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miércoles, 3 de julio de 2013

Corrupción, Cultura y Valores


Por: Criminólogo José Alfredo López Martínez


Mucho se ha escrito de corrupción en los últimos tiempos, y todos llegan a una conclusión, la corrupción daña a todos, la podemos ver desde el ciudadano quiere evitar el procedimiento para realizar trámites, dando una pequeña dádiva al burócrata encargado de brindar el servicio, hasta el común ejemplo del policía de tránsito que pide para el “chesco” (refresco/soda/gaseosa) para no levantarle una multa al automovilista por haber incumplido el reglamento correspondiente o en la televisión donde el niño le regala una manzana a la maestra para no reprobarle en el examen.


Estos son temas de los más comunes que oímos de corrupción ciudadano- gobierno, sin embargo, la corrupción la podemos presenciar en muchos escenarios de nuestra vida: laboral, política, tributaria, familiar  y hasta deportiva.


Sayed y Bruce (1998) definen la corrupción como “el mal uso o el abuso del poder público para beneficio personal y privado”, entendiendo que este fenómeno no se limita a los funcionarios públicos. También se define como el "conjunto de actitudes y actividades mediante las cuales una persona transgrede compromisos adquiridos consigo mismo, utilizando los privilegios otorgados, esos acuerdos tomados, con el objetivo de obtener un beneficio ajeno al bien común". Por lo general se apunta a los gobernantes o los funcionarios elegidos o nombrados, que se dedican a aprovechar los recursos del Estado para de una u otra forma enriquecerse o beneficiar a parientes y/o amigos.


Por desgracia en México la corrupción ya es parte de nuestra cultura, la cual se ha transmitido de generación en generación, la hemos adoptado como el medio eficaz para la resolución de muchos de nuestros problemas o para adquirir un  beneficio económico o en especie a nivel grupal o personal, la corrupción es socialmente aceptada por lo “oscurito” y reprobada cuando los sorprenden en el acto.


El origen del fenómeno de la corrupción es desde mi punto de vista es multifactorial, depende de las motivaciones, necesidades, objetivos etc., de los actores involucrados, pero existe un factor en particular para que se pueda concretar un acto de corrupción, me refiero a los valores morales, sociales etc., que posea el individuo, los valores son la línea imaginaria que nos permite psicológicamente marcar a nuestros deseos limites, cuando el ciudadano y el servidor público tienen bien cimentados sus valores, no permitirán que nadie los corrompa, que los  instiguen a realizar conductas contrarias, pero para lograr esto se requiere del esfuerzo individual para propiciar el cambio social, se requiere compromiso, responsabilidad, respeto, tolerancia y constancia.


Generemos que los valores se transmitan de generación en generación como parte de nuestra cultura y que la corrupción no siga propagándose como una ideología de bienestar social-personal que tanto nos daña.



alfredo_lmc@hotmail.com




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