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martes, 14 de abril de 2015

La Expiación de la Pena


Por: Crim. Roberto Carlos Jurado Palomares


“Los filósofos no han hecho más que interpretar de diversos modo el mundo,
pero de lo que se trata es de transformarlo”.
K. Marx; Tesis sobre Feuerbach


     Una constante en la investigación criminal es el tratar de descifrar o escudriñar la mente del criminal; varias teorías ya hemos consultado mismas que pretenden darnos luces del porque una persona actúa de una forma destructiva o autodestructiva; iniciamos con las corrientes que se encargan de darnos todas aquellas características con las que debe contar un delincuente y de manera atrevida e incluso egoísta nos brinda una clasificación criminal; más adelante las investigaciones avanzan y nos dicen que, si bien ya tenemos unos tipos de delincuente ahora debemos encausar todas nuestras energías en las medidas represivas y restrictivas para estos sujetos; y bien no es sino más adelante nos pasa por la cabeza muy pero muy muy tarde la idea de analizar al delincuente; y en efecto podrán decirme o contradecirme pero lo único que se había hecho era una clasificación o una descripción de los delincuentes y en segundo punto en donde meterlos y a eso es lo que llamábamos criminología. Misma que nos marcaba un enorme avance en tratamiento del delincuente; la pregunta es. En verdad, ¿existe tratamiento para el delincuente? O aún mejor; ¿el delincuente nace o se hace? O bien ¿se cura?; ¿es una enfermedad acaso?; etc.


     Esas son solo unas de las muchas interrogantes que se hace una y otra vez la sociedad; a las cuales ha respondido en su mayoría con desprecio, castigo, desidia o bien para conceptualizarlo mejor, con el derecho penal, mismo que ha demostrado su ineficacia e ineficiencia; así también de su producto inmediato; la pena.


     Construimos un mundo o una sociedad en donde cada actividad destructiva obedece a una sanción y a una serie de requisitos mismos a los que sucede una cantidad proporcionalmente JUSTA. Invertimos demasiado tiempo dinero y esfuerzo a fin de controlar la criminalidad es decir encerrar a los delincuentes y otro tanto de presupuesto lo invertimos en criminalizar todo tipo de acción (Crimen); pero bueno sé que hasta aquí pareciera repetitiva y repetitiva la descripción; ese es el fin que nos demos cuenta que solo criminalizamos, que no generamos acciones en favor de los individuos ya que eso no es redituable.


     Si los expertos penitenciaristas como algunos se denominan han creado un protocolo tipo estancia de cuidado permanente de adultos y adultos mayores en los cuales solo se vislumbra la incapacidad del estado para poder plantear o replantear estrategias en el ámbito penitenciario.


     Escucho constantemente la modernidad en los sistemas obedece a sistemas de seguridad y del inmueble pero hemos olvidado que el delincuente o criminal también es una persona de inicio; adaptable, manipulable o manipulador con capacidades no casi similares a las tuyas sino en efecto; similares tan diferente o parecido a ti.


     Un debate constante al cual los conmino compañeros especialistas es a crear alternativas a este sistema que tanto daño nos ha hecho y que solo ha resuelto el donde estar de los delincuentes pero llevamos años en tratar de resolver el que hacer; a la fecha no escucho mandatarios, políticos, movimientos sociales que sugieran una reforma al tan inexistente tratamiento penitenciario ya que seguimos dejando en manos de ignorantes represores e inhumanos Jueces Penales el fin último de la criminalidad. Propongamos tratamientos y me gustaría escuchar en un momento que al reo se le brinda realmente un tratamiento y en segundo alternativas sobre su situación; demostrado esta que el encerrar no sirve.


     Concluyo; brindémonos una oportunidad para madurar o hacer madurar nuestro sistema de injusticia, perdón de justicia en donde tanto el criminal como la víctima se vuelven un complemento según nosotros (la sociedad) un mal necesario. Dejemos de describir el derecho penal y empecemos a practicar la Justicia con sus modelos alegóricos; cubierta de los ojos para una real objetividad, una balanza representando las partes y la espada de dos filos representando el poder y la razón. 

crime_ investigatio@live.com.mx




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