a despenalizar.
  • Producción por zona geográfica permitida y edad mínima de trabajadores.
  • Modalidades de traslado de drogas permitidas y su almacenaje.
  • Aranceles de comercio internacional a las sustancias no penalizadas.
  • Control de puntos de venta y consumo como facultad federal y/o local.
  • Censo de consumidores en caso de prescripción médica.
  • Permisos médicos de consumo en caso de embarazo o su prohibición.
  • Edad para la compra permitida de las drogas.
  • Modificación de leyes penales para considerar como agravante el consumo de drogas, algo similar al alcohol cuando se conducen automotores.
  • Modificación a la ley laboral para prohibir el consumo de drogas en empleos de: cirujanos, pilotos, personal de seguridad, choferes, peritos u otros que dependen vidas en sus labores.
  • Políticas de inhibición del consumo y/o cultura de consumo.
  • Regulación publicitaria sobre la promoción de drogas y su parafernalia.
  • Modificación de códigos civiles para permitir o no la adopción de menores a consumidores de sustancias despenalizadas.

Las drogas naturales son parte del mundo y hoy la relación de la humanidad con ellas, no se escapa a las formas de convivencia humana con la naturaleza, por lo que antes de proponer salidas legales que pretendan dar sentido de futuro, hay que preguntarnos si la cultura ecológica es ya dominante por encima de la cultura del consumismo, las ganancias y el status.


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