Sobre la Ola de Violencia que Golpea a Nuestro México
Por: Guillermo Alberto Hidalgo Montes
¿Qué está pasando en México que los
niveles de violencia escalaron de forma dramática en estos días? Por una parte
son reacciones de la delincuencia organizada en respuesta a las últimas
detenciones de jefes de cárteles que se han dado a nivel nacional y por otra
parte obedecen a una estrategia de
terrorismo, entiéndase esto de la más pura manera, es decir son una sucesión de actos de
violencia ejecutados por la delincuencia para infundir terror a la sociedad y presionar al Estado.
¿Serán pasajeros? La respuesta es que sí ¿Qué tanto? Eso depende de cuánto las
autoridades de todos los estado se comprometan en la materia ya que se ha visto
en días recientes que muchos gobernadores le han “echado la bolita” al Gobierno
Federal, y la verdad no se vale ya que el problema es también, nos guste o no,
local.
Es decir no se ven acciones por parte
de algunos gobiernos estatales para retomar el control en materia de seguridad,
como en el caso de Guerrero, que a la llegada del General Pedro Almazán después
de la crisis de Iguala en Septiembre pasado no se ha hecho nada en concreto y
ya ha provocado la muerte a 3 elementos estatales y heridas a media docena. Es
importante apostar por el uso de la Inteligencia operativa pero también en inteligencia
estratégica, que es la que permite formulación de políticas públicas que
contengan esta crisis y las futuras, la capacitación es también piedra angular
para un desarrollo y cambio del quehacer policial así como también que a los
servidores públicos encargados de dirigir las corporaciones sean verdaderos
conocedores de la seguridad, con experiencia de campo probada.
En lo personal me parece un error que
no se evolucione en el concepto de “Seguridad Pública” ya que corresponde a una
visión de un modelo policial en desuso que privilegió la reacción en lugar de
la prevención, y que creó círculos de impunidad, ineficacia por parte de las
autoridades y violaciones sistemáticas a los derechos humanos tanto de imputados
así como de las víctimas directas o indirectas de los delito. Es imperativo
avanzar a un modelo de Seguridad Ciudadana, donde la sociedad sea escuchada e
incluida en las políticas de Seguridad local, esto generará que, si la
delincuencia contiene y previene de forma local las cosas no se salgan de
control
Con esto no quiero decir que la ciudadanía
haga la labor del Policía, si no que la solución se haga junto con la sociedad,
es decir, con una estrecha cooperación, escuchando sus necesidades y carencias.
Hasta que no se incluya de forma real a todos los sectores de la sociedad no se
podrá avanzar a un modelo de seguridad efectivo y funcional que dé resultados concretos
y tangibles hacia la sociedad mexicana ya que, parafraseando a Sir Robert Peel,
padre de la Policiología: “La Policía es la gente y la gente es la Policía”.
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